Lagos de Fusine

NOTA IMPORTANTE: LA DIFICULTAD CON LA QUE CATALOGO MIS RUTAS ESTÁ REFERIDA PARA MONTAÑEROS HABITUADOS A CAMINAR, QUE SE DESENVUELVEN CON SOLTURA POR TODOS LOS TERRENOS, NO PARA SENDERISTAS OCASIONALES. SI TIENES POCA EXPERIENCIA, AÑÁDELE UN GRADO MÁS A LA DIFICULTAD DE MIS RUTAS PARA NO LLEVARTE SORPRESAS.

Los Lagos de Fusine son sin duda uno de los parajes más bellos que se pueden visitar en la Región de Friuli-Venecia Julia, en el noreste de Italia, entre Eslovenia y Austria, de hecho apenas es un trocito de Italia que hace frontera al sur con Eslovenia, con la que comparte en este caso las imponentes cimas de los Alpes Julianos.
Realizamos la ruta aparcando un poco más abajo del Lago Inferior, en un Parking junto a la carretera que lleva a los dos lagos.
Hay un cómodo camino que nos lleva desde el parking, paralelos al asfalto y nos acerca al Lago Inferior, al que no podemos aguantar las ganas de asomarnos. Lamentablemente el día se va a ir cerrando y no se podrán ver en su esplendor el circo de picos que cierran por el sur la cuenca de los dos lagos. Parece más bien que estamos en Canada y sus Montañas Rocosas por el paisaje que tenemos enfrente.
Subimos después por un cómodo camino ,marcado como GR 512, que por frondoso bosque nos acerca al Mirador de Svabezza. Seguimos ganando altura hasta llegar a una zona más llana y con menos árboles. Pasamos por una zona con cierta exposición (tras un nuevo mirador), que está facilitada con cadenas y pasadizos sobre la ladera. Tras pasar un cruce, junto a un Refugio, acabamos llegando a un bonito mirador acondicionado hasta con bancos para descansar. Aquí la amenaza de lluvia se convierte en realidad y la bajada hasta el Refugio Luigi Zacchi la hacemos bajo una buena cortina de agua (el bosque nos protege durante un primer momento). El refugio está a reventar de gente pues es la hora de comer, así que continuamos caminando ya que la lluvia parece darnos una tregua. Continuamos caminando un corto tramo por la pista que llega al refugio, para luego tomar un camino menor que nos facilita el tránsito por el frondosísimo bosque de abetos al pie del impresionante circo de paredes altísimas que nos cierran por el sur. Vamos haciendo un giro que nos hace cambiar de dirección y dirigirnos hacia el Lago de Fusine Superior, al que llegamos caminando por la carretera. Recorremos su litoral, que no puede ser más sugerente, por la vertiente contraria al asfalto, haciendo múltiples paradas porque es difícil no sucumbir a la belleza fotogénica que tiene. Por un bonito camino nos acercamos al Lago de Fusine Inferior y realizamos exactamente la misma operación hasta salir al punto en donde nos habíamos parado al inicio de la caminata para otear nuestra primera visión del lago. Ahora el día se ha abierto bastante y el mismo paisaje parece diferente. Sin duda estos dos lagos escondidos por este impresionante circo de paredes que los cierran por el sur son uno de los mejores rincones secretos que tienen los Alpes Julianos y que no hay que perderse si te encuentras por la zona.