Laguna Otún - L. El Silencio - La Línea - Laguna Azul

PRINCIPIOS BÁSICOS
1) Si vas a la montaña cuídala, no arrojes basuras y tráete como mínimo la que lleves.
2) Respeta a los moradores de las zonas, a los animales y a las plantas que veas por el camino.

Nota: el nivel de dificultad señalado es completamente subjetivo.

Laguna del Otún – Laguna El Silencio – Laguna Azul en el PNNN

Desde hacía algunos años venía contemplando la posibilidad de salir a buscar esta preciosa laguna que Google Earth me mostraba tan paradisíaca cada vez que trazaba posibles rutas por el Parque Natural Los Nevados.
La ruta que se diseñó se había pensado para 4 o 5 días, por esta razón, aprovechando el receso de Semana Santa, creímos que era la mejor fecha para hacerlo, además el Fenómeno del Niño que estábamos padeciendo por esos días nos auguraba buenos tiempos en la Montaña.`

Día 1 Cedral – Laguna del Otún
Tomamos la chiva de las 7 AM mi compañero y amigo de aventuras Leandro (Piero) y yo (Adrián); al Cedral llegamos sobre las 9:OO AM, habíamos hablado el día anterior con Andrés Machete para que subiera nuestro equipo hasta la Laguna, así que sacamos los morrales, los dejamos organizado en una pieza junto con otros maletas para que Andrés los recogiera cuando bajara; luego de hacer un breve calentamiento empezamos a caminar.
Al Jordán llegamos minutos antes de las 1:OO PM, aquí en este bello paraje descansamos, compramos unas sopas y a eso de las 2:3O empezamos nuevamente el camino que nos llevaría a la Laguna del Otún. Poco antes de las 6:OO de la tarde llegamos a la Laguna del Otún. A pesar de que era el primer lunes de Semana Santa ya había un número considerable de carpas y por su puesto personas acampando allí. Los morrales llegaron a las 7:OO PM, ya estábamos angustiados y ansiosos de que llegaran, teníamos frio y ganas inmensas de hacer algo caliente y por su puesto descansar. Desafortunadamente solo pudimos hacer lo segundo ya que nuestra estufa se estropeo.

Día 2 Laguna del Otún – Laguna El Silencio – Lugar de campamento

Nos levantamos con la esperanza de creer que la estufa por alguna situación extraña iba a funcionar, desafortunadamente No, y fue muy duro aceptar que la estufa estaba dañada (Ref. Coleman Duel Fuel 533); pensamos por un momento que era el final de nuestra aventura, después de analizar la situación con cabeza fría, observar la comida que teníamos, lo bien que nos sentíamos físicamente, determinamos seguir, podíamos usar la gasolina para preparar algo rápido, aunque nos demoraríamos 3 veces más.`
Estábamos ya alistándonos para salir, cuando uno de los policías que por esa fecha (Semana Santa del 2016) se encontraba haciendo apoyo a los Guardabosques de la Cabaña se acercó curioso a preguntar por nuestro recorrido, etc. Fue así como terminó enterándose de nuestro infortunio con la estufa y fue así como este policía nos salvo el “paseo” (no recuerdo el nombre del Agente), ya que nos regaló su dotación alimenticia, 6 raciones de comida nos compartió. Con este maravilloso y significativo regalo no dudamos un segundo en continuar adelante con todo nuestro plan. Eran las 11 de la mañana cuando salimos con rumbo hacia la Laguna El Silencio, nuestro primer punto de referencia, acompañados por un grupo de jóvenes caminantes que se disponían a hacer un maravilloso circuito por el PNN que los llevaría hasta Juntas, ese día avanzarían hasta la finca África. Luego de poco más de 1 y 3O de camino, llegamos a la hermosa Laguna El Silencio, descansamos, algunas fotos y continuamos nuestro camino hacia el segundo punto de referencia, quizás el punto más fuerte de este recorrido: Llegar a la Línea, punto que se encuentra a 44OO metros de altura y donde el fuerte viento nos obligó a refugiarnos tras las inmensas rocas que hay allí. Después de esto empezamos un descenso que nos llevaría a un valle, allí en ese punto nos separamos del grupo de jóvenes que seguían con rumbo hacia la finca África, nos despedimos de Javier (uno de los jóvenes que iba en aquel grupo, quien había caminado con nosotros los Aukanes en salidas anteriores) y de los muchachos deseándonos como siempre un “buen camino”. Piero y yo continuamos por un cañón rumbo hacia lo desconocido, iban a ser las 5 de la tarde cuando soltamos nuestros morrales en un bello paraje que espectacularmente nos mostraba el rumbo que debíamos tomar el día siguiente, una ligera lluvia nos obligó armar lo más rápido posible nuestra carpa. `

Día 3 Campamento – Laguna Azul
Nos despertamos muy temprano y pudimos comprobar que había llovido y seguía lloviendo suavemente, esto obviamente nos auguraba un panorama muy distinto al que habíamos imaginado; evidentemente al salir de la carpa pudimos constatar que la neblina se había apoderado de todo a nuestro alrededor; luego de 1 hora la lluvia había desaparecido y la neblina se había dispersado y dirigido hacia las zonas más altas. Debíamos aprovechar esta ocasión, salir lo más pronto posible, encontrar la laguna antes del medio día y regresar inmediatamente. Empezamos a subir por un empinado sendero que nos llevaría a lo alto de unos riscos para después dirigirnos en un descenso hacia el punto que marcaba el GPS como la laguna. A medida que subíamos la neblina se hacía más densa, por esta razón, nos encordamos y así evitamos que alguno de los 2 (Piero o yo) nos alejáramos el uno del otro. Después de 1 hora y media de camino llegamos a un valle de rocas y arenas, la visión era muy poca, tenuemente veíamos el reto que se nos ocultaba tras la neblina, una montaña de rocas y arenas de aproximadamente unos 20 o 25 metros de altura, analizamos la mejor forma de ascenderla, ayudándonos con la cuerda y gracias a ella, logramos subir este punto con seguridad pero sin dejar de sentir la adrenalina que esta montaña nos daba.
Seguimos nuestra travesía subiendo y bajando pequeñas pendientes rocosas, el GPS marcaba el punto de laguna a un distante, no veíamos absolutamente nada, la neblina no lo permitía, y empezaba a soplar fuertemente, eran casi la 1 de la tarde y estábamos a 472O metros de altura; para llegar a la Laguna Azul debíamos empezar a bajar 2OO metros más, con tristeza decidimos dar vuelta atrás ya que no sabíamos que otra dificultad se nos podía nos presentar. A las 4 de la tarde llegamos a la carpa, cansados, pero no contentos pues no habíamos logrado nuestro objetivo, el día siguiente debíamos iniciar nuestro retorno llegando a laguna del Otún.

Día 4 Campamento - Laguna Azul – Laguna del Otún
Gratamente al abrir nuestra carpa vimos como el Dulima nos saludaba, no había una sola nube y mucho menos rastros de neblina. Aún con el “guayabo” del día de ayer por no haber logrado nuestro objetivo y viendo el día tan espectacular que se nos presentaba tomamos la decisión de ir nuevamente en búsqueda de La Laguna Azul, queríamos al menos llegar hasta el mismo punto del día anterior, creíamos poder atisbarla desde allí, y esperábamos estar nuevamente en el campamento a eso de las 2 de la tarde para empacar y en rutarnos hacia la Laguna del Otún.
Sin neblina se camina con más seguridad y tranquilidad, reconocimos el camino realizado el día anterior y pudimos elegir mejores alternativas al momento de subir la montaña de rocas que debíamos cruzar; lo hicimos nuevamente, más rápido y más simple. Luego de ello empezamos a caminar por el collado de una montaña hasta llegar una majestuosa vista de 36Oº del Parque Natural Los Nevados, podíamos ver el Kumanday, el Dulima, el Paramillo y por su puesto la hermosa doncella Poleka Kasue; también fuimos testigos del deshielo impresionante que afecta los picos nevados del PNN, atenuado sin duda alguna por esta fecha por el Fenómeno del Niño.
Luego de extasiarnos por un momento continuamos con nuestro propósito, eran las 11:4O cuando continuamos con nuestro recorrido. Después de caminar aproximadamente 1 hora más logramos llegar a nuestro destino la hermosa la hermosa y espectacular Laguna Azul, más bella de lo imaginado más grande de lo pensado. `
Misión cumplida habíamos logrado nuestro principal objetivo ahora debíamos apurar nuestro regreso. Teniendo en cuenta que estábamos en ese punto a 45OO metros de altura, que el campamento se encontraba a 42OO metros decidimos no volver a subir sino dirigirnos por el margen derecho de la laguna por zona de páramo y así llegar al campamento. Empezamos a caminar eran 1:15 PM, esperábamos abreviar camino con este nuevo plan; todo iba muy bien hasta que llegamos a un acantilado que nos destrozo física y anímicamente, tratando de evitar una pendiente de rocas y arenas que se veía muy inclinada y peligrosa nos decidimos por bordear el acantilado, pensando encontrar un punto a través del cual pudiéramos cruzarlo y seguir nuestro camino. Después de 45 minutos esfuerzo físico, la vegetación estaba demasiado enmarañada y no nos dejaba caminar decidimos dar vuelta atrás, y decidirnos por la pendiente de rocas, gratamente encontramos que podíamos pasar por la pendiente de arena, con sigilo logramos cruzar este tramo, después de hacerlo nos sentamos a contemplar el acantilado que tanto esfuerzo nos costó y pudimos constatar que evidentemente esa no era la mejor opción.`
Llegamos a la carpa faltando 1O para las cuatro, descansamos 1:3O y luego de ello empezamos a empacar todo para dirigirnos hacia la Laguna del Otún. Siendo las 9:3O de la noche llegamos a la Laguna del Otún, totalmente extenuados, pero con la felicidad de haber logrado y superado nuestros objetivos, más que con creces.`

Día 5 Laguna del Otún - Cedral
Al día siguiente nos madrugamos, antes de las 6 ya estábamos rumbo al Cedral, era viernes Santo y había mucha gente en el camino, también, desafortunadamente basuras en el sendero, llegamos al Cedral a la 1 de la tarde, con la ansiedad de regresar a casa. Fue una maravillosa experiencia que nos exigió dar todo de nosotros hasta el último momento, quedamos fatigados pero felices, como debe ser.