Llosa de Camacho. Castillo de Aixa. Castellet de l'Ocaive. PR-CV-53 y variantes.

El castillo de Aixa era un castillo de la época musulmana, probablemente del siglo XI o principios del XII y relacionado con una alquería existente por entonces en la zona; estaba situado en la parte más elevada de la Sierra del Castellet de la Solana, también llamada de Aixa o de Beniquasi, en el término municipal de Alcalalí, en terrenos que fueron del dominio de Al-Azraq, y que se quedaron totalmente despoblados tras la expulsión de los moriscos. Lo que queda actualmente de este castillo, en ruina muy avanzada, es muy escaso: algunos muros, basamentos y los restos de una torre rectangular, pero las vistas siguen siendo magníficas, y el lugar es accesible desde diversos puntos, que hemos ido conociendo a lo largo de los años: la fuente de la Tía Xima, Llíber, Jalón o Pedreguer, al que hoy añadimos la Llosa de Camacho.
El PR-CV-53. con sus variantes, es la base de un grupo de interesantes recorridos por la Sierra del Castellet de la Solana, rodeando el Barranco de la Font d'Aixa, que permite explorar no solo el trazado puntual del recorrido previsto, sino también valorar posibles alternativas de cara a nuevas variantes en el futuro (o a incorporar a este, si en la exploración local nos parece interesante el cambio). Varios días antes de hacer la ruta teníamos previsto hacer un recorrido diseñado en base a dos rutas presentadas por iarribas (6146065) y Paucolomina (39649196), pero en el último momento encontramos la excelente ruta presentada por Taitaners (58203178), que se ajustaba perfectamente a lo que buscábamos, así que pensamos utilizarla, en sentido contrario al propuesto y con algunas modificaciones para buscar algunos puntos de salida alternativa sobre la marcha.
Para llegar al punto de salida, desde Jávea, nos dirigimos a Pedreguer, siguiendo después por la CV-720 hacia la Llosa de Camacho, donde a la entrada de la población salimos por la izquierda para subir a un amplio aparcamiento existente en las cercanías del cementerio, donde dejamos el coche e iniciamos la caminata.
La ruta se inicia siguiendo una pista asfaltada que se orienta hacia el sur, en busca de la ladera caliza de la sierra, que a este nivel se ofrece como un magnifico muro casi vertical. No llegaremos a ese muro, a unos 650 metros del comienzo, la pista gira a la izquierda y en el ángulo encontramos la salida de un sendero (parte del PR-CV-53), donde accedemos a la ruta circular que seguiremos durante buena parte del recorrido. En la primera parte de ese recorrido por la base de la montaña estaremos precisamente bajo las zonas más altas de la Sierra, con el Castillo de Aixa en la parte más elevada, y con unas impresionantes paredes rocosas que se desploman casi en vertical hasta nuestra altura; por aquí, alternando zonas de pista no asfaltada y estrecho sendero, recorreremos unos 1200 metros hasta llegar a la unión con el camino de La Costera, para seguir después 1 km más hasta llegar al Barranco de la Solana, donde volvemos a cruzarnos con otro camino que sube desde el valle. Aquí la altura de las paredes rocosas ha disminuido mucho, y la vegetación pasa a dominar, el sendero que hasta aquí discurría casi en horizontal empieza a ascender y pronto llegaremos a un cruce en la Umbría de la Llosa, donde poco más adelante encontraríamos la Fuente de la Tía Xima, aunque nosotros giramos en el cruce hacia la izquierda, para iniciar el ascenso hacia el primer relieve de la Sierra: La Solana, a 471 m de altura, en un cómodo ascenso.
Tras pasar la Solana emprendemos la bajada al pequeño barranco que la separa de la siguiente cima: Las Peñas de Gadea, que llegan a 558 metros y serían la entrada lógica hacia una ruta por la cresta de la Sierra, que seguramente se puede hacer pero no hemos visto descrita en ninguna parte. Pero, además, cuando llegamos al lugar donde nuestra ruta gira a la izquierda vemos que de ese punto sale también un bien marcado sendero, con una clara X marcada en el suelo, que asciende hacia la cresta de la montaña; más aún, hace mucho viento, que al entrar por una zona del cresterío que asciende hacia las peñas produce un ruido muy notable, que recuerda a esos sopladores que hemos visto en algunos mares embravecidos; el viento no lo hace recomendable, pero ¿Acaso se necesita mucho más para intentar explorar un sendero alternativo?. Para allá vamos, y a medida que ascendemos el viento se percibe con más fuerza y, cuando ya estamos a media altura, dejamos de ver un trazado claro por donde continuar sin la guía del GPS; luego, al revisar los mapas grabados por satélite parece que hemos abandonado la ruta directa por la cresta, que debiera haber permitido llegar hasta la cima, siendo dudosa la posibilidad de continuar después (he ahí un bonito desafío para los montañeros agresivos, que seguro pueden pasar sin grandes problemas para llegar directamente a Aixa). Sabemos más que antes y el lugar es bonito, pero toca dar la vuelta, alcanzar de nuevo el PR, y seguir hacia el barranco que se forma entre las Peñas de Gadea y el Tossal Gran, donde encontraremos un pozo de agua, para alcanzar el Collado de Aixa, a cuyos pies vemos ahora el gran Barranco de la Font d'Aixa, girar a la izquierda y ascender hacia el Castillo de Aixa, a 607 metros de altitud y con unas extraordinarias vistas. El acenso es moderadamente exigente, sin complicaciones notables, y la cima un buen sitio para beber y comer algo, aunque el viento frío aconseja no quedarse mucho tiempo.
A partir de aquí sí seguimos la cresta de la Sierra, hasta prácticamente su final en la Montaña de Pedreguer. La parte inicial esta orientada en dirección sur a norte, para bajar unos 100 metros, hasta colocarnos al nivel de 500-520 metros, cuando giraremos a la derecha, para seguir en dirección este y casi en llano durante unos 1600 metros, encontrando un pozo de agua hacia la mitad, hasta iniciar el lugar donde empezamos a descender hacia el Castillo del Ocaive, siguiendo el PR-CV-53.3. Giramos a la izquierda, en dirección al Ocaive, y algo más adelante encontramos un precioso y bien mantenido pozo de agua de piedra en seco. Seguimos descendiendo, en una zona con bastante pendiente en la que conviene tener cuidado, hacia un pequeño collado en el que hay un cruce de senderos: por la derecha se puede bajar hacia la fuente de la Ombrereta y Pedreguer, mientras que por la izquierda seguiremos en dirección al castellet de l'Ocaive, por el PR-CV-53.4. Poco más allá encontraremos un indicador de madera, donde la palabra Aljub se ha hecho casi invisible, mientras una inscripción que dice Carl estuvo aquí es más identificable; el indicador marca un corto sendero que nos llevará hacia un excelente pozo de piedra en seco, que merece la pena visitar.
Vueltos al sendero, el castellet marca el interés de la zona, con su rehabilitación aparentemente terminada, aunque no se han retirado aún los materiales utilizados en ella. Ya hemos estado dentro, así que no volvemos a entrar. Seguimos adelante, por el PR que nos llevará hacia La Llosa, y que da una vuelta hacia el norte para permitirnos ver el cortado de la cara oeste del pico del castellet, donde hay varias cuevas. Seguimos adelante, en una zona de continuo sube y baja, para llegar a la Font del Ocaive, donde el sendero cruza por la entrada de una casa particular antes de llegar a la Fuente. Le preguntamos al propietario, muy amable, por la manera de continuar hacia La Llosa y nos indica el camino que sigue hacia la izquierda, advirtiéndonos de que va a la carretera y por ella a La Llosa. Seguimos un rato por ella y nos encontramos un fantástico ejemplar de algarrobo, con el interior hueco pero el árbol bien vivo, en una zona de huertas muy bonita. Aquí vuelvo a mirar el GPS y me doy cuenta del error: deberíamos ir hacia el cementerio, donde tenemos el coche, y no por donde vamos, así que volvemos atrás y seguimos el PR-CV-53 en dirección oeste, en una zona de cierta exigencia por la pendiente, hasta llegar a la salida del cementerio, donde encontramos nuestro coche y finaliza la ruta.
En conjunto una ruta fantástica, con dos añadidos imprevistos pero que pueden ser tenidos en cuenta si no se desea disminuir en lo posible la longitud y desnivel total acumulados de la ruta, Buen calzado de montaña, bastones, abundante agua (hoy menos necesaria por las bajas temperaturas) y algo de comida (es una ruta de cierta exigencia) son recomendables. Hay algunos puntos de cierta exigencia técnica, no más de moderada, fundamentalmente en bajadas, pero no es una ruta para personas no entrenadas o con mala forma física. Para nosotros, posiblemente la mejor ruta de la zona, pero seguro que quien pase por la directa desde las Peñas de Gadea al Castillo de Aixa dejará para el recuerdo una ruta aún mejor.