Karst de Las Tuerces desde Villaescusa de las Torres y Cueva de Los Franceses

Nos dirigimos hasta Villaescusa de las Torres, término municipal de Aguilar de Campoo, situado al noroeste de Palencia, limitando con Cantabria y Burgos para recorrer el magnífico Espacio Natural de las Tuerces. Nuestra primera sorpresa, en este caso desagradable, es encontrarnos completamente derruido el puente que salva el río Pisuerga y por el que se accede al pueblo. Optamos por pasar el puente a través de los enormes cilindros metálicos resbaladizos, lo cual resulta difícil y además peligroso. Una vez al otro lado del puente, junto a un área de esparcimiento hay una serie de paneles informativos sobre este lugar tan peculiar. Las Tuerces pertenece al Geoparque de Las Loras, donde están representadas las gran mayoría de las formas de relieve del modelado Kárstico como cañones, lapiaz, lenar, dolinas, cuevas, simas o torcas y surgencias entre otras. Las Tuerces se trata de un Karst del Cretácico Superior (de 100 hasta aproximadamente 66 m.a.) en su último estadío de evolución, con su característico paisaje ruiniforme. Se ha originado siguiendo la Geomorfología kárstica característica según la cual el agua de lluvia se mezcla con el dióxido de carbono del aire formando el ácido carbónico que disuelve los carbonatos (calizas y dolomías, estás últimas algo menos) lentamente formando diversas formas, antes citadas, del complejo kárstico. Una vez disuelto el carbonato las aguas se enriquecen en calcio y bicarbonato hasta estar muy saturadas. Estas aguas durante su circulación en el interior del Karst sufren cambios de presión o temperatura lo que hace que el calcio precipite formando estalactitas-estalacmitas, edificios tobáceos y otros depósitos que en conjunto se denominan espeleotemas.
Comenzamos la ruta pisando los materiales más antiguos, del triásico superior, y de origen fluvial, sobre los que se fueron depositando materiales de transición y marinos, tras una larga Transgresión Marina, después todo el conjunto sufrió un plegamiento y las Tuerces quedaron como un sinclinal colgado formado por carbonatos de origen marino más recientes. Vamos ascendiendo por un estrecho sendero, cruzando la fuente de San Pedro, cuyas aguas manan de las entrañas del complejo kárstico y rápidamente al ganar altura nos adentramos en un auténtico laberinto de rocas, con formas caprichosas, en forma de setas, puentes y arcos naturales. Estas formaciones rocosas están formadas por materiales más duros como las calizas y dolomías que sobresalen, sobre otros más blandos y erosionados como las margas, areniscas y arcillas. Vamos serpenteando los diferentes senderos hasta alcanzar su emblemática Peña Mesa coronada por una cruz, pudiéndose acceder a ella, requiriéndose conocimientos de escalada y material. Alcanzamos la parte más alta del Karst: 1081m, conocida como Cornisoto. Desde la parte más periférica tenemos unas magníficas vistas de Aguilar de Campoo y su embalse, así como al fondo los picos nevados de la montaña Palentina. Retomamos la senda para terminar en una pista que bordea un pinar que nos acompañará hasta llegar de nuevo al pueblo y punto de partida. De aquí nos dirigimos en coche hasta las inmediaciones de Revilla de Pomar para visitar una de las cuevas más emblemáticas del Geoparque de Las Loras, la Cueva de Los Franceses a la cual se accede a través de un túnel artificial horadado en la roca caliza del páramo. En su interior recorremos unos 500 metros de pasarelas por un complejo kárstico sorprendente y maravilloso, con impresionantes mantos, estalactitas, estalagmitas, columnas perfectas, grandes mantos y coladas, pozos, techos semihundidos y la abertura natural de la cueva, visible desde el exterior. los juegos de luces sobre las espectaculares formaciones geológicas, realzan aún más su fantasmagórica belleza y suntuosidad.
Detrás del edificio de entrada a la cueva, a unos metros a la izquierda, vemos un redondo muro de piedras que protege una rejada sima de unos 8 metros que va a dar a la Sala de los Mártires de la Cueva, lugar donde se supone encontraron los restos de soldados franceses durante la Guerra de la Independencia Española, de ahí el nombre de la cueva. Continuamos en línea recta durante 1 km atravesando el páramo de la Lora de Valdivia bordeando alguna dolina para encontrar el Menhir de Canto Hito: monumento megalítico en roca caliza de 3,25 m de altura y 0,80 m de ancho bordeado por cantos describiendo un círculo. Regresamos de nuevo al parking situado frente al edificio de entrada de la cueva y damos por finalizada la ruta.