MIRAVETE GRANDE, PICACHO, CRUZ DE BOJAL O MIRAVETE CHICO, Y PUNTARRÓN

QUIZÁ LAS 20 SENDAS MÁS POPULARES DE CARRASCOY Y EL VALLE; (10 de 20) – MIRAVETE GRANDE, PICACHO, CRUZ DE BOJAL O MIRAVETE CHICO, Y PUNTARRÓN, 2018-12-06, 11,5 Km, 4 horas 29 minutos, +706 m, -668 m.

Lo que vimos:
https://photos.app.goo.gl/9Y1r74dof2GN1Qfj8

En el Área Recreativa del Puntarrón, entre éste y el Cabezo Pascual, en los aledaños de donde habitan algunas parejas de búhos reales, dejamos un vehículo. Con el otro en dirección a San José, junto a Los Garres, doblamos por el camino de San Antón, hasta su Ermita, donde aparcamos.

11,5 kilómetros recorridos y unos 700 metros acumulados de ascenso, en 4,5 horas, para elevarnos a la cumbre de estos tres excelentes miradores hacia la Vega del Rio Segura, su huerta y también del paisaje lunar. Por la senda del Gavilán ascendimos a los 425 metros del Miravete Grande, la vista es para enmarcar. En las cuevas de este monte se ocultó Antonete Gálvez, el gran líder Cantonal, que era natural de Torreagüera. En el nombrado monte existian sobre un centenar de canteras y sus hornos para la obtención de yeso y cal de sus filones. Seguimos por la Senda del Mono, justo en la casa del mismo nombre, circundamos una plantación de cítricos y tomamos el camino de ascenso a los 348 metros de altitud del Picacho, Cruz de Bojal o Miravete Chico.

Después de las instantáneas y el postureo en la Cabeza del Perro, abandonamos el lugar para cruzar el camino de La Carigüela. Dos opciones para llegar al geodésico del Puntarrón; transitar el Barranco de Los Garres y ascender por una empinada senda hasta la cresta de la Sierra de Cañisola, para llegar al Collado Olivares y, en un último empujón, subir a los 376 metros de altitud del Puntarrón, o, en una curva del camino de la Carigüela, enganchar una senda que mira al cielo y que te eleva directamente hasta el punto más alto del Puntarrón. Elegimos la primera opción y bajamos por la senda convencional. Una senda muy constitucional, por ponerle algún pero; hoy no vimos la mar.

Recogidos los dos coches, éstos nos dirigieron a la Trimilenaria, al Ñam Ñam, allí el culto a la rubia, la primera calmó y la segunda colmó. Siguiendo el protocolo terminé en la Taberna del Martillo, en donde la tercera complació. Salud.