LA MOTILLA - GARGANTA DEL PARRALEJO

Tiempo en movimiento: 5 h 28'.

Esta ruta es una versión ampliada de otra subida con anterioridad por el usuario "huertasantamaria".

Aparcamos nuestro vehículo en un ensanche de la A-375 en su PK 10.

Cruzamos la carretera y nos encontramos con una portilla y un letrero que avisa que no entremos sin autorización. Cuando yo pasé había allí un 4 x 4 y dejé una nota con mis datos.

Durante el primer tramo vamos a deambular por carriles cercanos a arroyos. Mi localización "CRUCE" señala que si girásemos a la izquierda enlazaríamos con el final de mi trazado. En nuestro caso continuamos de frente hacia los puntos visitables de mérito que propone el usuario arriba señalado. Pasamos junto a algún abrevadero y arribamos, al cabo, a tales puntos:

1.- La poza que él señala es un remanso de aguas calmas. Buen lugar para tomar un receso, pero poco más.

2.- Las aguas sulfurosas y sus colores y aromas peculiares sí son dignas de visitar.

3.- Para llegar a la cueva hay que apartar más de una zarza y realizar una trepada previa. Cuando yo llegué las rocas estaban mojadísimas, así que no ascendí dada la peligrosidad del hecho. Quizá se pueda, en este caso, remontar por la izquierda, pero no lo comprobé.

Mi valoración global es que, salvo las aguas sulfurosas, no merece mucho la pena la visita a tales sitios, dado el engorro de las zarzas y el poco jugo obtenido. Claro está que no puedo estimar el posible encanto de la cueva, porque no accedí a ella.

Regresamos y a continuación vamos a vadear el arroyo del remanso un par de veces, no sin antes inspeccionar la Garganta del Parralejo, que con agua tiene que tener una cascada impresionante. Un camino nos deja muy cerca de ella. Yo me adentré porque estaban las rocas secas. El lugar es mágico.

Salimos de la garganta y encaminamos nuestros pasos al Cerro de la Fantasía, que yo no encumbré porque caía la noche. La ascensión se adivina desde el trayecto.

Tras vadear por segunda vez el arroyo toca subir hacia nuestro vehículo, primero monte a través y finalmente por el camino que procedía del cruce que señalé arriba.