Llaos de Baucín - Picos de Fernán Pérez - Sesteadero del Buey del Fraile (Omaña)
near Fasgar, Castilla y León (España)
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Itinerary description
Ascensión a la Sierra de Gistredo en la comarca leonesa de Omaña, con un recorrido circular desde Fasgar, por los Llaos (lagos) de Baucín, los Picos de Fernán Pérez y la cumbre del Sesteadero del Buey del Fraile, con regreso a Fasgar desde el Collado Campo, por la Cuesta de Occidiello.
Fasgar (1.320 metros) - Llaos de Baucín (1.882 metros) - Collado Arca del Agua (1.972 metros) - Picos de Fernán Pérez (2.063 metros) - Sesteadero del Buey del Fraile (1.904 metros) - Collado de Campo (1.641 metros) - Fasgar (1.320 metros).
Por la autopista A-66 dirección León, hay que salir a la altura del peaje de La Magdalena y continuar por la carretera comarcal LE-493 que se dirige a Murias de Paredes. Sin llegar a esta localidad, seguir en Aguasmestas a la izquierda por la LE-4402, que siguiendo el curso del río Vallegordo, nos conduce en unos 14 kms a Fasgar, que es además final de carretera. En el centro del pueblo, hay una amplia plaza donde se puede dejar el vehículo.
Cruzando el río, salimos del pueblo hacia el Sureste, por un camino que en ligera ascensión y después de cruzar la reguera de Buzobrín, enlaza en poco mas de 1 km, con otro mas ancho que procede de Vegapujín, la localidad anterior a Fasgar. El camino asciende abierto entre el abedular de La Guariza (del que se dice es el mayor de Omaña), cruzando de nuevo el cauce de la reguera. A la salida de él, desaparece el camino y debemos de subir una pradera que de nuevo nos introduce en el bosque. El sendero, muy húmedo y con una numerosa población de molestas moscas, continua bosque arriba hasta que se desvía a la derecha, siguiendo las indicaciones de unas flechas amarillas, que indican la dirección habitual y mas fácil para llegar a los lagos.
En nuestro caso, dejamos esa opción y continuamos en linea recta por el inmenso canchal rocoso, fruto de sucesivas glaciaciones, que descienden de la abrupta cara norte de Peña Cefera (2.012 metros), que nos queda al frente. Mientras vamos subiendo por él, a nuestra derecha quedan los cantiles de las Peñas Porrinas, por las que discurre una antigua y casi imperceptible canalización romana, que aprovechaba el agua de los lagos y la hacia descender conducida, hacia unas explotaciones auríferas, ubicadas valle abajo en Barrio de la Puente.
Ya no llevamos sendero definido, solo algunos jitos nos indican la buena dirección, mientras nos vamos acercando a la derecha del canchal, para encontrar un canalizo que se percibe asequible asequible y del que podemos tomar como referencia, un grupo de 3 o 4 pequeños abedules que vemos en su parte superior. La subida es segura y sencilla, pero una vez acabada la roca, nos encontramos con un pequeño tramo de escobas (unos 15 o 20 metros) que hemos de salvar con esfuerzo, para cruzar el grupo de abedules y salir a una plataforma (1.760 metros) ya limpia de vegetación, desde donde vemos el último tramo que nos queda por superar, antes de alcanzar los Llaos de Baucín.
Cruzamos por la limpia y transitable meseta, para ascender por una estrecha pedriza, que nos abre a los horizontes cimeros del lago mayor, de formación glaciar y emplazado frente a los derrumbes de la crestería de la sierra. Continuamos luego hacia el evidente Collado Arca del Agua, que por el Sur delimita las comarcas del Bierzo y Omaña. Ya en él, a nuestra izquierda, envuelta entre algunas nubes, se intuye la cercana cima de Peña Cefera, a nuestra derecha una pequeña, pero dura pendiente de matorral bajo, nos eleva a la amplia atalaya de los Picos de Fernán Pérez.
Una antecima pedregosa con dos grandes jitos, uno ellos con piedras de mármol blanco, parecen señalar la cumbre, sin embargo hay que seguir unos metros hacia Norte, justo al borde del cortado, para llegar a su punto culminante. Un destartalado buzón de tarjetas lo señaliza, soldado al tubo vertical, de lo que en su momento debió ser una cruz y ahora se quedó en una L invertida, como reflejo de la extendida tendencia, de eliminar las cruces de las montañas.
El panorama desde la cumbre es de valles y horizontes infinitos, los derrumbes nos permiten ver los tres Llaos de Baucín y mas hacia el valle el abedular de La Guariza, con las cumbres de La Babia señalando el Norte. Hacia el Este continua el cordal de la Sierra de Gistredo, con el último 2.000 en la Peña Cefera, antes de ir declinando hacia Riello y La Magdalena. Hacia el Sur todo el Bierzo a nuestro alcance, con el gran Teleno señalando su frontera y hacia el Oeste las cumbres de la cuenca del Sil, con la figura piramidal del Catoute emergiendo sobre ellas.
Descendemos siguiendo el cordal hacia el Suroeste por un definido y lomero sendero, intuitivo, jitado y fácil de seguir, a través de un terreno mixto en el que predominan gencianas y brezos en floración. Mientras nos vamos acercando a la redondeada figura del Sesteadero del Buey del Fraile, queda a nuestra izquierda y en fondo del barranco del rio Boeza, Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, lo que es el pueblo con el nombre mas largo de España.
Un enorme jito de piedras planas, señalizan la cumbre de esta singular montaña, en la que encontramos una tarjeta de agosto del 2019, dentro de un tubo plástico escondido entre las piedras del monolito, ¡casi un año sin recogerla!.
El sendero continua en principio por la pedrera, para seguir descendiendo entre brezales hacia el Collado de Campo, mientras nos queda a la vista y en toda su extensión el espléndido Campo Santiago. Valle glaciar de unos dos kms de longitud, en el que según crónicas, en el año 987 se produjo una batalla de las tropas del rey Ramiro II, con victoria sobre el ejército moro de Almanzor, en su intento de conquistar el norte de la península. En recuerdo de ello se construyó la ermita de Santiago Matamoros, emplazada al principio de la preciosa vega, por la que circula además, el llamado Camino Olvidado de Santiago.
Mientras seguimos bajando por el sendero, tenemos que ir obviando algunas desviaciones, que hacia la izquierda nos llevarían hacia el Campo Santiago, fijando nuestro rumbo en los numerosos jitos que conducen al Collado de Campo. Una vez en él, enlazamos con la pista que a la derecha nos lleva por la Cuesta de Occidiello, en unos 4 kms a Fasgar, punto de partida de nuestro recorrido. No sin antes hacer un alto en Las Fuentes, peculiar fuente de tres chorros, que nos queda a la orilla del camino.
Fasgar (1.320 metros) - Llaos de Baucín (1.882 metros) - Collado Arca del Agua (1.972 metros) - Picos de Fernán Pérez (2.063 metros) - Sesteadero del Buey del Fraile (1.904 metros) - Collado de Campo (1.641 metros) - Fasgar (1.320 metros).
Por la autopista A-66 dirección León, hay que salir a la altura del peaje de La Magdalena y continuar por la carretera comarcal LE-493 que se dirige a Murias de Paredes. Sin llegar a esta localidad, seguir en Aguasmestas a la izquierda por la LE-4402, que siguiendo el curso del río Vallegordo, nos conduce en unos 14 kms a Fasgar, que es además final de carretera. En el centro del pueblo, hay una amplia plaza donde se puede dejar el vehículo.
Cruzando el río, salimos del pueblo hacia el Sureste, por un camino que en ligera ascensión y después de cruzar la reguera de Buzobrín, enlaza en poco mas de 1 km, con otro mas ancho que procede de Vegapujín, la localidad anterior a Fasgar. El camino asciende abierto entre el abedular de La Guariza (del que se dice es el mayor de Omaña), cruzando de nuevo el cauce de la reguera. A la salida de él, desaparece el camino y debemos de subir una pradera que de nuevo nos introduce en el bosque. El sendero, muy húmedo y con una numerosa población de molestas moscas, continua bosque arriba hasta que se desvía a la derecha, siguiendo las indicaciones de unas flechas amarillas, que indican la dirección habitual y mas fácil para llegar a los lagos.
En nuestro caso, dejamos esa opción y continuamos en linea recta por el inmenso canchal rocoso, fruto de sucesivas glaciaciones, que descienden de la abrupta cara norte de Peña Cefera (2.012 metros), que nos queda al frente. Mientras vamos subiendo por él, a nuestra derecha quedan los cantiles de las Peñas Porrinas, por las que discurre una antigua y casi imperceptible canalización romana, que aprovechaba el agua de los lagos y la hacia descender conducida, hacia unas explotaciones auríferas, ubicadas valle abajo en Barrio de la Puente.
Ya no llevamos sendero definido, solo algunos jitos nos indican la buena dirección, mientras nos vamos acercando a la derecha del canchal, para encontrar un canalizo que se percibe asequible asequible y del que podemos tomar como referencia, un grupo de 3 o 4 pequeños abedules que vemos en su parte superior. La subida es segura y sencilla, pero una vez acabada la roca, nos encontramos con un pequeño tramo de escobas (unos 15 o 20 metros) que hemos de salvar con esfuerzo, para cruzar el grupo de abedules y salir a una plataforma (1.760 metros) ya limpia de vegetación, desde donde vemos el último tramo que nos queda por superar, antes de alcanzar los Llaos de Baucín.
Cruzamos por la limpia y transitable meseta, para ascender por una estrecha pedriza, que nos abre a los horizontes cimeros del lago mayor, de formación glaciar y emplazado frente a los derrumbes de la crestería de la sierra. Continuamos luego hacia el evidente Collado Arca del Agua, que por el Sur delimita las comarcas del Bierzo y Omaña. Ya en él, a nuestra izquierda, envuelta entre algunas nubes, se intuye la cercana cima de Peña Cefera, a nuestra derecha una pequeña, pero dura pendiente de matorral bajo, nos eleva a la amplia atalaya de los Picos de Fernán Pérez.
Una antecima pedregosa con dos grandes jitos, uno ellos con piedras de mármol blanco, parecen señalar la cumbre, sin embargo hay que seguir unos metros hacia Norte, justo al borde del cortado, para llegar a su punto culminante. Un destartalado buzón de tarjetas lo señaliza, soldado al tubo vertical, de lo que en su momento debió ser una cruz y ahora se quedó en una L invertida, como reflejo de la extendida tendencia, de eliminar las cruces de las montañas.
El panorama desde la cumbre es de valles y horizontes infinitos, los derrumbes nos permiten ver los tres Llaos de Baucín y mas hacia el valle el abedular de La Guariza, con las cumbres de La Babia señalando el Norte. Hacia el Este continua el cordal de la Sierra de Gistredo, con el último 2.000 en la Peña Cefera, antes de ir declinando hacia Riello y La Magdalena. Hacia el Sur todo el Bierzo a nuestro alcance, con el gran Teleno señalando su frontera y hacia el Oeste las cumbres de la cuenca del Sil, con la figura piramidal del Catoute emergiendo sobre ellas.
Descendemos siguiendo el cordal hacia el Suroeste por un definido y lomero sendero, intuitivo, jitado y fácil de seguir, a través de un terreno mixto en el que predominan gencianas y brezos en floración. Mientras nos vamos acercando a la redondeada figura del Sesteadero del Buey del Fraile, queda a nuestra izquierda y en fondo del barranco del rio Boeza, Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, lo que es el pueblo con el nombre mas largo de España.
Un enorme jito de piedras planas, señalizan la cumbre de esta singular montaña, en la que encontramos una tarjeta de agosto del 2019, dentro de un tubo plástico escondido entre las piedras del monolito, ¡casi un año sin recogerla!.
El sendero continua en principio por la pedrera, para seguir descendiendo entre brezales hacia el Collado de Campo, mientras nos queda a la vista y en toda su extensión el espléndido Campo Santiago. Valle glaciar de unos dos kms de longitud, en el que según crónicas, en el año 987 se produjo una batalla de las tropas del rey Ramiro II, con victoria sobre el ejército moro de Almanzor, en su intento de conquistar el norte de la península. En recuerdo de ello se construyó la ermita de Santiago Matamoros, emplazada al principio de la preciosa vega, por la que circula además, el llamado Camino Olvidado de Santiago.
Mientras seguimos bajando por el sendero, tenemos que ir obviando algunas desviaciones, que hacia la izquierda nos llevarían hacia el Campo Santiago, fijando nuestro rumbo en los numerosos jitos que conducen al Collado de Campo. Una vez en él, enlazamos con la pista que a la derecha nos lleva por la Cuesta de Occidiello, en unos 4 kms a Fasgar, punto de partida de nuestro recorrido. No sin antes hacer un alto en Las Fuentes, peculiar fuente de tres chorros, que nos queda a la orilla del camino.
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