Lanjarón-Camino de la Sierra - Castañar de Patatun - El Tello . Regreso por Acequias Montalbán, Cecarta y Aceituno

Ruta Lanjarón – Castañar Patatún – El Tello – Acequias
Distancia total recorrida: 15,2 Kilómetros
Tiempo total empleado: 6 horas.
En esta ruta ascenderemos por el valle del rio Lanjarón, descubriendo en sus laderas tesoros escondidos, centenarios castaños, un paisaje agreste aprovechado por las gentes desde hace muchos años y donde aún podemos ver restos de esa vida tradicional en sus construcciones y en el aprovechamiento del agua, encauzándola a través de acequias para llevar la vida a las huertas y cultivos.
Comenzaremos la ruta junto al Museo del agua y la Ermita de San Sebastian, a las afueras de la población. Comienza el camino por la orilla izquierda del rio, en el puente que cruza la carretera, donde se encuentra un panel con alguna explicación de la ruta. Pronto dejaremos la pista y tomaremos el Camino de la Sierra, un camino empedrado y empinado que nos va a ir zigzagueando mientras tomamos altura. Estos primeros 600 metros hay que tomárselos con calma, pues la pendiente es fuerte, aunque no dejaremos de subir se va haciendo más llevadera y aprovecharemos los descansos para tomar aliento para echar la vista atrás y comprobar cómo vamos dejando abajo la población. Siguiendo la ruta pasaremos por zonas de chumberas, antiguos cortijos y comprobaremos los estragos que hace años causo el fuego en esta zona, dejando arrasado lo que fue un frondoso bosque de castaños. Antes de llegar al Castañar de Patatún, donde aún se conservan algunos ejemplares de buen porte, si el día está claro podemos echar la vista atrás y ver el embalse de Rules e incluso el mar Mediterráneo. Y hacia delante las cumbres, en invierno nevadas, del Cerro del Caballo. Hasta el Castañar hemos tardado 1 hora 25 minutos, aproximadamente 3 kilómetros. Existe una pequeña fuente en este lugar y podemos echar un rato más largo. Seguimos el camino y a unos 328 metros veremos una vereda que desciende hacia el rio, señalizada con un pequeño hito, esta será la desviación que tomaremos cuando volvamos, de momento seguimos hacia arriba. Pasamos por las ruinas de un antiguo cortijo, dónde un cartel explicativo nos introduce sobre la arquitectura tradicional, justo antes de encontrar en nuestro camino la acequia Mezquerina, la pasamos y continuamos hacia El Tello por un camino algo más estrecho. Pasamos junto al Cortijo Vadillo, con la casa bastante rehabilitada y su antigua era. Enfrente vemos la ladera mucho más escarpada con sus paredes rocosas y alguna que otra cascada nos sorprende. Seguimos camino, que está perfectamente indicado en los puntos dónde podría darse alguna confusión, siempre hacia Tello. Alguna otra construcción rehabilitada que ha conservado las formas tradicionales nos salen al camino, hasta llegar al punto 16, donde deberemos girar a la izquierda para descender hacia el rio. Desde el cortijo Vadillo hasta este punto aproximadamente 950 metros.
Cruzamos el puente y veremos un cartel que nos indica hacia el frente subiendo, El Tello. Nosotros en principio teníamos la intención de llegarnos hasta las casas, pero desistimos de realizar la última subida debido a la amenazante actitud de un perro en medio del camino. Este paraje fue un área de experimentación forestal desde mediados del siglo XX. Aún quedan en pie algunos ejemplares de Secuoyas, testigos de la antigua grandeza del lugar y en la actualidad se usa de refugio. Dimos pues media vuelta y al llegar a la indicación torcimos a la izquierda para andando por el lateral de la acequia recorrer los 280 metros hasta el punto dónde se inicia la Acequia Nueva, en esta estación el rio estaba rebosante y el lugar impresionaba, se trata de una acequia de careo.
Volvemos sobre nuestros pasos, cruzaremos de nuevo el puente y desandamos el camino hasta el mencionado punto 21, para girar a la derecha y andar por una pequeña senda, que nos va a llevar hasta las inmediaciones del rio. Tendremos que pasar por una zona rocosa antes de descender al cauce y ver el tosco puente sobre el rio y pasar a la otra orilla para seguir el camino que nos subirá a la acequia Montalban. Seguiremos por la orilla de esta, con algunos pasos protegidos debido a su riesgo. Alguna cascada se desprende desde lo alto de la acequia Nueva, llegado al punto 26 descenderemos hacia los depósitos de agua, y volveremos a retomar la acequia. Abajo veremos una granja de cabras, si queremos hacerlo más corto hay que descender dejando la granja a la izquierda y salir al camino inferior. Nosotros seguimos el camino y la acequia Cecarta entre bancales y castaños, abriéndosenos el paisaje de Lanjarón. Vamos acercándonos a la población pero aún estamos bastante elevados, llegaremos a una pista que nos irá descendiendo poco a poco entre fincas, cortijos y estupendas casas, Al final saldremos a la intersección con la pista que asciende hasta la zona recreativa del Huerto de las Monjas, nosotros seguiremos por la derecha otros 350 metros para dejar esta carretera, existen unos indicadores, y bajar por un empinado camino hacia la acequia Aceituno. Al llegar a la acequia veremos otra indicación para acercarnos 50 metros a nuestra izquierda hasta la Alberca, lugar dónde comienza esta acequia. Una vez visitada volvemos sobre nuestros pasos, estamos muy cerca del rio y en esta época baja con fuerza, podemos ver algunas cascadas. Seguiremos la acequia, encontrando algún tramo aéreo pero afortunadamente protegido. Después de unos 600 metros desde los últimos indicadores nosotros decidimos bajar hacia dónde habíamos dejado el coche esta mañana. De continuar de frente bajaríamos al barrio El Hondillo sin problemas. Como digo nosotros a pesar de alguna indicación, tomamos un camino que va descendiendo adentrándose en algunas fincas, buscamos los caminos y conseguimos descender más o menos en las proximidades de la Ermita de San Sebastían y volver a por el vehículo. En resumen un completo recorrido por las laderas del rio Lanjarón y sus acequias.