LAGO DI SORAPIS (DOLOMITAS, ITALIA)

Ir a los Dolomitas y no ver el Lago di Sorapis, sería el mayor error que podéis cometer. Por qué? Por la belleza de sus aguas, de un color azul turquesa, el más bonito que he visto nunca en un lago de montaña.
Para llegar a él primero hay que acercarse en coche hasta la salida del sendero. Para ello fuimos de Cortina D'Ampezzo hacia Misurina y después de pasar el passo Tre Croci, ya veremos a la derecha una fila de coches parados. Como no hay mucho sitio conviene ir pronto, madrugar. Además a esas horas la luz es más bonita y hay menos afluencia de gente.
El sendero que tenemos que coger es el 215. Empezamos a 1791 metros de altitud, a través de un bosque precioso, con subidas y bajadas fáciles, un camino ancho. Si miramos hacia atrás, cuando se abren los árboles, veremos las montañas que forman parte del Gruppo del Cristallo. El camino recorre las faldas de la Cime di Marcoira.
Hay que tener cuidado con el sendero ya que se bifurca más adelante. Tenemos que coger el que baja a la izquierda, ya que si seguimos de frente no tiene salida.
Después de la bajada, llega una subida con un fuerte desnivel de unos 100 metros en altitud. Pero será lo mayor que vamos a subir.
A partir de aquí la senda va asegurada con un cable en algún recodo del camino, donde incluso cae agua por la pared de la montaña, con lo que nos podemos refrescar sin el calor aprieta. Además para salvar algún paso rocoso han colocado unas escaleras metálicas, como si estuviéramos en el Corte Inglés.
Después de aquí la senda pasa por las zonas más expuestas y aéreas. Para asegurarse también hay un cable.
Entramos ya en el circo de Sorapis, donde nos volvemos a meter dentro de un bosque. Llegando al lago, nos quedará a la izquierda el refugio Vandelli.
Y, por fin, llegamos a las aguas azul turquesas del lago Sorapis, con el impresionante Dito di Dio o Dedo de Dios, a 2603 metros.
Hicimos un recorrido alrededor del lago, a la ida por la margen derecha y a la vuelta por la izquierda. Aunque por ésta hay que subir bastante por el monte, merece la pena, ya que tendremos una vista aérea de todo el lago.
la vuelta por el mismo camino con más cansancio, claro.