Los Caños de Meca-Barbate (Parque Natural de La Breña y Marismas de Barbate)
near Los Caños de Meca, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta por el Parque Natural de La Breña y Marismas de Barbate, circular desde Los Caños de Meca, localidad costera perteneciente al municipio de Barbate, que recibe su nombre por las surgencias de agua que se pueden encontrar tanto en el núcleo poblacional como en el acantilado, de distinto caudal según la estación del año y la pluviosidad, y que van desde humedades en la roca a manantiales; y el nombre de Meca al parecer le viene de época musulmana, cuando se peregrinaba al lugar por sus aguas.
El punto de inicio está en la A-2233, que lleva a Barbate, a la salida de la población. Caminamos escasos metros junto a la carretera (protegidos por el quitamiedos) para continuar por una pista, la Cañada del Álamo, durante aproximadamente 1 kilómetro. El sendero Caños-Torre de Meca continúa por el camino, pero nosotros nos desviamos por una senda que sale a nuestra derecha, con fuerte subida y por terreno arenoso, aunque no muy larga (unos 500 metros), que nos lleva junto a la torre almenara de Meca. Las torres almenaras salpicaban el litoral andaluz, donde eran frecuentes los ataques de los piratas berberiscos, para alertar a la población de los mismos; se encontraban a una distancia una de otra que permitía el contacto visual, con ahumadas durante el día y fuegos por la noche, pudiendo transmitirse la alarma rápidamente por toda la costa (además se podía informar según el número de flechas incendiadas del número de barcos atacantes). Estas torres se construyen a partir del siglo XVI, aunque la de Meca es del XIX, erigida por la mala visibilidad entre la del Tajo y la de Trafalgar.
Desde aquí seguimos las marcas del sendero Torre de Meca, por un frondoso pinar en su mayoría de pino piñonero, con el que se repobló desde finales del siglo XIX y principalmente a mediados del XX, para estabilizar los terrenos arenosos y frenar el avance de las dunas litorales, sometidos a fuertes vientos; estos pinos están bien adaptados al suelo arenoso y a la salinidad gracias a sus grandes raíces que les permiten extraer agua de capas profundas. La recolección de piñones es su principal aprovechamiento, piñones que además se diseminan a distancia cuando estallan las piñas en los incendios, para asegurar la conservación del pinar.
Junto a los pinos, crece un sotobosque mediterráneo, con especies aromáticas como el romero, el tomillo o la lavanda, que perfuman el recorrido (también veremos madroño, coscoja, lentisco, jaguarzo, retama e incluso palmito).
El sendero atraviesa un cortafuego, donde hay un mirador con excelentes vistas de Caños de Meca y el Tómbolo y Faro de Trafalgar. Luego continúa, bien indicado, por el pinar, atravesando un segundo cortafuegos, y apareciendo algo más tarde un eucaliptal a nuestra izquierda poco antes de desembocar en una pista ancha que lleva al Área Recreativa los Majales del Sol (inicio o fin del sendero). Tras atravesar el área, antes de llegar a la carretera, giramos a la izquierda por otro cortafuego, siguiendo la vía pecuaria de la Colada de Buenavista durante unos 400 metros y dejándola por otra senda que sale a la derecha (ya prácticamente sin marcas orientativas) y que nos lleva a otra área recreativa, la de El Jarillo. Seguimos por la carretera de acceso al área hasta que la cruza otro cortafuego y luego continuamos por una senda a la izquierda que conecta con un nuevo cortafuego, en las proximidades de la A-2233; aquí hay un hueco en la alambrada (a ambos lados de la carretera), que permite pasar para continuar por el cortafuego en dirección al mar. Más adelante, seguimos a la izquierda por otro cortafuego que cruza al que llevamos, por el que finalmente llegamos al Sendero del Acantilado (tras superar un pequeño desnivel), en Loma Alta. Entonces se abre ante nosotros una espectacular panorámica de las Ensenadas de Barbate y Zahara hasta Punta Camarinal, con el Cabo Espartel en África al frente.
Continuamos por el sendero marcado como SL-A111 y que sigue la vía pecuaria Vereda de la Playa, en descenso hacia Barbate, pasando por un tramo llamado el Chorro de Alberto y luego desviándonos a la derecha para bajar a la espectacular playa de la Hierbabuena.
Tras el preceptivo baño, iniciamos la vuelta por el Sendero del Acantilado (SL-A111), en suave ascenso hasta llegar a la Torre del Tajo (ésta sí del XVI), la segunda más alta de la provincia (más de 13 metros de altura) y en el punto más alto del acantilado (unos 100 metros). En sus proximidades hay un mirador, con una espléndida panorámica de los acantilados, los más altos de la costa gaditana, de calcarenita, con estratos de margas impermeables (que originan que las aguas de la parte superior del monte surjan por los caños). Estos acantilados están sometidos a una fuerte erosión por efecto del viento y el mar, depositándose la sal en ellos traída por las gotas de agua (espray salino), dando lugar a una flora de especies resistentes a la sal o halofitas (como zarzas e higueras salvajes). Otra especie arbustiva de gran valor ecológico (aunque a veces alcanza porte de árbol) que se encuentra en el borde del acantilado y en las dunas es el enebro costero, autóctono de esta zona, y que constituye aquí la segunda población más numerosa de Andalucía (tras la de Doñana), pero que aún así, por cambios habitacionales, está catalogada como en peligro de extinción.
Al poco, empezamos el descenso hacia Los Caños, por algunos tramos con bastante arena, pasando sobre la playa del Castillejo, antes de llegar a la señal de inicio/fin del sendero. Ya sólo nos resta seguir una pista que va por detrás de la localidad y que nos conecta con la A-2233, justo al inicio de esta muy recomendable ruta por sus valores naturales, paisajísticos e históricos.
El punto de inicio está en la A-2233, que lleva a Barbate, a la salida de la población. Caminamos escasos metros junto a la carretera (protegidos por el quitamiedos) para continuar por una pista, la Cañada del Álamo, durante aproximadamente 1 kilómetro. El sendero Caños-Torre de Meca continúa por el camino, pero nosotros nos desviamos por una senda que sale a nuestra derecha, con fuerte subida y por terreno arenoso, aunque no muy larga (unos 500 metros), que nos lleva junto a la torre almenara de Meca. Las torres almenaras salpicaban el litoral andaluz, donde eran frecuentes los ataques de los piratas berberiscos, para alertar a la población de los mismos; se encontraban a una distancia una de otra que permitía el contacto visual, con ahumadas durante el día y fuegos por la noche, pudiendo transmitirse la alarma rápidamente por toda la costa (además se podía informar según el número de flechas incendiadas del número de barcos atacantes). Estas torres se construyen a partir del siglo XVI, aunque la de Meca es del XIX, erigida por la mala visibilidad entre la del Tajo y la de Trafalgar.
Desde aquí seguimos las marcas del sendero Torre de Meca, por un frondoso pinar en su mayoría de pino piñonero, con el que se repobló desde finales del siglo XIX y principalmente a mediados del XX, para estabilizar los terrenos arenosos y frenar el avance de las dunas litorales, sometidos a fuertes vientos; estos pinos están bien adaptados al suelo arenoso y a la salinidad gracias a sus grandes raíces que les permiten extraer agua de capas profundas. La recolección de piñones es su principal aprovechamiento, piñones que además se diseminan a distancia cuando estallan las piñas en los incendios, para asegurar la conservación del pinar.
Junto a los pinos, crece un sotobosque mediterráneo, con especies aromáticas como el romero, el tomillo o la lavanda, que perfuman el recorrido (también veremos madroño, coscoja, lentisco, jaguarzo, retama e incluso palmito).
El sendero atraviesa un cortafuego, donde hay un mirador con excelentes vistas de Caños de Meca y el Tómbolo y Faro de Trafalgar. Luego continúa, bien indicado, por el pinar, atravesando un segundo cortafuegos, y apareciendo algo más tarde un eucaliptal a nuestra izquierda poco antes de desembocar en una pista ancha que lleva al Área Recreativa los Majales del Sol (inicio o fin del sendero). Tras atravesar el área, antes de llegar a la carretera, giramos a la izquierda por otro cortafuego, siguiendo la vía pecuaria de la Colada de Buenavista durante unos 400 metros y dejándola por otra senda que sale a la derecha (ya prácticamente sin marcas orientativas) y que nos lleva a otra área recreativa, la de El Jarillo. Seguimos por la carretera de acceso al área hasta que la cruza otro cortafuego y luego continuamos por una senda a la izquierda que conecta con un nuevo cortafuego, en las proximidades de la A-2233; aquí hay un hueco en la alambrada (a ambos lados de la carretera), que permite pasar para continuar por el cortafuego en dirección al mar. Más adelante, seguimos a la izquierda por otro cortafuego que cruza al que llevamos, por el que finalmente llegamos al Sendero del Acantilado (tras superar un pequeño desnivel), en Loma Alta. Entonces se abre ante nosotros una espectacular panorámica de las Ensenadas de Barbate y Zahara hasta Punta Camarinal, con el Cabo Espartel en África al frente.
Continuamos por el sendero marcado como SL-A111 y que sigue la vía pecuaria Vereda de la Playa, en descenso hacia Barbate, pasando por un tramo llamado el Chorro de Alberto y luego desviándonos a la derecha para bajar a la espectacular playa de la Hierbabuena.
Tras el preceptivo baño, iniciamos la vuelta por el Sendero del Acantilado (SL-A111), en suave ascenso hasta llegar a la Torre del Tajo (ésta sí del XVI), la segunda más alta de la provincia (más de 13 metros de altura) y en el punto más alto del acantilado (unos 100 metros). En sus proximidades hay un mirador, con una espléndida panorámica de los acantilados, los más altos de la costa gaditana, de calcarenita, con estratos de margas impermeables (que originan que las aguas de la parte superior del monte surjan por los caños). Estos acantilados están sometidos a una fuerte erosión por efecto del viento y el mar, depositándose la sal en ellos traída por las gotas de agua (espray salino), dando lugar a una flora de especies resistentes a la sal o halofitas (como zarzas e higueras salvajes). Otra especie arbustiva de gran valor ecológico (aunque a veces alcanza porte de árbol) que se encuentra en el borde del acantilado y en las dunas es el enebro costero, autóctono de esta zona, y que constituye aquí la segunda población más numerosa de Andalucía (tras la de Doñana), pero que aún así, por cambios habitacionales, está catalogada como en peligro de extinción.
Al poco, empezamos el descenso hacia Los Caños, por algunos tramos con bastante arena, pasando sobre la playa del Castillejo, antes de llegar a la señal de inicio/fin del sendero. Ya sólo nos resta seguir una pista que va por detrás de la localidad y que nos conecta con la A-2233, justo al inicio de esta muy recomendable ruta por sus valores naturales, paisajísticos e históricos.
Waypoints
Ruins
197 ft
Ruinas de un cortijo en Loma Alta
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Magnífica narración