Kirkjugólf

Kirkjugólf es de esas cosas naturales con pintas de cosas artificiales. En este caso, formaciones rocosas perfectas, imitando el suelo de una antigua iglesia.

Para llegar a Kirkjugólf, accedemos por la carretera 203 y dejamos la furgo en el parking habilitado, muy cerca del pueblo de Kirkjubæjarklaustur. Aquí encontramos un cartel informativo sobre el lugar que visitaremos.

La ruta es muy cómoda y corta, por lo que en pocos minutos se completa. Iniciamos nuestro camino por el sendero perfectamente señalizado, ancho y sin dificultades.

La primera parte de la ruta nos guiará hasta Hildishaugur, un montículo de roca singular. A su lado, un cartel informativo sobre dicho monumento.

Continuamos nuestro camino para llegar a Kirkjugólf, principal atractivo de la jornada. La senda sigue siendo muy cómoda y sin desniveles, por lo que vamos avanzando rápidamente. Las vistas sobre el lugar son preciosas!

Nos encontramos cerca de Kirkjugólf. Sólo debemos cruzar un pequeño puente de madera y continuar varios metros hasta llegar a Kirkjugólf.

Tras algo menos de medio kilómetro, llegamos a Kirkjugólf, un suelo natural formado por rocas imitando al suelo de una antigua iglesia. Aquí mismo, al final del camino de ida, encontramos un cartel informativo sobre dichas formaciones. Especial atención al bloque de 10 lados! Un sitio precioso!

Tras la visita a Kirkjugólf, regresamos al parking. El camino de vuelta lo realizaremos por el mismo camino de ida, por lo que, en pocos minutos, estaremos en el parking, donde damos por concluida esta corta y fácil ruta.

Paseo cómodo, fácil y rápido. A realizar sólo si se dispone de tiempo suficiente, ya que no es ninguna maravilla. Nosotros nos acercamos a ver varias cosas por las inmediaciones de Kirkjubæjarklaustur, y por eso nos acercamos a ver Kirkjugólf. Aún así, el lugar es muy bonito!

MÁS INFORMACIÓN:
Kirkjugólf

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Rubén Wanderlust (www.rubenwanderlust.com)