Levada do Caldeirão Verde. PR 9 Madeira

Hay que empezar aclarando que las levadas (del portugués levar, "llevar") son acueductos que se crearon originalmente por la necesidad de abastecer el sur de la isla de Madeira, que tiene mayor producción agrícola, pero es más seca, con agua proveniente del oeste o noroeste de la isla.

Las levadas tienen una forma en U estrecha para evitar la evaporación del agua, su pendiente es ligera y además de recoger el agua en el origen también recogen el agua de las escorrentías.

El Sendero denominado como PR.9 que hemos recorrido discurre por la Levada do Caldeirão Verde.

A pesar de lo que marca la ruta (la señal del gps es débil en algunos puntos) la distancia real es de 13 km: 6,5 km de ida y otros tantos de vuelta.

El inicio de la ruta de encuentra en el Parque Florestal das Queimadas, muy cerca de la localidad de Santana y el mismo tiene una amplia zona de estacionamiento, de pago.

La Levada do Caldeirão Verde es la segunda levada más visitada de la isla de Madeira y para mi gusto una de las más espectaculares. Es bastante llana y de poca dificultad. La levada es una auténtica obra de arte que fue construida en el siglo XVIII y discurre por montañas escarpadas y abruptas, las más altas de las isla de Madeira.

Durante todo el recorrido estaremos rodeados por Bosque de Laurisilva, de una extraordinaria belleza y que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad

En el Parque Forestal de las Queimadas se encuentra la Casa de Abrigo das Queimadas, que posee las características de las típicas casas de Santana con su espectacular tejado de paja.

Hay que destacar, entre otros árboles, los abundantes cedros, hayas, cedros de Madeira y, sobre todo, los impresionantes ejemplares de Criptomerias gigantes, una conífera de gran altura.

El camino en general no es demasiado ancho. De hecho, a veces sólo está el muro de la levada para caminar. De todas formas, no hay de qué preocuparse, pues en los tramos más expuestos existen barandillas donde sujetarse, por lo que simplemente debemos caminar atentos. En muchos tramos, las caídas son espectaculares y hay hermosas vistas, si bien, la densa vegetación que nos rodea en algunos tramos sólo nos permitirá ver la levada.

Tras pasar por cuatro túneles excavados en la roca (es recomendable llevar una linterna) se ve Caldeirão Verde a la izquierda de la levada. Unos minutos más tarde, hay un desvío por el que se sube a la misma… una impresionante cascada de más de 100 metros… las fotografías no hacen justicia al lugar.

Para regresar, simplemente debemos desandar el camino.

¡¡Ruta imprescindible de Madeira!!