Monasterio de Santa María de Rioseco y desfiladero de los Hocinos

Itinerario que parte del Monasterio de Santa Maria de Rioseco y recorre el “Gran Recorrido 99: Camino natural del Ebro” hasta el “Puente del Aire”, en la carretera N-232, que cruza el Ebro, y retorna al punto de partida.

Descripcion de nuestra caminata: la iniciamos con una visita detenida a las ruinas del Monasterio de Santa María de Rioseco, que después de muchos años de abandono se están protegiendo para su conservación y disfrute de quienes quieran visitarlas. Son espectaculares y bien merecen un gozoso recorrido.

Salimos del monasterio y cogemos la carretera que va hacia Manzanedo y el resto de los pueblos de este precioso valle, y enseguida nos encontramos un puente a la izquierda que atraviesa el caudaloso Ebro y nos deja en el GR-99 “Camino Natural del Ebro”, que es el sendero que vamos a transitar, tanto a la ida como a la vuelta, hasta el puente sobre el río de la carretera N-232, conocido como “Puente del Aire”, desde el que iniciamos el regreso. Este recorrido es muy cómodo sin apenas desniveles y transcurre entre árboles y por un sendero cuidado, bien señalizado, en condiciones inmejorables, y sin riesgo de perderse.
A lo largo del recorrido encontramos espectaculares formaciones rocosas, farallones, vegas con grandes parcelas agrícolas, un pueblo abandonado llamado Remolino, vistas paisajistas sobre el río de gran belleza y el desfiladero de los Hocinos que para atravesarlo se han colocado en un par de tramos unas pasarelas metálicas que le añaden un especial encanto y facilitan el tránsito.

Alcanzado el “Puente del Aire” de la carretera nacional N-232 volvemos a lugar del que partimos.

Y para concluir nuestra visita a esta preciosa zona de las Merindades nos acercamos en nuestro vehículo a Puente Arenas para disfrutar del pueblo y de la joya románica de la Iglesia-ermita de San Pedro de Tejada, increíblemente olvidada y bastante desconocida.

El magnífico parque natural de las hoces del alto Ebro y Rudrón y las Merindades atesoran una riqueza paisajista, botánica y geológica con sus extensos y bien conservados bosques, sus cañones, desfiladeros, gargantas y farallones rocosos de gran belleza y espectacularidad. Apreciémoslo, conservémoslo y disfrutémoslo!!