Ruta Caldera de Taburiente (La Palma)

Una vez más, el desnivel positivo marcado no es real, dado que la ruta es prácticamente al 100% cuesta abajo o llana.

Lo más habitual, y lo que hicimos, fue acercarnos en coche hasta el al parking del barranco de Las Angustias y ahí coger un taxi que nos subió hasta el mirador de Los Brecitos, donde comienza esta ruta. En épocas de calor, o de gran afluencia de gente, merece la pena madrugar para poder estar allí desde las 8 y coger uno de los primeros taxis que salgan hasta arriba. El taxi son 51 euros y un trayecto de unos 30 minutos. Nosotros decidimos esperar para poder compartir el trayecto y los gastos.

En cualquier caso, una vez en el mirador, el primer tramo de esta ruta discurre por una senda entre pinar autóctono desde Los Brecitos, a 1000 metros, hasta la zona de acampada de la Caldera, a unos 5,6km de distancia. Por el camino se cruzan unos cuantos barrancos de nombre variopintos que bien merecen pararse a echar un trago de agua y disfrutar de las vistas.

Una vez llegada a la zona de la acampada (donde está la Playa de Taburiente), para bajar hasta el barranco de las Angustias, hay un tramo de bajada dureta conocido como "El Reventón". A nosotros no nos pareció tan duro como nos lo habían pintado, pero sí que es verdad que las piernas se resienten de tanta bajada. En cualquier caso, no tiene ningún tipo de dificultad técnica y si estás acostumbrado a andar por el monte (a bajar sobre todo), sólo se hace algo pesada. En algún momento de esta bajada, existe una bifurcación en el que se da la opción de un atajo (un segundo Reventón, parece ser). Nosotros optamos por el camino habitual, dado que teníamos tiempo de sobra y nos apetecía disfrutar de la ruta tranquilamente.

Una vez abajo, todo lo que queda de la ruta va íntegramente por el barranco de las Angustias o por sus lindes. En una bifurcación de 15' adicionales, puedes visitar la Cascada de Colores, que seguramente sea digna de ver con algo más de agua. En nuestro caso, estaba bastante seca (veníamos de semanas de mucho calor) y no se apreciaban tanto los colores de los que hacen alarde en otras fotos. Igualmente, merece la pena acercarse.
Recorrer este último tramo no es difícil, pero sí que se nos hizo un poco pesado según se acercaban las horas centrales del día y el calor apretaba. En nuestro caso, al ser septiembre, no había prácticamente agua en todo el barranco, pero hay que tener en cuenta que en momentos de lluvias torrenciales, el panorama puede cambiar mucho.

Finalmente, tras poco más de 4 horas de ruta, llegamos al parking de Los Brecitos y pusimos rumbo al apartamento. Nos habían dicho que la ruta eran más o menos unas 6 horas. Nosotros la completamos en menos tiempo, a nuestro ritmo (de ruta, nada rápido) y haciendo las paradas que vimos oportunas (paramos a beber y picar algo en varias ocasiones, así como a disfrutar de las vistas).

Una de las rutas más recomendables en toda la isla para admirar la Caldera desde dentro en todo su esplendor. No defrauda.