Lekeitio-Lumentza-Isla de Garraitz-Mendexa-Ondarroa-Playa de Saturrarán

Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 33:

Retomamos la marcha por mi Vuelta a Euskadi, yendo a la costa, concretamente a la localidad vizcaína de Lekeitio. Nos dirigimos hacia la playa de Isuntza, aunque antes, nos desviamos a la derecha para ascender por un estrecho camino de cemento al principio, y por senda natural después, para llegar a lo alto del pequeño monte Lumentza. Desde aquí hay una magnífica vista de 180° del pueblo, la costa y de la bonita isla de Garraitz.

Volvemos por el mismo sendero, aunque al salir de dicho camino, cogemos otro desvío que nos lleva hacia la iglesia y plaza del ayuntamiento. Desde aquí accedemos directamente a la playa de Isuntza, el cual decidimos adentrarnos.

Como vimos que la marea estaba baja, y que el camino que accede a la isla de Garraitz estaba transitable, decidimos cruzarlo e ir a lo alto de dicha isla. Tened cuidado aquí, ya que el firme patina y mucho, aunque se puede andar perfectamente con cualquier calzado, siempre y cuando vayáis lentos y a paso seguro. En marea alta es imposible pasar por aquí, el agua lo cubre todo, así que también estad atentos a los horarios de las mareas, para no quedaros atrapados cuando queráis volver de la isla.

Subimos por una escalera, y luego por un estrecho sendero con algo de barro y roca en el firme, y enseguida llegamos a lo alto de la isla de Garraitz. Preciosas vistas de casi 360°, pudiendo ver el pueblo y su puerto, además de las 2 playas de la localidad.

Volvemos por el mismo camino con cuidado de no patinar, y luego, en vez de pasar de nuevo por la vía de acceso, decidimos ir hacia la playa de Karraspio. Para ello, hay que cruzar un pequeño tramo donde cubre el agua hasta las rodillas, así que si queréis pasar por aquí, os recomendaría llevar unas chanclas y toalla, para secaros los pies y no tenerlos perdidos de arena.

Atravesamos la playa y llegamos al paseo peatonal. Ahora, nuestro siguiente objetivo es ascender al término municipal de Mendexa. La verdadera idea era llevar a su núcleo principal, pero sin querer nos pasamos de largo, y solo visitamos varios barrios secundarios.
PD: Varios meses después, he vuelto a la zona para ver, ésta vez si, el municipio de Mendexa al completo. Adjunto waypoint y fotos, y de paso, unas pocas más de Lekeitio.

Para ello, en un cruce, giramos a la izquierda, y subimos por una carretera.
Más adelante, nos desviamos a la derecha, aún por asfalto pero ya sin tráfico, hasta llegar al camping de Leagi. Cogemos un desvío a la izquierda, y enseguida llegamos al barrio del mismo nombre.

Luego, hacemos un triple giro derecha-izquierda-derecha. Es en el último giro donde entramos por una senda de tierra y hierba, guiándonos por las señales y marcas del GR 123, que nos indican el camino hacia nuestro destino, el municipio de Ondarroa.

Desde aquí, ya vemos a lo lejos el pueblo de Mendexa, pero seguimos nuestro camino directos al pequeño barrio de Iturreta. Volvemos a ir por pista asfaltada, aunque rápidamente lo abandonamos yendo a la derecha, para adentramos por un bosque.

En las zonas donde había mucha arboleda, el sendero estaba bastante embarrado y encharcado, por culpa de las recientes lluvias. No obstante, se pueden evitar yendo por los laterales o dando un salto.
De aquí en adelante, seguimos a rajatabla las marcas del GR, hasta salir del bosque.

Volvemos a andar sobre asfalto, llegando esta vez a la ermita de San Lorenzo, situado en el barrio de Asterrika.
Seguimos un buen rato sobre esta pista, hasta que al fin, iniciamos el descenso hacia Ondarroa, haciendo largos giros de derecha a izquierda.

Llegamos a la iglesia y a la plaza del ayuntamiento. Cruzamos uno de sus puentes, y en vez de ir a la parada de bus y concluir la ruta, como íbamos bien de tiempo, decidimos pasar por otro lugar que bien merece la pena visitar, la playa de Saturrarán.

Caminamos por el paseo, hasta llegar a dicha playa. Nos dirigimos hacia los enclaves rocosos que hay al fondo, pertenecientes a unos largos y antiguos acantilados, con unas líneas curvas y agrestes, conocidos como el Flysch.

Después de visitar este bello lugar, volvemos a Ondarroa, y esta vez si, nos dirigimos a la parada de bus, donde finalizamos esta sencilla y preciosa ruta. Muy recomendable.


El tiempo total dedicado a la ruta ha sido de 7h y 30 minutos, habiendo ido a un ritmo lento y realizando bastantes paradas.