JHONY WINTER O SOLOMON LAKE TRAIL - KENAI FJORDS NATIONAL PARK - VALDEZ - ALASKA

Marcha realizada el miércoles 29 de julio de 2015
AVISO: Se entiende, que todo aquel que quiera realizar esta misma ruta, asume la responsabilidad que conlleva una actividad no exenta de posibles riesgos o incidentes, en un entorno en el que el sentido común y las circunstancias pueden marcar la diferencia entre pasar un buen día o todo lo contrario.
Hay que salir de Valdez con dirección a la capital Anchorage, para a las pocas millas tomar por la derecha la Dayville Rd., que bordeando esta bahía pasa al otro lado, frente a Valdez y junto a la refinería de petróleo. Ésta se deja atrás y a los cinco minutos por la izquierda se encuentra un pequeño aparcamiento, en el que habrá que dejar el coche. Un poste informativo indica el motivo de que a este Solomon trail también se le conozca como Jhony Winter, personaje de esta zona fallecido, y cuya memoria se reconoce de esta sencilla manera.

Como no, en dicho poste informativo, vuelven a recordar las recomendaciones a seguir en caso de algún fortuito encuentro con osos (que en esta zona, al menos serían negros y no grizzlys). Nosotros, tras el encuentro en el trekking del glaciar Exit con el oso negro, hemos decidido hacer lo que mucha gente, y ahora vamos equipados con un spray de gas pimienta, que casi parece un arma de destrucción masiva, pues según las instrucciones alcanza los diez metros, produciendo los mismos efectos que los gases lacrimógenos que usan los antidisturbios. Desde luego que preferimos no tenerlo que usar, aunque seguro que por sugestión, parece darnos un plus de seguridad; y es que hace tres o cuatro años, una geóloga que andaba recorriendo la zona fue atacada por una hembra de oso negro, al parecer bastante grande y cabreada, que posteriormente sería abatida, pero que se comió un brazo de la joven investigadora y destrozó parte del otro. Una vez iniciado el recorrido, este transcurre en pendiente pronunciada, y con un par de curvas que convierten a este bonito tramo que no llega al kilómetro en una agradable senda, en la que la espesa vegetación a ambos lados no nos permitiría ver a nuestro amigo plantígrado hasta que lo tuviéramos encima. A tener en cuenta, que a un grupo de ocho personas y bastante ruidosas por cierto, es complicado que se quiera arrimar ningún tipo de oso. Al llegar a la primera parte elevada y plana, se produce una bifurcación, en la que hay que ignorar el ramal de la derecha, para continuar de frente, ahora con una pronunciada bajada hasta llegar a una cancela para vehículos y la siempre presente arqueta con el libro de registro, que sobre todo hay que utilizar si se va sólo o con escasa compañía. De nuevo, otro tramo de subida antes de volver a bajar de manera un tanto brusca hasta un puente de madera, que sobre el río Solomon también permite el paso de los encargados del mantenimiento del Solomon Lake que abastece de agua a la población de Valdez. Un poco más adelante se pueden ver las conducciones elevadas, que transportan el agua hasta dicha población. Hasta aquí llevamos poco más de dos kilómetro y hemos traído rumbo sureste, pero en esta bifurcación en vez de seguir de frente, tomamos por la derecha por una senda que se ha estrechado ligeramente, y que con un par de curvas en suave ascenso, primero a la derecha y después a la izquierda, y tras pasar por otro puentecito de madera, se acaba llegando a una cascada del mismo río que ya salvamos hace un rato. Desde el puente anterior hasta este otro y el lago Solomon el rumbo cambió a sur, y hay que ir algo más pendiente, a los tres o cuatro cruces que se encuentran y que no interesan coger. De hecho, desde la cascada y tras pasar el segundo puentecito de madera hay unos trescientos metros antes de llegar a otro desvío por la izquierda, que de tomar se llega hasta la lagunita que hay justo del lago-embalse. Nosotros continuamos de frente otros doscientos metros más, hasta la misma presa que contiene el agua del Solomon Lake. Por la derecha desde la presa, hay otro ramal de esta misma senda que continuamos unos metros, pero que abandonamos sin poder investigar, por falta de tiempo. La vuelta se realiza por el mismo recorrido que en la ida.