LEÓN: La Silla, La Carda y Pico Feliciano por el hayedo de La Boyariza

Ruta bien molona en solitario por la zona de Geras de Gordón, en cuyos alrededores se pueden hacer mogollón de caminatas de más o menos dificultad, con una señalización envidiable y… bueno, mantenimiento algo mejorable en algún punto en cuanto a desbroce de escobas sobre todo.

Dejo el coche más o menos 1 kilómetro antes de llegar a Geras, donde salen varias rutas por un camino tallado en roca en sus primeros metros. Al poco llegamos a una bifurcación… y tenía capricho de echar un vistazo a la Foz de Meleros, espectacular paso con grapas de metal y escaleras de metal. Me picó el gusanillo y subí las primeras grapas, manteniendo el vértigo a raya bastante bien. Sin embargo el río bajaba con cierto caudal y las rocas estaban extremadamente resbaladizas, así que no me planteé seguir yo solo y volví a la bifurcación.

Siguiendo un camino en el mapa que resultó muy bueno, se va paralelo al arroyo de La Boyariza, atravesando el hayedo homónimo ya con un manto espeso de hojas secas en el suelo que hasta cierto punto hacían más trabajoso el caminar. Tras un bonito kilómetro de robles, hayas, musgo y líquenes, llegamos al Collado Collarriondo a los pies del Cellerón (que habíamos subido otro día); ahí se gira a la izquierda para subir otro tramo de hayas bastante empinado. La verdad es que perdí el conato de sendero que seguía y subí por donde mejor me pareció hasta la cima de La Silla, con algún tramo realmente pindio como para apoyar las manos para no resbalar. Aquí ya se vio que la nube estaba baja y no tuve vista decente alguna en ninguno de los picos. Pero como la lluvia no llegaba, seguí.

Corta bajada y corta subida para coronar La Carda, desde la cual bajé más o menos directo hasta el camino que recorre la vega que hay en la base, en un tramo de ir con precaución para no resbalar. Unos metros más adelante, como la lluvia seguía sin llegar, decidí rodear un poco por la siguiente vega, que lleva a un sendero no muy claro al principio aunque luego se sigue bien, y que va por la ladera a nuestra derecha en suave ascenso hasta la loma que seguiré hasta la cima del Pico Feliciano. Esta subida es bastante entretenida, aunque muy deslucida en esta ocasión por la nube alrededor.

La bajada del Feliciano es también empinada y no encontré camino claro, así que viendo el collado donde había que llegar fui por donde parecía más libre de escobas sin mayor problema. Existe la posibilidad de volver por la Foz de Meleros (que no había subido por la mañana), pero obviamente opté por buscar a la derecha un sendero que cruza otro espectacular hayedo (La Huerga) sin más dificultad que evitar resbalones. Una chulada, y con vistas de los valles delimitados por crestas de roca impresionantes alrededor según avanzamos.

Saliendo del bosque en un pequeño colladín, el sendero gira a la izquierda para ir a buscar el arroyo Meleros, que cruzaremos y sólo queda desandar el primer kilómetro del día.

Como digo el tiempo estropeó algo la ruta, pero resultó muy entretenida y con un entorno espectacular sobre todo por los bosques, incluso ya muy avanzado el otoño. Con sol debe de ser impresionante, con vistas hasta de las Ubiñas… y queda pendiente intentar la Foz de Meleros, claro. La dejo moderada porque, si bien no hubo trepadas, sí que pasé por varios sitios de apoyarse, y avanzar a ciegas por el bosque. No encontré fuentes… ah, y comprar un chorizo en Geras al terminar fue otro aliciente.