LOS ASIENTOS-PRADERONES ALTOS-PEÑA DEL TIZO-FUENTE RATÓN-CHORRANCA-CHOZO ARANGUEZ-FUENTE CRUZ ALASTAS
near La Pradera de Navalhorno, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Marcha realizada el sábado 23 de octubre de 2021
AVISO: Se entiende, que todo aquel que quiera realizar esta misma ruta, asume la responsabilidad que conlleva una actividad no exenta de posibles riesgos o incidentes, en un entorno en el que el sentido común y las circunstancias pueden marcar la diferencia entre pasar un buen día o todo lo contrario.
El Chozo Aránguez o Refugio del Pastor es uno de esos rincones a los que al menos hay que subir una vez en la vida. Y es que tiene un encanto tan particular y el entorno es de una belleza tan singular, que siempre apetece quedarse un poco más, aunque empiece a oscurecer. Y hablando de oscuridad, nosotros siempre llevamos en las mochilas un buen par de frontales, que aunque tan sólo hemos tenido que utilizar en tres o cuatro ocasiones (aún recordamos la última travesía que hicimos con un par de amigos, en la que combinando coches, partimos desde la entrada al Hayedo de Montejo, para hacer buena parte de la cuerda del Tres Provincias y Pico del Lobo, hasta llegar al pueblo de Riofrío de Riaza ya de noche desde una hora antes) cuando se necesita luz para poder progresar, y el terreno lo requiere es cuando más valor se le da al hecho de llevarlo siempre, por si las moscas. Dicho refugio se encuentra a casi mil novecientos metros de altitud, al resguardo de los vientos del noreste, ya que está en la misma base del macizo de Peñalara, que se eleva por encima de éste aún casi quinientos metros más. Son varias las opciones de subida que hay desde la vertiente segoviana, que en principio sería la más natural, por encontrarse también en la vertiente oeste del citado macizo. Pero también se puede hacer una circular a todo el macizo del Peñalara, saliendo desde Cotos y pasando por el Chozo Aránguez, sin necesidad de realizar la cuerda.
No hace mucho que salíamos desde el CENEAM de Valsaín, y por eso hoy hemos salido desde el área recreativa de Los Asientos, que al igual que la Boca del Asno, ésta también se encuentra junto al curso del río Eresma. Se cruza, frente al mismo aparcamiento la carretera CL-601, y rápidamente se encuentra una cerca de alambre que tiene un par de opciones para pasarla. Rápidamente salvamos un par de amplias praderas, Praderones Altos, en los que un buen número de vacas pastan plácidamente la hierba fresca, así como la paja que allí les han echado. Con rumbo este, y a los dos kilómetros y cuarto salvamos por un pequeño puente de tablones de madera el arroyo de Peñalara. Medio kilómetro después llegamos a la Fuente del Ratón, que a pesar de lo seco que está siendo el otoño, es extraño que no lleve un caño de agua fresca.
Al poco más de medio kilómetro cruzamos la pista asfaltada de San Ildefonso, para seguir con el mismo rumbo este durante un kilómetro y medio más, por una senda que aumenta la pendiente de subida, y que una vez se llega a una bifurcación con un árbol caído, que parece impedir que se pueda continuar por el sendero de la izquierda, que justamente es el que en unos pocos metros llega hasta la base de la cascada de la Chorranca. Pasamos el curso del arroyo que da nombre a la cascada, para coger un sendero que por la izquierda va salvando el canchal en el que se encajona el líquido elemento, hasta llegar a la parte alta del bonito salto de agua.
A los doscientos metros, el sendero se convierte en una senda, que por la izquierda del arroyo de la Chorranca aún llevaremos durante casi un kilómetro más, para en una confluencia de sendas y pistas, nosotros coger por el camino de en medio, durante medio kilómetro entre pinar, hasta llegar al camino, que ahora con rumbo sur nos llevará hasta el Chozo Aránguez. A los doscientos metros del cambio de rumbo volvemos a cruzar el citado arroyo, y tras otro kilómetro y tres cuartos de combinar el camino principal al chozo, y en algún tramo de comprobar que también por la derecha y parte baja también hay otro camino paralelo acabamos saliendo hasta la gran explanada en la que se encuentra el pequeño pero acogedor y preparado refugio de montaña.
El regreso de bajada no tiene demasiada historia, puesto que si el primer tramo desde el chozo conlleva ir salvando una densa vegetación, que bajo el pinar está formada fundamentalmente por enebros rastreros y piornos, para acercarse hasta el curso del arroyo de Peñalara que habrá que llevar unos cientos de metros por la derecha, hasta salvar primero una amplia senda y poco después volver a conectar con la pista de San Ildefonso. Pista que llevaremos durante casi novecientos metros, para acabar dejando por la derecha y así bajar entre el pinar y por caminos que igual que aparecen también desaparecen, pero sin riesgo de pérdida durante el medio kilómetro que nos saca de nuevo a una amplia curva de la pista asfaltada. Un cuarto de kilómetro después vemos por la derecha el letrero “escrito a mano” y un poco más allá la fuente de la Cruz de Alastas.
Doscientos metros después llegamos hasta el inicio de la circular de hoy. Medio kilómetro más adelante volvemos a salvar el arroyo Peñalara por el puentecito de madera ya citado; y desde ahi hasta el final tan sólo volvemos a desandar lo que unas horas antes hicimos por la mañana y con bastante más fresco que ahora.
AVISO: Se entiende, que todo aquel que quiera realizar esta misma ruta, asume la responsabilidad que conlleva una actividad no exenta de posibles riesgos o incidentes, en un entorno en el que el sentido común y las circunstancias pueden marcar la diferencia entre pasar un buen día o todo lo contrario.
El Chozo Aránguez o Refugio del Pastor es uno de esos rincones a los que al menos hay que subir una vez en la vida. Y es que tiene un encanto tan particular y el entorno es de una belleza tan singular, que siempre apetece quedarse un poco más, aunque empiece a oscurecer. Y hablando de oscuridad, nosotros siempre llevamos en las mochilas un buen par de frontales, que aunque tan sólo hemos tenido que utilizar en tres o cuatro ocasiones (aún recordamos la última travesía que hicimos con un par de amigos, en la que combinando coches, partimos desde la entrada al Hayedo de Montejo, para hacer buena parte de la cuerda del Tres Provincias y Pico del Lobo, hasta llegar al pueblo de Riofrío de Riaza ya de noche desde una hora antes) cuando se necesita luz para poder progresar, y el terreno lo requiere es cuando más valor se le da al hecho de llevarlo siempre, por si las moscas. Dicho refugio se encuentra a casi mil novecientos metros de altitud, al resguardo de los vientos del noreste, ya que está en la misma base del macizo de Peñalara, que se eleva por encima de éste aún casi quinientos metros más. Son varias las opciones de subida que hay desde la vertiente segoviana, que en principio sería la más natural, por encontrarse también en la vertiente oeste del citado macizo. Pero también se puede hacer una circular a todo el macizo del Peñalara, saliendo desde Cotos y pasando por el Chozo Aránguez, sin necesidad de realizar la cuerda.
No hace mucho que salíamos desde el CENEAM de Valsaín, y por eso hoy hemos salido desde el área recreativa de Los Asientos, que al igual que la Boca del Asno, ésta también se encuentra junto al curso del río Eresma. Se cruza, frente al mismo aparcamiento la carretera CL-601, y rápidamente se encuentra una cerca de alambre que tiene un par de opciones para pasarla. Rápidamente salvamos un par de amplias praderas, Praderones Altos, en los que un buen número de vacas pastan plácidamente la hierba fresca, así como la paja que allí les han echado. Con rumbo este, y a los dos kilómetros y cuarto salvamos por un pequeño puente de tablones de madera el arroyo de Peñalara. Medio kilómetro después llegamos a la Fuente del Ratón, que a pesar de lo seco que está siendo el otoño, es extraño que no lleve un caño de agua fresca.
Al poco más de medio kilómetro cruzamos la pista asfaltada de San Ildefonso, para seguir con el mismo rumbo este durante un kilómetro y medio más, por una senda que aumenta la pendiente de subida, y que una vez se llega a una bifurcación con un árbol caído, que parece impedir que se pueda continuar por el sendero de la izquierda, que justamente es el que en unos pocos metros llega hasta la base de la cascada de la Chorranca. Pasamos el curso del arroyo que da nombre a la cascada, para coger un sendero que por la izquierda va salvando el canchal en el que se encajona el líquido elemento, hasta llegar a la parte alta del bonito salto de agua.
A los doscientos metros, el sendero se convierte en una senda, que por la izquierda del arroyo de la Chorranca aún llevaremos durante casi un kilómetro más, para en una confluencia de sendas y pistas, nosotros coger por el camino de en medio, durante medio kilómetro entre pinar, hasta llegar al camino, que ahora con rumbo sur nos llevará hasta el Chozo Aránguez. A los doscientos metros del cambio de rumbo volvemos a cruzar el citado arroyo, y tras otro kilómetro y tres cuartos de combinar el camino principal al chozo, y en algún tramo de comprobar que también por la derecha y parte baja también hay otro camino paralelo acabamos saliendo hasta la gran explanada en la que se encuentra el pequeño pero acogedor y preparado refugio de montaña.
El regreso de bajada no tiene demasiada historia, puesto que si el primer tramo desde el chozo conlleva ir salvando una densa vegetación, que bajo el pinar está formada fundamentalmente por enebros rastreros y piornos, para acercarse hasta el curso del arroyo de Peñalara que habrá que llevar unos cientos de metros por la derecha, hasta salvar primero una amplia senda y poco después volver a conectar con la pista de San Ildefonso. Pista que llevaremos durante casi novecientos metros, para acabar dejando por la derecha y así bajar entre el pinar y por caminos que igual que aparecen también desaparecen, pero sin riesgo de pérdida durante el medio kilómetro que nos saca de nuevo a una amplia curva de la pista asfaltada. Un cuarto de kilómetro después vemos por la derecha el letrero “escrito a mano” y un poco más allá la fuente de la Cruz de Alastas.
Doscientos metros después llegamos hasta el inicio de la circular de hoy. Medio kilómetro más adelante volvemos a salvar el arroyo Peñalara por el puentecito de madera ya citado; y desde ahi hasta el final tan sólo volvemos a desandar lo que unas horas antes hicimos por la mañana y con bastante más fresco que ahora.
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