La Hoz de Beteta, sendero botánico, cascada de Castro

El desnivel real estará entorno a los 100 metros.

A unos ocho km aprox de Beteta o bien a unos tres de Puente de Vadillos, está el área recreativa Fuente de los Tilos. En este punto comenzaremos el recorrido que vamos a realizar. Hemos combinado dos senderos señalizados, el de Fuente de los Tilos - Cueva del Armentero y el Sendero Botánico de la Hoz de Beteta.

El recorrido se puede realizar en cualquier época del año, pero es recomendable hacerla en primavera o verano para disfrutar de la diversidad botánica.


Comenzaremos en el aparcamiento del área recreativa Fuente de los Tilos (se encuentra a 3,5 kilómetros de la pedanía de Puente de Vadillos dirección Beteta por la CM-210).

Iniciamos nuestra andadura cruzando el puente y frente a nosotros veremos unos paneles con información del paseo botánico, la cueva de la Ramera y del paseo temático de la cueva del Armentero.

Descenderemos por la derecha siguiendo las indicaciones y cogeremos el sendero que discurre entre la abundante vegetación y los roquedales de la hoz por los cuales discurre el río Guadiela. Al poco habremos llegado a la presa de los Tilos.

Seguiremos nuestro recorrido disfrutando de la vegetación exuberante, y del paseo temático hasta llegar a la pasarela de la cascada de Castro. Está seca, incomprensiblemente y después de unos días de lluvias nos la encontramos seca. No salimos de nuestro asombro (hemos visto fotos de esta cascada en pleno verano y da gusto verla, no lo entiendo, da que pensar).

Daremos la vuelta y nos dirigiremos de nuevo al puente sobre el Guadiela que nos divide la ruta en dos. Desde este punto comenzaremos la segunda parte del recorrido, la Senda Botánica de la Hoz de Beteta, que nos llevará hasta el área recreativa Casa de la Pradera.

Pasaremos de nuevo por el puente junto a la central eléctrica de los tilos y el área recreativa. La frondosa vegetación nos envuelve a lo largo de todo el recorrido por la senda botánica. Un verde intenso nos embriaga en todo momento. Ejemplares de tilos, algún tejo, pino negral, y los roquedales de la Hoz nos acompañan en este esplendido paseo.

Pasaremos por las mini cascadas que forman las tobas que nos vamos a encontrar en un punto de la senda y, donde veremos unos tronquitos dispuestos en la senda para facilitar el paso. Más adelante encontramos pasarelas que facilitan el paso. Después de 2,5 kilómetros llegaremos hasta el área recreativa de la Casa de la Pradera (esta cuenta con mesas, fuente, una construcción en la que podemos encender unas brasas o refugiarnos).

Desde aquí desandaremos nuestros pasos y regresaremos hasta el punto de inicio. El recorrido es muy sencillo, no hay apenas desnivel. Es una ruta corta pero de grandísima belleza visual y paisajística, uno no se cansaría de hacer el trayecto una y otra vez. Una maravilla. Si no has estado todavía, no tardes, muy recomendable.