Monte Anie (Auñamendi) subida a las cornisas heladas en cara Sur (desde puerto de Belagua). Nieve blanda, nieblas y lluvia.

Ruta por el Pirineo Occidental francés partiendo del Collado de la Piedra de San Martín (Puerto de Belagua) con destino a los cortados de la cara Sur del Pico Anie o Auñamendi, en los que pueden contemplarse las cornisas heladas que se forman en periodo invernal.

En un principio, el objetivo de la marcha era el de ascender a la cima del Monte Anie, sin embargo la condiciones climatológicas reinantes no eran precisamente las más propicias para abordar el último tramo de subida, por lo que decidimos limitarnos a visitar los cortados de la cara Sur del Anie, una auténtica maravilla de esta parte del Pirineo.

El itinerario es en gran parte coincidente con otros trazados que plantean el objetivo de subir a la cima del Anie, pero en este caso, se aporta la novedad de dirigir el último tramo de subida hacia el cuello 2298, en el extremo Suroeste de la montaña, en donde nos encontraremos los cortados mencionados.

Otra de las peculiaridades de la ruta, es el hecho de haberla realizado antes de la época estival, teniendo que transitar casi todo el itinerario por un precioso manto de nieve, que en las fechas en que se hizo (20 mayo), se mantiene con cierta consistencia, aunque no habría que descartar que en otras ocasiones, resulte demasiado blanda. Este factor implica tener que ir correctamente equipados con raquetas de nieve. En época estival, el terreno ofrece otro tipo de dificultades derivadas de su estado extremadamente erosionado por efecto de la disolución de la caliza por el agua, que da lugar a un auténtico erial kárstico que no hace cómodo el tránsito por el mismo, y de hecho, en muchos tramos resulta mucho más complicado que con nieve. Casi podemos asegurar que sin la presencia del manto nival, el itinerario por el karst resulta totalmente impracticable si no es siguiendo un trazado específico que está muy bien señalizado mediante marcas de pintura o hitos de piedras.

No era nuestra intención hacer una marcha meramente deportiva, y prueba de ello, es el gran número de paradas que hicimos para realizar todas las fotografías que hemos aportado a la ruta. Sin embargo hay que advertir que de un modo u otro, será inevitable acabar casi exhaustos, por lo que se recomienda un mínimo de experiencia en este tipo de marchas.

El equipamiento es igualmente importantísimo. Simplemente decir que ha de ser completo en el más amplio sentido: crampones, piolet, bastones con roseta, raquetas de nieve y por supuesto, el dispositivo con Gps correspondiente, combinado con la siempre imprescindible brújula que nunca ha de faltar, amén, de la suficiente experiencia para mantener la confianza en situaciones de nula visibilidad. En nuestro caso, de las dos ocasiones que hemos venido a estos parajes, en ambas nos hemos quedado en condiciones de absoluta tiniebla, sin que ello nos haya hecho caer en el desconcierto o nos haya impedido proseguir la marcha. No obstante, sí que es preciso señalar que una vez retirada la nieve, dichas situaciones han de evitarse ya que con un terreno tan irregular, las complicaciones son muchísimo mayores, y de poco nos serviría el Gps si cada pocos pasos nos encontramos con obstáculos y un terreno totalmente cuarteado.

En dichas circunstancias resulta extremadamente fácil desviarse del rumbo previsto, debido a que el terreno es muy irregular, y cualquier pequeña elevación o depresión en que nos despistemos puede provocar cambios de dirección inesperados que solo podremos advertir con la ayuda del Gps (al que hemos de prestar una atención casi continuada), ya que no es raro que en varios momentos nos quedemos sin referencias visuales. En este sentido, hay que asegurarse de utilizar un dispositivo fiable y prever que nunca se quede sin alimentación.

El itinerario comienza en el Collado de la Piedra de San Martín, y en primer lugar, trazaremos un recorrido que nos lleve a la falda del Pico de Arlas. Allí encontraremos un sendero que recorre la cara suroeste hasta rebasarlo por completo, situándonos en el Col de Pescamou.

Desde aquí, identificamos la cota 1958 que hemos de rebasar para descender hasta las inmediaciones de una caseta metálica, desde la cual realizaremos un remonte con la referencia de la cota 2053 (Pic Murlong), que bordearemos por su lado Este para situarnos enseguida en otra vaguada, el Collado de Batikotxe. A partir de aquí, la referencia visual es clarísima, el propio Pico Anie, que lo tendremos de frente en todo momento. Con todo, hemos de atravesar un terreno muy irregular, con multitud de elevaciones y depresiones que conforman el llamado Arres d'Anie (o karst calizo de Larra).

Atravesamos toda esta zona y fijamos el objetivo de situarnos junto a la cota 2234, ya que ésta, delimita junto a la 2228, un pequeño desfiladero bellísimo cuando está cubierto por la nieve, y que tras atravesarlo nos ofrece el Anie en bandeja (sin nieve no tanto).

A partir de este punto, hay que decidir si queremos ascender el pico, para lo cual caminaremos derechos hacia el mismo por su lado oeste, o bien viraremos a la derecha para enfilar una amplia vaguada que nos lleva al collado o cuello 2298, aunque en nuestro caso nos desviamos más a la derecha aún, para rodear toda la hondonada y así remontar menos desnivel per a cambio tuvimos que atravesar algún tramo bastante incómodo que casi hubiera sido mejor haberlo sin raquetas por tener que caminar a media ladera (de todo se aprende). En definitiva, creemos más recomendable enfilar la vaguada mencionada en primer lugar.

En el cuello o collado 2298, están los cortados y cornisas heladas a partir de las cuales remontaremos un tramo adicional para llegar a la falda del Anie, hasta una altura de 2345 metros. Desde aquí y una vez descartado el abordaje de la cima (que podría realizarse con un estudio adecuado del mapa y madrugando un poco más), iniciamos el camino de regreso, el cual podemos hacer bajando por la vaguada mencionada anteriormente y remontando hasta la cota 2234 (la del desfiladero), desde la cual volveríamos sobre nuestros pasos.

Sin embargo en nuestro caso, por un despiste, en vez de dirigirnos hacia dicha cota, lo hicimos hacia la 2189, hasta situarnos en su ladera Sur para discurrir por abajo, paralelos a la cresta superior, hasta llegar a la altura del Portillo de Arriba o Le Pourtet, en las inmediaciones del Pico Latras. Es preciso advertir que sin nieve, ese tramo que hicimos nosotros para alcanzar el Portillo resulta imposible de realizar.

Aprovechando el paso del Portillo de Arriba, viramos a la derecha (de no hacerlo, nos hubiéramos perdido casi sin remedio en una basta superficie alejada del punto de partida y que solo es transitable por esquiadores de élite). Insistimos en que se ha de tener una buena práctica en el manejo del dispositivo Gps y la brújula.

Tras atravesar el Portillo de Arriba, ya recuperamos la referencia del collado de Batikotxe (al lado del Pic Murlong), desde el cual, volvimos sobre nuestros pasos en dirección al Pico de Arlas, enlazando más tarde desde la falda suroeste del mismo, hacia el Collado de la Piedra de San Martín donde aparcamos el coche.

A continuación describimos cada uno de los waypoints que hemos incluido.