Moralzarzal - Pico del Águila - Canto Hastial - Peñacovacha - Silla del Diablo

No tiene fuentes de agua por eso
no la recomiendo con mucho calor.

Ruta de Moralzarzal a Silla del Diablo pasando por:
- Pico del Águila (1.4 km)
- Canto Hastial (1.7 km)
- Peñacovacha (2.3 km)

Ruta hecha con equipo de "Espartanos"
Eso sí fuerte subida.Paso por las piedras.Bajadas un poco resbaladas.

Pero merece la pena.Las vistas son preciosas, las rocas estupendas y diferentes formas y tamaños.
La flora en esta temporada es muy pintoresca.

Dejamos coches a lo largo de la calle Perdiz. Es una urbanización cerrada y no hay aparcamiento cerca.

Comenzamos subiendo por el camino de la Peña de Águila
Los senderos
destacan por las formas caprichosas de su suelo rocoso. Por el camino, podremos ver diversas aves rapaces .

El terreno tiene cierto grado de dificultad, pero te permite disfrutar de las vistas.

Llegamos a una zona más llana, punto desde el que se puede hacer una parada para disfrutar de las vistas que nos ofrece el Pico del Águila y el Canto Hastial.

Mejor seguir la ruta con GPS.
El terreno tiene muchos senderos que se cruzan entre ellos.

Cuando nos encontremos con una cerca de piedra a nuestra derecha, que delimita el campo de maniobra militar de El Palancar, debemos cruzarla para ascender al Canto Hastial. Aquí hay una antena de radio de la Consejería de Medio Ambiente de Madrid.

Las vistas son muy bonitas y un lugar precioso.

Continuamos según waypoints.
Caminamos disfrutando de los bellos ejemplares de la flora en esa temporada: peonias y tulipanes silvestres.

Desviamos un poquito a la derecha para visitar paraje de la Silla del Diablo.(1363m)

Regresamos a nuestro camino y por último llegamos a la cima de El Estepar(1404m)

Los caminantes que frecuentan la cumbre hayan colocado allí una cruz de hierro y una placa invocando a la Virgen del Estepar , además de una imagen de la Virgen de la Encina, patrona de Hoyo de Manzanares, que aparece rodeada de siete querubines en la copa de un árbol, como dice la tradición que se le apareció a un campesino en una noche de tormenta.

A la vista de los ojos, toda la Sierra de Guadarrama en su esplendor devora el horizonte de sur a norte.

Regresamos por lo mismo camino.
Pero continuamos regreso por la senda de Piqueras.

Al final la dejamos a la derecha para acercarnos al Árbol de la Vida.

Es una encina que parecía emerger de una gran roca. Lo increíble que es la naturaleza, capaz de hacer que una encina agarre sus raíces en una pequeña grieta de una roca y a partir de ahí crezca llena de vida. En realidad son varias las encinas.

Era nuestro último objetivo .
Desde este lugar regresamos a inicio de la ruta.