Los Calderones
near Piedrasecha, Castilla y León (España)
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Itinerary description
La ruta se inicia en Piedrasecha, para tomar enseguida una vereda casi paralela al río. Destaca una gran roca silícica, muy llamativa por los líquenes amarillentos que la colonizan; es El Serrón. Pronto se llega a la fuente del Manadero y un poco más allá, la Cueva de las Palomas alberga una sencilla ermita rupestre que custodia la imagen de Nuestra Señora del Manadero. Su romería se celebra el último domingo de Julio, congregando a vecinos de toda la comarca.
Al seguir avanzando, pronto se observa que el río ya no fluye en superficie, sino que su circulación es subterránea, fenómeno característico de los terrenos de naturaleza caliza. Así se cruza todo el desfiladero, con paredes verticales que en algunos puntos casi llegan a tocarse. El camino progresa sobre el antiguo lecho del arroyo, entre cantos rodados y marmitas gigantes. Cuenta un pastor que una vez, una corza perseguida por los perros, saltó de un lado a otro del desfiladero; así de angosto es el paraje.
Al salir de Los Calderones, bosquetes de mostazos, escuernacabras y robles en las laderas, contrastan con las salmueras que acompañan al arroyo, que de nuevo vuelve a discurrir en superficie. Es el Monte de la Ribera, donde antaño se producía cal en los “caleares” o caleros. Tras cruzar Los Calderones, el valle se abre en una amplia vega, donde quedan apenas una cabaña y un redil de piedra. Se trata de Santas Martas. Antaño hubo en este paraje un pueblo con una abadía, a cuya ermita parecen corresponder los restos que aún hoy quedan en pie. Ahora, la vega se aprovecha como pastos de verano para el ganado.
Cuenta la tradición que el pueblo entero murió tras comer la caridad dominguera a causa de una “vacaloria o vaquiruela”, que contaminó la masa del pan que se repartía en la misa. La noche anterior, una de las vecinas fue a por agua al arroyo, alumbrada apenas con la luz del candil; al coger el agua, cogió sin darse cuenta la vacaloria (como en la zona son conocidas las salamandras) y, al amasar el pan, lo envenenó.
Tan solo se salvó una vieja que, postrada en cama no pudo asistir a misa, siendo la heredera de todos los bienes y terrenos del pueblo.
A Santas Martas siempre se llegó por el Collado del Fito, desde Santiago de las Villas o desde los Barrios de Gordón. El paso por Los Calderones se arregló a mediados del siglo XX, dejando una especie de calzada que permitía el tránsito de camionetas, dicen los más viejos que rusas, para una explotación de madera. Hace años hubo una gran tormenta y se originó tal riada, que se llevó por delante todo lo que el hombre quiso controlar. ¡Por algo los de Santas Martas usaban siempre otro camino!
Desde Santas Martas, el camino ya sin señalizar, continúa ascendiendo poco a poco para salvar el desnivel hasta el collado del Fito. El paisaje es completamente diferente y, al ir ganando altura, las vistas se hacen muy hermosas. El último repecho tras el collado, conduce a las Vegas del Palomar, amplia depresión tapizada de pastizales a la que antaño subían los ganados trashumantes. Estos puertos estuvieron arrendados en 1750 al Monasterio de Guadalupe en 3.050 reales.
En la Vega vuelve a hacerse patente la acción del karst, forma de erosión de la caliza por la acción combinada del agua y el CO2 atmosférico, siendo perceptibles grandes hoyos a modo de dolinas o sumideros en toda su extensión.
Se regresa a través del mismo desfiladero hasta el pueblo de Piedrasecha.
Punto de Interés Geológico.
Los Calderones están considerados como Punto de Interés Geológico, catalogado con el número PIG 35 en el atlas del Medio Natural de la Provincia de León. Las calizas tienen su origen en sedimentos depositados desde hace 360 millones de años, en un antiguo mar que cubría toda la zona. Los diferentes estratos se depositaron horizontales, pero hoy los vemos con distintas inclinaciones e incluso verticales. Por diversos avatares geológicos, estas formaciones fueron plegándose y replegándose, se elevaron, sufrieron fallas y fracturas y se erosionaron por la acción de distintos agentes externos, hasta presentar su aspecto actual. El fuerte repliegue de los estratos en los Calderones, indica que esta zona se encuentra próxima al núcleo de un gran pliegue, sólo visible desde el aire, el sinclinal del Alba.
Al seguir avanzando, pronto se observa que el río ya no fluye en superficie, sino que su circulación es subterránea, fenómeno característico de los terrenos de naturaleza caliza. Así se cruza todo el desfiladero, con paredes verticales que en algunos puntos casi llegan a tocarse. El camino progresa sobre el antiguo lecho del arroyo, entre cantos rodados y marmitas gigantes. Cuenta un pastor que una vez, una corza perseguida por los perros, saltó de un lado a otro del desfiladero; así de angosto es el paraje.
Al salir de Los Calderones, bosquetes de mostazos, escuernacabras y robles en las laderas, contrastan con las salmueras que acompañan al arroyo, que de nuevo vuelve a discurrir en superficie. Es el Monte de la Ribera, donde antaño se producía cal en los “caleares” o caleros. Tras cruzar Los Calderones, el valle se abre en una amplia vega, donde quedan apenas una cabaña y un redil de piedra. Se trata de Santas Martas. Antaño hubo en este paraje un pueblo con una abadía, a cuya ermita parecen corresponder los restos que aún hoy quedan en pie. Ahora, la vega se aprovecha como pastos de verano para el ganado.
Cuenta la tradición que el pueblo entero murió tras comer la caridad dominguera a causa de una “vacaloria o vaquiruela”, que contaminó la masa del pan que se repartía en la misa. La noche anterior, una de las vecinas fue a por agua al arroyo, alumbrada apenas con la luz del candil; al coger el agua, cogió sin darse cuenta la vacaloria (como en la zona son conocidas las salamandras) y, al amasar el pan, lo envenenó.
Tan solo se salvó una vieja que, postrada en cama no pudo asistir a misa, siendo la heredera de todos los bienes y terrenos del pueblo.
A Santas Martas siempre se llegó por el Collado del Fito, desde Santiago de las Villas o desde los Barrios de Gordón. El paso por Los Calderones se arregló a mediados del siglo XX, dejando una especie de calzada que permitía el tránsito de camionetas, dicen los más viejos que rusas, para una explotación de madera. Hace años hubo una gran tormenta y se originó tal riada, que se llevó por delante todo lo que el hombre quiso controlar. ¡Por algo los de Santas Martas usaban siempre otro camino!
Desde Santas Martas, el camino ya sin señalizar, continúa ascendiendo poco a poco para salvar el desnivel hasta el collado del Fito. El paisaje es completamente diferente y, al ir ganando altura, las vistas se hacen muy hermosas. El último repecho tras el collado, conduce a las Vegas del Palomar, amplia depresión tapizada de pastizales a la que antaño subían los ganados trashumantes. Estos puertos estuvieron arrendados en 1750 al Monasterio de Guadalupe en 3.050 reales.
En la Vega vuelve a hacerse patente la acción del karst, forma de erosión de la caliza por la acción combinada del agua y el CO2 atmosférico, siendo perceptibles grandes hoyos a modo de dolinas o sumideros en toda su extensión.
Se regresa a través del mismo desfiladero hasta el pueblo de Piedrasecha.
Punto de Interés Geológico.
Los Calderones están considerados como Punto de Interés Geológico, catalogado con el número PIG 35 en el atlas del Medio Natural de la Provincia de León. Las calizas tienen su origen en sedimentos depositados desde hace 360 millones de años, en un antiguo mar que cubría toda la zona. Los diferentes estratos se depositaron horizontales, pero hoy los vemos con distintas inclinaciones e incluso verticales. Por diversos avatares geológicos, estas formaciones fueron plegándose y replegándose, se elevaron, sufrieron fallas y fracturas y se erosionaron por la acción de distintos agentes externos, hasta presentar su aspecto actual. El fuerte repliegue de los estratos en los Calderones, indica que esta zona se encuentra próxima al núcleo de un gran pliegue, sólo visible desde el aire, el sinclinal del Alba.
Comments (13)
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Hola...
Sabes si esta ruta se puede realizar en invierno.?
Enero
Gracias.
Pues no es muy recomendable por la cantidad de agua que hay en el tramo inicial, pero... en años de sequía si se puede hacer si no hay nieve.
Esto se llama una ruta bien documentada,la haremos este fin de semana.Buen trabajo
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Easy to follow
Scenery
Moderate
Es una ruta muy bonita al comienzo, a medio recorrido se hace un poco aburrida por que discurre por carreteras forestales y el final es muy bonito. Hay que visitar las pinturas rupestres.
la queremos hacer en agosto que os parece gracias
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/los-calderones-2902453/photo-1183132
En agosto se puede realizar sin ningún problema. Cuidado con las tormentas únicamente. https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/los-calderones-2902453/photo-1183132
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Easy
precioso paraje
gps1, creo que en tu comentario te has equivocado de ruta
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Buena ruta
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Una ruta preciosa
se puede hacer con niños esta ruta??
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La ruta en si es muy sencillita y muy linda pero para mí tiene el pero de qué tiene una ligera pendiente pero una vez pasada la pendiente y llegado al alto la ruta se vuelve super fácil de llevar
Nosotros hemos hecho la ruta el 31_04_19. El paraje es bonito y fácil de seguir pero al final no hemos encontrado ningún tipo de señalización. Hemos intentado hacer la ruta circular larga pero hay un montón de bifurcaciones y no sabes por donde tirar. Al final hemos terminado bajando desde arriba campo a través hasta volver a encontrar el camino inicial de vuelta.