La Maroma desde Canillas de Aceituno. Casa de la Nieve
near Canillas de Aceituno, Andalucía (España)
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Trail photos
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Itinerary description
Sendero señalizado Casa de la Nieve
El parque natural sugiere tres rutas distintas para alcanzar la Maroma, el mayor de los picos de las sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, y también la mayor cota de la provincia de Málaga, las cuales ascienden por distintas vertientes de la gran montaña. La de la Casa de las Nieves es la que la remonta por la ladera sur o solana, desde Canillas de Aceituno.
Aquí el paisaje es abrupto y la vegetación escasa. Tras una hora de ascenso, la pendiente se suaviza y se arriba a la fuente de la Rábita, pequeño oasis en el que el ambiente se vuelve mucho más refrescante y acogedor. Más adelante, un fuerte desnivel conduce hasta la cima. El desabrigo y el fortísimo frío lo convierten en una dura prueba en las fechas invernales.
El nombre del sendero está tomado de un camino tradicional recorrido por los neveros, aquellos hombres intrépidos que se ocupaban de conservar la nieve hasta el límite del tiempo y hacerla llegar a lugares en el límite de las distancias.
Hasta no hace demasiado tiempo, disfrutar de nieve o hielo en verano era un lujo casi imposible en la mayor parte de la geografía andaluza. Pero había quienes podían pagar por ello, y también toda una ingeniosa y compleja logística capaz de ofrecerlo. Así, en las alturas de las sierras nevadas se construían pozos o se aprovechaban simas para acumular la nieve, en los que se apelmazaba y se protegía con ramas y tierra. Cuando el deshielo ya había borrado el color blanco de las cumbres, la nieve aún se mantenía en los pozos, y así, en pleno verano, podía extraerse y transportarse a lomo de mula hasta allí donde se demandase y se pudiera llegar en una carrera contra el tiempo y todo tipo de dificultades, ya que no puede imaginarse otra mercancía más perecedera y menos accesible. Para evitar los efectos destructores del calor, los neveros, quienes se dedicaban a este oficio, debían de viajar de noche.
De la industria de la nieve hay referencias ya en tiempo de los árabes, pero sobre todo floreció durante el siglo XVII. En el Catastro de Ensenada correspondiente a Canillas de Aceituno se indica que "en sierra Tejeda hay 5 ventisqueros de nieve propios del convento de religiosos mínimos de San Francisco". En 1837, Boissier vuelve a dar testimonio de la continuidad de la actividad.
http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/servtc5/ventana/mostrarFicha.do;jsessionid=A7FDE816006F98CC23DA4781D4268076?idEquipamiento=20108
El parque natural sugiere tres rutas distintas para alcanzar la Maroma, el mayor de los picos de las sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, y también la mayor cota de la provincia de Málaga, las cuales ascienden por distintas vertientes de la gran montaña. La de la Casa de las Nieves es la que la remonta por la ladera sur o solana, desde Canillas de Aceituno.
Aquí el paisaje es abrupto y la vegetación escasa. Tras una hora de ascenso, la pendiente se suaviza y se arriba a la fuente de la Rábita, pequeño oasis en el que el ambiente se vuelve mucho más refrescante y acogedor. Más adelante, un fuerte desnivel conduce hasta la cima. El desabrigo y el fortísimo frío lo convierten en una dura prueba en las fechas invernales.
El nombre del sendero está tomado de un camino tradicional recorrido por los neveros, aquellos hombres intrépidos que se ocupaban de conservar la nieve hasta el límite del tiempo y hacerla llegar a lugares en el límite de las distancias.
Hasta no hace demasiado tiempo, disfrutar de nieve o hielo en verano era un lujo casi imposible en la mayor parte de la geografía andaluza. Pero había quienes podían pagar por ello, y también toda una ingeniosa y compleja logística capaz de ofrecerlo. Así, en las alturas de las sierras nevadas se construían pozos o se aprovechaban simas para acumular la nieve, en los que se apelmazaba y se protegía con ramas y tierra. Cuando el deshielo ya había borrado el color blanco de las cumbres, la nieve aún se mantenía en los pozos, y así, en pleno verano, podía extraerse y transportarse a lomo de mula hasta allí donde se demandase y se pudiera llegar en una carrera contra el tiempo y todo tipo de dificultades, ya que no puede imaginarse otra mercancía más perecedera y menos accesible. Para evitar los efectos destructores del calor, los neveros, quienes se dedicaban a este oficio, debían de viajar de noche.
De la industria de la nieve hay referencias ya en tiempo de los árabes, pero sobre todo floreció durante el siglo XVII. En el Catastro de Ensenada correspondiente a Canillas de Aceituno se indica que "en sierra Tejeda hay 5 ventisqueros de nieve propios del convento de religiosos mínimos de San Francisco". En 1837, Boissier vuelve a dar testimonio de la continuidad de la actividad.
http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/servtc5/ventana/mostrarFicha.do;jsessionid=A7FDE816006F98CC23DA4781D4268076?idEquipamiento=20108
Waypoints
Refugio de pastores.
Camino Collado de la Rávita
La Rábita
Lomilla del Albarcón
Loma de Capellania
Canillas de Aceituno
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