La Guillamona

Ascenso a esta conocida cima, iniciando el ascenso desde el punto más alto del puerto del Pinar, en la carretera de La Puebla a Santiago de la Espada.
Empezamos la ruta saltando la pequeña valla q hay en el Parking para iniciar la subida por la loma que está hacia el norte. Andamos por una pequeña rambla unos cientos de metros para subir hacia la derecha y superar la primera loma , saltando un repecho, que nos lleva a una primera zona de llaneo( desaparece la vegetacion que nos acompañó hasta el repecho final). desde aquí siempre avanzamos un poco a la izquierda buscando la base de la siguiente subida. Hemos de pasar una puerta , que volvemos a dejar cerrada . Desde aquí seguimos subiendo y atravesamos la Pedrera de los buitres, a esta altura la nieve ya es considerable dificultando el paso. La pedrera la sorteamos casi en su base. La subida no cesa, viendo perfectamente desde aquí la cuerda que nos lleva a la cima de la Guillamona( que son falta para acceder a ella dos nuevas subidas).
La primera de ellas constante pero si demasiada dificultad nos conduce directamente a la base de la subida final. En este momento nos quedamos desprotegidos frente al fuerte viento que nos acompañará hasta arriba. Subida final, más exigente por el aumento de la pendiente, y por fuerte viento que apenas nos deja oírnos. Siguiendo la valla que marca la cresta llegamos a la cima de La Guillamona, viendo a nuestra izquierda la majestuosa montaña de La Sagra durante toda esta subida. Cruzamos la valla nuevamente para estar junto al vértice geodésico, unas fotos y poner toda nuestra ropa de abrigo en perfecta posición para evitar la brutal sensación térmica de frío provocada por un viento muy fuerte.
Bajamos por el mismo sitio, toda la subida final, procurando no resbalar con el hielo. Cuando llegamos a la base de cima , cogemos la loma que queda a nuestra derecha( dejando a la izquierda el camino por el que veniamos), y continuamos primero cresteando esta nueva loma y luego procediendo a bajar, con cuidado de no resbalar en las numerosas zonas con hielo. Pasaremos otra puerta, volviendo a dejarla cerrada y seguimos bajando y llaneando, casi siempre con zonas heladas. Terminando esta zona volvemos a meternos en zona de pinos y espinos. A partir de aquí la valla de la cresta nos sirve de guía para llegar hasta el parking de los vehículos, que nos aguarda un par de kilómetros más abajo.
Finalizamos la ruta , agradeciendo a nuestro guía su trabajo para q todo fuese al pelo.
Fantástica ascensión.