Los Campanarios por los miradores de Troka

Ascenso al monte Los Campanarios desde Sobrón pasando por los miradores de Troka o riscos de los Bortales y la fuente Chillón. Para el descenso tomamos un sendero a la derecha a medio camino de vuelta para volver a conectar antes de la pasarela roja sobre el río Ebro.

La ruta circular hasta la fuente Chillón está marcada con pintura azul.

Tanto desde diversos puntos del sendero de subida en la zona de Troka como desde la cima de Los Campanarios vamos a disfrutar de impresionantes vistas sobre el embalse del Ebro, la Hoz de Sobrón y los montes y peñas que los rodean, el valle de Tobalina (central nuclear de Santa María de Garoña), montes Obarenes...

La cima rocosa pero de fácil acceso es una impresionante atalaya donde deleitar la vista. Está coronada por un buzón cimero que es una perfecta réplica de una iglesia con campana incluida, no podía ser de otro modo... También encontramos un pequeño nacimiento.

Aparcamos en la calle de La Presa (bar-restaurante Durtzi) debajo de una terraza (parking privado), abajo es libre.

Recorremos la calle hasta la pasarela que cruza el Ebro.
Obviamos un par de desvíos a la izquierda hasta el poste indicador que inicia la circular. Subimos por la derecha y volveremos por la izquierda.
Una vez ganados los riscos el sendero transita cerca de los acantilados ofreciéndonos bonitas vistas desde diversos puntos.
Pasamos al lado del desvío que completa la circular obviándolo para tomarlo en el descenso.
Continuando se llega a la fuente Chillón que mana desde la roca.
Ahora por camino llegamos a un cruce (poste indicador) vamos por la derecha hasta un desvío también indicado. Una senda parte a la derecha, primero entre lajas de piedra, después cruza una pradera y asciende entre el boj para rodear la cima rocosa y ascender por una pequeña trepada.
Los Campanarios 1019 m.
La vuelta por el mismo camino hasta el desvío de la circular. En este punto el sendero desciende por bosque bajo y después por terreno despejado con buenas vistas. Llegamos a un destrepe donde se ha colocado una cuerda para ayudar en el descenso. Pasamos al lado de los restos de una nevera o silo antes de volver a la pasarela roja y retornar al punto de inicio.
Un café en el Durtzi para reactivarnos un poco que a primera hora hacía fresco (-3) y nos vamos a las ferratas que es el plato fuerte del día.