Los Mallos de Agüero- circular

La rutita es de facil recorrido y consiste en recorrer el sendero oficial de la Circular o Vuelta a los Mallos de Agüero de 2,8 km. Nos encontramos en el Monumento Natural de los Mallos de Agüero.
Los aragoneses se refieren con el término de mallos, a estas peculiares formaciones rocosas verticales aisladas. Escarpes y agujas pétreas formadas con material de conglomerado, compuesto por cantos rodados cementados con grava, arena y arcilla. Sedimentos detríticos correspondientes a los aluviones depositados por los afluentes que bajaban desde los Pirineos hacia la depresión central del Ebro.

Debido a la meteorización fluvial, estos depósitos aparecen como promontorios residuales adosados a las laderas plegadas y más antiguas de la sierra. Tras ser modelados por la erosión atmosférica, estos farallones van evolucionando a causa de la acción combinada de lluvia, hielo y viento, hacia pináculos con puntas redondeadas.

Tras estacionar el vehículo en una explanada a las afueras del pueblo, en la carretera al camposanto, seguimos el sendero señalizado, con balizas de madera y marcas de pintura azul. En la plaza principal del pueblo comienza la primera etapa del Camino Natural de la Hoya de Huesca, tramo coincidente con un tramo del GR-1 Sendero Histórico.

Nos encontramos en el límite natural de las sierras prepirenaicas con la planicie de la Hoya de Huesca. Al norte queda la Sierra de San Juan de la Peña. Al este la Sierra de Loarre. Y al oeste la Sierra de Santo Domingo.


Ascendemos suavemente por el Barranco de la Fuente del Piojo. Los Mallos de Agüero conforman una especie de atalaya pétrea, a la que iremos dándole una vuelta completa, por lo que siempre serán el epicentro de nuestra atención en el paisaje.

Al llegar al Collado de Pedro, punto más elevado de la ruta, tenemos una espectacular panorámica de la vertiente oriental de las peñas de la Foz de Pituelo, Punta Chotero, Punta Repicón y Cerro Castellazo.

En este collado hay un cruce con el camino a Carcavilla. Ahora vamos contemplando la cara norte de los mallos. La umbría de su ladera está tapizada por un apretado pinar.

Según bajamos en dirección al Barranco de la Rabosera, vamos teniendo mejor perspectiva de la Foz de Pituelo. Las vetas blancas que se observan en las grietas de los anaranjados riscos, son el resultado de la acumulación de defecaciones en los posaderos y nidos de la extensa colonia de buitres.

Llegamos a otra intersección de caminos, dejando a un lado el que se dirige a Villalangua, cogemos un sendero a la derecha de ida y vuelta para ver la cueva Foraz. Seguimos rodeando los mallos, llaneando a media ladera casi hasta el final.
Proseguimos con nuestro recorrido circular, con la Foz de Pituelo en nuestro punto más cercano, al otro lado del Barranco de la Rabosera, llegamos al punto de inicio y si nos apetece y quedan fuerzas podemos seguir caminando hasta Iglesia de Santiago de Agüero.