Levinco-Cantu Penes-La Guariza-Navalcoḷḷéu-Piquín de la Mota-Mota el Traviesu-Palmeyín-Cuḷḷaḷḷidia-Bariachin-Escobio-Levinco

𝗦𝗶𝘁𝘂𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗚𝗲𝗼𝗴𝗿𝗮́𝗳𝗶𝗰𝗮: Sierra de Pelúgano (Concejo de Aller)

𝗜𝗧𝗜𝗡𝗘𝗥𝗔𝗥𝗜𝗢: Levinco - Cantu Penes - El Asprón - Yana La Guariza - Colláu Navalcoḷḷéu (o Valcoḷḷéu) - Cantufoz - Piquín de la Mota - La Mota el Travieso/Mota' l Traviesu - Palmeyín/Palmeḷḷin - Cuḷḷaḷḷidia - Fuente Foyaneza - Variaḷḷin - Escobio/Escobiu - Vega - Levinco

𝗔𝗰𝗰𝗲𝘀𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗰𝗮𝗿𝗿𝗲𝘁𝗲𝗿𝗮: desde Mieres, por la A-66 dirección León hasta la salida 54 direcciones Ujo, Moreda, Turón. Aquí nos desviamos hacia Moreda y el puerto de San Isidro por la carretera AS-112 hasta Cabañaquinta; donde seguiremos por la AS-253 hasta el pueblo de Levinco

𝗗𝗲𝘀𝗰𝗿𝗶𝗽𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼 𝗮 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗶𝗿: situados en el pueblo de Levinco, en el concejo de Aller. Desde el amplio aparcamiento situado al lado de la Cancha Deportiva y Zona de Juego (460 m.), nos dirigimos al (E-SE) por la acera hasta introducirnos en las calles del pueblo que, enseguida cruzamos para acoplarnos a una pista que sele por la parte alta. Esta asciende en pronunciada pendiente, luego gira al (E) y se convierte en una amplia senda con tramos empedrados y alcanza la zona de Cantu Penes (755 m.). Al poco nos introduce entre arbolado y alcanza la cabaña de El Asprón (827 m.) y, a continuación la zona de La Yana La Guariza; donde localizamos la fuente abrevadero de La Guariza (843 m.). Giramos ahora a la derecha y por un camino pista en fuerte subida alcanzamos el Colláu Navalcoḷḷéu (o Valcoḷḷéu) - (948 m.), con una cabaña a la izquierda y la Peña Castro a la derecha. Continuamos por un marcado sendero (NO) que nos sitúa en otro collado donde hay una finca cerrada con estacas y una cabaña. Damos aquí un giro a la izquierda, y ladera arriba llegamos al Colláu de Cantufoz (1.077 m.), seguimos la marcha (NO) hasta salir a un corredor herboso giramos a la derecha, por terreno rocoso alcanzamos la arista cimera, dando vista a la otra vertiente. Seguimos la arista por terreno incómodo de caminar y alcanzamos la cima del Piquín de la Mota (1.213 m.), sacamos las fotos de rigor y seguimos rumbo. Perdemos algo de altura hasta un pequeño bosquete y, de ahí hasta la brecha El Forquéu (1.172 m.), donde enlazamos con el PR. que sube de la Collá Pelugano. Seguimos la línea cumbrera por terreno rocoso, usando las manos en alguna ocasión, llegamos al punto alto de la Sierra de Pelugano: La Mota el Traviesu (1.267 m.) coronada por un mojón de piedras. Fantástico mirador hacia Peña Mea y Peñas Negras, y desde la que tenemos una amplia vista hacia el valle del río Aller y gran parte de la Cordillera Cantábrica en el sector comprendido entre los Puertos de San Isidro y Piedrafita. Para el descenso bajamos al (N), hasta un collado (1.230 m.) entre peñas y algún trozo de vegetación, luego continuamos el descenso por la empinada ladera del monte trazando algún que otro zigzag hacia él (O) hasta desembocar en la amplia Coḷḷá de Palmeyín/Palmeḷḷin (1.070 m.), donde aprovechamos para comer el bocata en una mesa con banco... nos quedamos algo más de una hora. Nos acoplamos ahora a una pista que, en ligero descenso nos conduce hasta la restaurada cabaña de Cuḷḷaḷḷidia (969 m.), sin apartarnos de la pista principal entroncamos con otra pista que baja de la Espina (1.009 m.) y Fresnucu (979 m.), a la altura de la Fuente Foyaneza (854 m.). Nos incorporamos a ella y seguimos a la izquierda, hasta un cruce triple donde la abandonaremos por el ramal de la izquierda, pasando por Variaḷḷin y desechado un desvío por la izquierda llegamos a Escobio/Escobiu (571 m.). A continuación perdemos altura en varias curvas por un tramo asfaltado hasta que llegamos a Vega (455 m.) y, de ahí por pista hasta llegar al punto de partida en el pueblo de Levinco.

𝗡𝗢𝗧𝗔 𝗱𝗲 𝗔𝗩𝗜𝗦𝗢: El Track aquí descrito y la información que el autor aporta, son apreciaciones personales, orientativas y sin animo de lucro. Las condiciones climatológicas, lo cambiante del medio así, como la preparación física y técnica de cada persona influye en el desarrollo de la actividad. Queda a la responsabilidad de cada uno la utilización correcta del mismo. Por ello, el autor queda excluido de responsabilidad alguna, ante cualquier percance acaecido a quien por voluntad propia o inducida realice esta actividad