LA JANDA - Río Salado-Barrio Huerta de los Frailes- Barrio de Pescadores- Miradores- Sendero Calas de Levante-Puerto de Conil

Capilla - Hospicio de la Misericordia

Edificio construido en 1779 por D. Sebastián Sánchez Franco, conde de Cinco Torres, natural de la Villa y rico mercader en la Carrera de Indias. La finalidad de esta gran casa-hospicio fue el dar alojamiento a treinta familias pobres. La edificación se compone de una capilla central de los del tipo "iglesia-salón", prácticamente cuadrada, y dos patios a cada lado en donde se sitúan las treinta habitaciones, los aseos, la cocina común, las dependencias de la casera y las habitaciones del capellán. Construido a base de buenos materiales como la piedra ostionera y la cal, ha llegado hasta nuestros días en excelente estado de conservación. En el año 1946 fue cedido gran parte del edificio para la instalación del colegio de Jesús, María y José y el resto del edificio, una vez finalizada su primitiva función como alojamiento de pobres ancianas y viudas, fue destinado a casa auxiliar de la parroquia y vivienda del Sr. cura párroco. Dentro de su capilla es de reseñar la escultura de la Virgen de la Misericordia, talla de finales del siglo XVIII, de madera policromada perteneciente a la escuela sevillana. Esta talla sufrió grandes desperfectos en un incendio que se produjo en la capilla, siendo magníficamente restaurada por D. Manuel Pineda Calderón y costeada por el farmacéutico D. Manuel Pérez Moreno. El Cristo de marfil, situado en el altar mayor, procede de la iglesia parroquial de Santa Catalina de donde fue trasladado junto con todo el altar tras el incendio de 1942. En dicho incendio quedó totalmente destruido el altar original de la fundación de la Misericordia y el que actualmente se puede contemplar es el que hasta entonces presidía la capilla del Sagrario de la iglesia mayor de Santa Catalina, cerrada al culto ya en aquella fecha. El crucifijo procede de los talleres de los sangleyes de Manila según nos informa Zobel de Ayala, quien ha realizado un profundo estudio de estos marfiles filipinos. Las características que denotan su procedencia son: el encurvamiento frontal de la imagen, el abultamiento de sus ojos, las cejas pintadas y otras características donde se descubre la mano oriental de su hechura. En la sacristía de la Misericordia también puede contemplarse un lienzo que representa "La huida a Egipto", cargado de dinamismo y expresividad. La tradición lo ha atribuido a la mano del padre de Valdés Leal. Sin que se pueda afirmar esta autoría, es una obra del barroco andaluz del siglo XVII. Procede de la Iglesia de Santa Catalina.

Puerta de la Villa

La Puerta de la Villa de Conil de la Frontera es un elemento de la antigua muralla medieval, hoy situada su actual centro urbano. Llamada antiguamente Puerta de Vejer por ser el inicio del camino que conducía a la vecina villa, es una de las cuatro puertas con que contó el viejo recinto amurallado de Conil de la Frontera. La construcción primitiva data del año 1502 cuando el Duque Don Juan de Guzmán mandó cercar la villa con murallas dado el peligro que suponía para los vecinos la cercanía al mar, la presencia de enemigos en la costa y la amenaza de la piratería. El mayordomo de las obras fue Hernado de los Olivos, quien llevó a cabo las obras con cien esclavos facilitados por el duque. Primitivamente la puerta disponía de una planta baja y otra alta, y era el punto de arranque de las escaleras que conducían a los pasillos de vigilancia que recorrían el recinto amurallado. Una obras realizadas en el año 1767 le dieron la configuración actual, suprimiéndose la puerta propiamente dicha y quedando reducida a un arco labrado en piedra de cantería. El entorno de esta puerta, fue conocido en tiempos pasados como Plazuela de la Veracruz, en alusión a la Ermita existente en este lugar. Este lugar es uno de los más emblemáticos de Conil, punto obligado de entrada y salida de la villa, lugar de encuentro y verdadero centro neurálgico de la población. A sus pies se encuentra la plaza Puerta de la Villa, situada al exterior (extramuros), y la plaza de España, situada al interior (Intramuros). La puerta de la Villa de Conil de la Frontera está catalogada como Bien de interés Cultural, en la tipología jurídica de Monumento, y así quedó publicado en el BOE de fecha 29 de junio de 1985.

Casa del Conde de las Cinco Torres

La Casa del Conde de las Cinco Torres se encuentra en la C/ Pascual Junquera, Plaza Puerta de la Villa. Edificación construida en 1.779 por Don Sebastián Sánchez Franco, Conde de las Cinco Torres, cargador de Indias en el comercio de la ciudad de Cádiz, natural de esta villa. Construida como residencia veraniega, moda de una burguesía comercial gaditana de la época. De estilo barroco, se asemeja a las casas gaditanas disponiendo de un aljibe para recoger agua de lluvia, cosa insólita en esta población. En Conil se la conoce como «Casa del Peoro», apodo de D. Diego Muñoz Rodríguez, rico propietario que la compró en 1859 a Don José Luis Feduchy y Martí, Conde de las Cinco Torres.

Barrio Huerta de los Frailes

El barrio se levanta sobre la huerta que tenian los frailes detrás del antiguo Convento de la Victoria. Recorremos el barrio por calles angostas y laberínticas, llenas de flores.

Rincón con premio

Bonito ríncón con la existencia de un pozo y ganador de "Premio al mejor rincón"

Fuente de los Leones

Iglesia de Santa Catalina y Casa Consistorial

La nueva iglesia de Santa Catalina de Conil de la Frontera se encuentra situada en la plaza de la Constitución, en el interior del casco histórico de la villa. Antiguo convento de Frailes Mínimos, o ex-convento de la Victoria. Data del siglo XVI y recibe culto en su interior la antiquísima Imagen de Nuestra Señora de las Virtudes. Se edificó bajo el patronazgo de los duques de Medina Sidonia, antiguos señores de la villa. En su interior alberga un cristo crucificado que data del siglo XVII. Históricamente, el ayuntamiento de Conil de la Frontera nace después de que el Rey Fernando IV le ordenara a Alfonso Pérez de Guzmán que desarrollara el sistema de legislación de la ciudad. Fue cuando se construyó la Torre de Guzmán para la protección de los habitantes de la zona, y es el momento en el que Conil empieza a ser parte de la provincia de Cádiz. Desde 1648 se sabe que las dependencias municipales necesitaban de unas estancias mayores y se pensaba en rehabilitar o comprar alguna casa señera de la villa de Conil. Después de los saqueos de los franceses durante la invasión y de la desamortización de años posteriores no se conseguía rehabilitar ni comprar ninguna casa hasta que en 1839 se instalaron provisionalmente algunas oficinas municipales en el Convento de la Victoria. En 1843 se instalará definitivamente. Son muchas las obras que ha sufrido la Casa Consistorial pero nunca se llevaba a cabo un proyecto final. Por motivos de este desorden de obras se perdieron muchos documentos históricos de la localidad.

Arco

Puerta de Cádiz y Baluarte

Popularmente se conoce este lugar como la "Puerta Cai", lugar que ocupó antiguamente una de las cuatro salidas y entradas que tuvo el antiguo recinto amurallado.Su arquitectura debió ser muy parecida a la puerta de la Villa. En este lugar comenzaba el camino, que por la costa, se dirigía a la ciudad de Cádiz. Hoy constituye un espacio urbano formado por la confluencia de cuatro calles, punto de reunión de la gente de la mar, pescadores y almadraberos, de un gran sabor popular.

Capilla del Espíritu Santo

Entre las blancas y estrechas calles del barrio de pescadores se encuentra escondida la capilla del Espíritu Santo. De la misma altura que los edificios adyacentes, la cruz y campana que coronan la fachada indican que hemos llegado a este pequeño templo cristiano, muy querido por la comunidad pesquera de Conil de la Frontera. Situada cerca del mar, la capilla tiene en su exterior dos representaciones de la Virgen del Carmen, una ilustración hecha con azulejos y una figura de la madre de Jesús sobre una barca, recordando la importancia de esta virgen para los marineros. Accesible mediante una rampa, la ermita posee dos puertas que facilitan la entrada y salida de su interior.

Barrio de los Pescadores

El Barrio de los Pescadores o Barrio de la Mar, como se le conoce en Conil, es sin duda, el barrio más característico y emblemático de este pueblo marinero. Sus estrechas y encaladas calles, todas con nombres relacionados con la vida en la mar y en las que es muy fácil perderse, sus patios de vecinos, llenos de macetas de flores, como también lavaderos y pozos (de los que aún se puede sacar agua) y en los que se puede observar la forma de vida del barrio, un ambiente familiar y solidario. Las historias de sus entrañables vecinos, historias marineras, de un barrio donde el olor a puchero que sale de una casapuerta deja "esmorecio" (como se dice en Conil) a todos los turistas que se adentran en sus callejuelas. En cuanto a la historia y monumentos a visitar del barrio de los pescadores, como ya hemos dicho, las calles y patios característicos son sin duda un motivo más que suficiente para su visita. También podemos apreciar los restos de la muralla que protegía al barrio de los ataques piratas de la época, la Puerta de Cádiz, que como su nombre indica era la puerta que marcaba el camino hacia la capital, Cádiz. La capilla del Espíritu Santo, en el corazón del barrio, y a las que sus vecinos son sumamente devotos a su virgen, la Virgen del Carmen, patrona de los marineros y de la que se celebra su festividad el 16 de Julio, con una procesión que recorre todas las calles.

Mirador Jabiguero

Se inauguró el 25 de Septiembre de 2003, situado en el Paseo Camino de la Fontanilla, frente a Playa El Chorrillo. Desde dicho paseo observamos, la playas Bateles y Castilnovo, y la campiña del Palmar (Vejer). Representa a todo los pescadores de nuestra tierra, tirando de la jábega (red) técnica milenaria de pesca de los pueblos costeros. Conil de la Frontera surgió como almadraba en le Edad Media y fue dicha pesquería la posibilitó su desarrollo y configuración urbana durante el siglo XVI. Junto a la almadraba esta la jábega, arte del cerco y tiro emparentado con ella, cuyo origen es también muy antiguo. La jábega era durante el siglo XVIII la pesca más común y provechosa de las costas españolas.

Parque de la Atalaya

El Parque de la Atalaya está situado en uno de los puntos más altos de Conil y a tan sólo metros del mar. Recibe su nombre de la antigua Torre Atalaya que se encontraba en esta zona priviligida del pueblo cuya función era la de vigilar el mar: desde controlar el paso del atún rojo venido del mar del norte, hasta avisar de la llegada de barcos a las costas conileñas. Hoy en día se trata de una zona recreativa, a la que acuden tanto conileños como turistas para pasar una tarde en familia en las atracciones del parque, para estar en contacto con la naturaleza a la sombra de uno de sus numerosos pinos o para tomar un café tranquilamente en el bar- cafetería que se encuentra en el centro del parque y disfrutar de una de las mejores vistas al mar que ofrece el pueblo. Además, si eres un enamorado de las puestas de sol, es muy recomendable visitarlo a la caída de la tarde y contemplar el abanico de colores, rosados y anaranjados mezclados con el azul del cielo, que protagoniza cada día el espectáculo de la finalización del día y el inicio de la noche.

Parque paseo

Mirador a la Fontanilla

Veremos la Playa de la Fontanilla y el camino por donde volveremos.

Mirador hacia el Puerto Pesquero

A lo lejos el Puerto de Conil donde llegaremos e iniciaremos la vuelta.

Vereda de Cádiz

Mirador del Roqueo

Pista

Arroyo del Pradillo

Arroyo Del Quinto

Sendero de las Calas de Levante

Este sendero circular puede iniciarse desde Puntalejo, donde nos encontramos, o desde la la Cala del Aceite. Tomamos dirección hacia la Cala del Aceite recorriendo la parte interior del matorral y campos de labor. Pasando una zona más boscosa con algún ejemplar de pino carrasco y piñonero, se llega al cruce que nos conducirá a los acantilados, desde donde podemos disfrutar de bellas vistas de la costa. La vuelta de nuestra ruta la haremos por el borde costero de los acantilados.

Derrumbe

A la altura de la Cala Pitones, un reciente derrumbe nos impide el paso por donde transitamos hace un año. Debemos girar a la derecha para salvar el obstáculo

Camino

Zona boscosa

Encontramos algún ejemplar de pino carrasco y piñonero

Efecto del levante en los árboles

Mirador natural al Puerto de Conil

Este tramo es prescindible. No hay sendero para llegar, hay que abrirse paso entre matorrales y pinos y, al fin y al cabo, pasaremos por el puerto y también lo veremos desde un mirador acondicionado.

Río Roche

El Roche discurre íntegro por el municipio de Conil de la Frontera. Nace al oeste de El Colorado y desemboca en Cabo Roche, al este de la torre homónima. Discurre por terrenos llanos sin apenas pendientes, pues recorre 7 km salvando una altitud inferior a los 50 msnm. Discurre por terrenos pliocénicos a excepción de la desembocadura, una zona de dunas cuaternarias. En su sector central atraviesa un bosque de coníferas de alto valor ecológico. Son sus afluentes el arroyo de los Majales y el arroyo de los Peñuelos.

Puerto de Conil

El puerto de Conil es una de las visitas recomendadas al visitante de Conil de la Frontera. Podrá apreciar los barcos utilizados en la Almadraba, así como distintos barcos de pesca. No hay que prderse la subasta de pescado. El muelle pesquero de Conil se encuentra bajo el faro de Roche, entre las Calas de Roche (Calas de Poniente) y la Cala del Aceite.

Pasarela

Inauguradas hace apenas un año. Esta pasarela salva el desnivel del acantilado sin necesidad de hacer un rodeo como en pasadas rutas.

Mirador al Puerto de Conil y Faro de Roche

Un mirador acondicionado arriba de los acantilados nos ofrece extraordinarias vistas al Puerto, el Faro de Roche, los acantilados, Conil.... Aquí iniciamos el regreso al borde del acantilado, donde debemos tener mucha precaución y no acercarnos al filo, ya que hay tramos en voladizo que se derrumban cada poco.

Mirador natural cala aceite

Un estrecho sendero de ida y vuelta nos lleva a un mirador natural a la cala del Aceite. No se puede avanzar por la espesura de los matorrales, así que hay que volver por el mismo camino.

Efecto del levante en los árboles

Cala del Aceite

Cala Melchor

Cala Pitones

Cala Sudario

Punta del Sudario

Cala Camacho

Cala Puntalejo y Arroyo del Quinto

Mirador Fuente del Gallo

En este mirador, durante el día puede disfrutarse del espectáculo impresionante de de las fabulosas aguas, y si el día está claro podemos disfrutar de la costa africana. Frente al mirador están las tres piedras que servían de guía a los piratas berberiscos en sus incursiones a esta costa. La puesta de sol aquí es impresionante, ya que mientras se van extinguiendo los colores del ocaso, aparecen en el horizonte los haces de luz de los faros de Trafalgar, Roche y el de Tánger.Cabo Espartel, al otro lado del Estrecho, convirtiendo el momento en un abrazo luminoso entre las dos orillas.

Vereda de Cádiz

Bajada a la Playa de la Fontanilla

Playa de la Fontanilla

Vereda de Cadiz

Bajada a un camino junto a las dunas

Paseo Marítimo

Su recorrido nos ofrece una gran tranquilidad al andar junto a las enormes playas del municipio, tan calurosas como húmedas. Las mejores horas para pasear son por la mañana temprano, justo antes de que comience el calor, o bien al atardecer o al anochecer, donde podremos ver la puesta de sol y la caída de luces del día. Unas vistas enormemente bellas que ponen los pelos de punta a cualquiera. En estos momentos del día, vemos como se mezclan una infinidad de colores entre el cielo y el mar. La brillantez y la claridad que se observan en las playas son el motivo fundamental de que nuestra costa sea conocida como la “Costa de la Luz”. En diferentes puntos del paseo marítimo, podremos encontrar diferentes puestos de mercadillo en los que tendremos la oportunidad de comprar souvenirs, recuerdos, postales… e incluso algunos utensilios u objetos de decoración típica andaluza… o incluso de África. Los puestos que nos ofrecen estos productos son conocidos como los “puestos de artesanía”, muy famosos por la calidad y la originalidad con la que trabajan sus materiales. A lo largo del recorrido nos encontraremos con diferentes restaurantes de playa en los que podemos pararnos a comer o a tomarnos una copa con vistas directas a la costa. En muchos de ellos se cocinan los mejores pescados de la zona, así como también se preparan los mojitos más demandados por los turistas. Si queremos refrescarnos mientras paseamos, siempre podemos comprar un helado en las diferentes heladerías que iremos viendo junto al paseo. Además, es muy habitual encontrarnos diferentes puestos o vendedores ambulantes que ofrecen agua y refrescos fríos si queremos combatir el calor. El paseo es muy cómodo. La acera es ancha, está bien separada de la carretera, y además hay numerosas palmeras que dan gran belleza y elegancia al recorrido. Encontraremos diferentes accesos directos a la playa, desde donde podremos ir rápidamente al agua si queremos pegarnos un chapuzón. A la salida de la misma, encontraremos duchas y grifos para lavar nuestro cuerpo y los pies si así lo deseamos.

Puente sobre el Río Salado

Paseo junto al río