MONTORY-LAFATIGUE-HARGIBELE-BEGUZE-MONTORY

Este track incluye la subida a dos montes centenarios de Zuberoa de modesta altitud pero nada fáciles. Se pueden hacer por separado.

Primero subimos al Hargibele desde un punto cercano a Montory. Con coche se puede subir hasta el collado de Lafatigue, donde se abandona el asfalto y comienza la senda.

La senda es evidente en la primera parte hasta cruzar una valla señalizada con un waypoint. Aquí en primer lugar seguimos la senda mas evidente en claro ascenso hasta dar con una pared vertical equipada con una cuerda fija que facilita la trepada. No lo vemos claro y creemos que esta senda solo lleva a vías de escalada y deshacemos el camino hasta la valla. Sabíamos que teníamos que encontrar marcas de la subida normal y no habíamos visto nada.

Finalmente, desde la valla, siguiendo de frente en dirección al bosque de boj encontramos las marcas (cintas rojas y blancas de la policía municipal atadas en las ramas). Seguimos las cintas primero en bajada para salvar el escarpe rocoso y luego en ascenso hasta la cima. No perder las marcas. El camino no es claro y el bosque cerrado y sucio, algo jabalinero.

Primera cima conseguida y vuelta por el mismo camino hasta el collado de Lafatigue y luego por senda y pista hasta la carretera. Para colmo, una vez abajo, nos enteramos que por la vía de la cuerda en la pared también se podía ganar la cima. Había que descender unos metros justo después de trepar la cuerda pero no lo vimos claro.

La segunda cima del día es el Beguze. Una vez vistas las dificultades de la primera cima pensábamos que esta nos iba a resultar mas fácil.
ERROR!!!! El camino comienza por asfalto hasta un abrevadero, donde lo abandonamos para continuar por una senda balizada con marcas amarillas que la seguimos hasta una campa segada y limpia. Aquí perdemos las marcas amarillas y subimos la campa. Una vez arriba es donde el camino se complica y de qué manera. No hay senda clara y la progresión está plagada de argoma, espinos y zarzas. El avance es penoso y deja numerosas marcas de guerra.
Alcanzamos la cresta y hay que remontar unos metros en dirección norte hasta la cima. Y si faltaba algo al terreno lo encontramos aquí, se suma el lapiaz a las dificultades.
Después de muchos juramentos conseguimos la cima y solo pensamos que la bajada que nos espera es por el mismo camino.

Una vez abajo todos decimos lo mismo, esta cima una vez y no mas. Tachada.