Los Marines - Cortelazor - Los Marines circular

Los Marines – Cortelazor - Los Marines circular 16 Km

Magnífica ruta circular de alrededor de 16 km. por un entorno privilegiado. Como atraviesa dos poblaciones de la Sierra, la hemos dividido en dos etapas para su descripción: Los Marines – Cortelazor y Cortelazor – Los Marines.

La ruta discurre por senderos cómodos y anchos casi en su totalidad, a veces de tierra, a veces sobre pistas hormigonadas, y también encontraremos algunas zonas empedradas que asemejan calzadas romanas. Por tanto, carece de dificultad técnica alguna y ofrece suficientes zonas de sombra a intervalos razonables, así como unas vistas impresionantes, sobretodo en el tramo próximo al cruce de caminos de Corterrangel cuando nos dirigimos hacia Cortelazor, y en el de bajada a Los Marines cuando salimos de Cortelazor.

1.-Los Marines – Cortelazor. Comenzamos nuestra ruta en la calle Isaac Peral, junto a los lavaderos y el Monumento a La Apañaora. Atravesamos el pueblo por las inmediaciones de la Plaza de la Iglesia, callejeando para salir del mismo a la altura del cementerio. Iremos descendiendo hasta encontrar el Arroyo de Guijarra, que no lleva agua alguna, siguiendo nuestro camino hasta alcanzar la carretera HU-8122 que conduce a Cortelazor, por cuyo arcén habremos de caminar unos 500 metros hasta salirnos de la misma por una pista ancha que la atraviesa. Se trata de la Vereda de Sevilla, que discurre entre Aracena y Valdelarco; nosotros la cogeremos a la derecha en dirección a Aracena, abandonándola más adelante al cambiar nuestro rumbo con dirección a Cortelazor.

Tocará ahora ascender durante un buen rato para poder disfrutar de unas fantásticas vistas a la altura de Las Minillas. A partir de aquí iremos llaneando mientras observamos cómo nuestro entorno se va transformando constantemente, alternando bosques de eucaliptos y pinares. Más adelante nuestro sendero comienza a descender levemente, ofreciéndonos unas panorámicas excelentes, primero de Corterrangel a nuestra derecha y luego de Cortelazor a nuestra izquierda, hasta llegar a un cruce de caminos por el cual, si cogiésemos a la derecha llegaríamos a Corterrangel, pero en nuestro caso cogeremos el camino que sale a la izquierda, que nos conducirá hasta Cortelazor.

Unos 100 metros más adelante habremos de tener cuidado, pues a la altura del waypoint “ojo izquierda” el camino parece seguir de frente, pero en realidad nuestro sendero, aunque desdibujado en el terreno, se adentra hacia nuestra izquierda entre el bosque, haciéndose más estrecho y convirtiéndose posteriormente en lo que parecen restos de una antigua calzada romana por la que descenderemos hasta las inmediaciones del Arroyo de Guijarra, atravesaremos una cancela y después empezaremos a ganar altura hasta alcanzar nuestro siguiente punto, que no es otro que Cortelazor.

2.-Cortelazor – Los Marines. Salimos de Cortelazor por la carretera HU-8122 que pasa por la parte suroeste del pueblo y que une esta localidad con la de Los Marines, por la que habremos de caminar unos 200 metros hasta encontrar un sendero que sale a nuestra derecha en el que veremos varios paneles indicativos.

Nuestro sendero alternará de nuevo pistas de tierras con otras parcialmente hormigonadas y, como en el tramo anterior, realizaremos una primera parte de ascenso continuado con excelentes panorámicas de Cortelazor echando la vista atrás, y de Fuenteheridos y Los Marines al frente, antes de que comience nuestro descenso por la zona de Los Menores buscando de nuevo La Vereda de Sevilla, por la que caminaremos brevemente, ya que esta vez la abandonaremos para coger un atajo que nos llevará directamente a Los Marines.
Opcionalmente, podríamos continuar por ella y acceder a Los Marines por el camino que sale más adelante a la derecha y discurre paralelo al Arroyo de Guijarra.

Desde que alcanzamos La vereda de Sevilla nuestro camino transcurre por un buen sendero de tierra por el que llanearemos hasta desembocar en Los Marines de nuevo a la altura del cementerio, volviendo a realizar el mismo recorrido por sus calles hasta llegar a nuestro punto de inicio y final de nuestra ruta de hoy.

La naturaleza siempre nos reconforta, nos reequilibra y, con su extraordinaria belleza y sencillez, nos recuerda que formamos parte de ella y de su entorno; por eso, aquí nos sentimos como en casa. La vida es el camino, pero el camino nos da la vida.