Arista integral de Sierra de Alhucema, por el Jardín del Moro, pico Bermejo y Manantial del Arrimadizo (Sierra Subbética)
near Carcabuey, Andalucía (España)
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![Photo ofArista integral de Sierra de Alhucema, por el Jardín del Moro, pico Bermejo y Manantial del Arrimadizo (Sierra Subbética)](https://s1.wklcdn.com/image_29/891088/126680607/80936230.400x300.jpg)
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Itinerary description
Trazado que nos llevará a descubrir el vertiginoso paraje del Jardín del Moro, completar el ascenso por la solana al pico Bermejo, 1.474m y sumar la travesía integral a la Arista de Sierra de Alhucema, 1.431m, todo ello en una trepidante circular desde la carretera de acceso a Los Villares.
Nos movemos por el Parque Natural de la Sierra Subbética de Córdoba.
Como en las habituales entradas a esta parte de la sierra, marcamos nuestro punto de partida en la carretera de acceso a la aldea de Los Villares desde Priego de Córdoba. Utilizaremos el pequeño ensanche de entrada al Cortijo del Puerto del Cerezo para dejar el coche.
Avanzamos unos pocos metros por la carretera en dirección a Los Villares y nos desviamos por una rodada a la izquierda que hace las veces de vereda coincidente con el Sendero de Gran Recorrido GR7. Caminamos en tierra de olivos, rodada que pone rumbo sur a media ladera, a veces convertida en senda, donde aún resisten algunas balizas y marcas del GR7.
Con amplias vistas a la vecina Sierra Gallinera nuestro camino se acerca al Cortijo de los Arraiganes. Será a pocos metros donde prestamos atención a una vira que se aparta remontando a nuestra izquierda, será nuestro camino útil para flanquear la umbría, tajos y pedreras de la mole del pico Bermejo.
Durante unos metros la vereda pierde importancia, en nuestro caso la pasamos por alto unos metros y el denso matorral nos obliga a reencontrarnos con su traza, de aquí en adelanta algo más definida.
A la altura de la gran cañada que vuelca al este desde el Bermejo pasamos junto a la casilla del Cortijo de Soto Bajo y la Fuente de los Terneros. En leve descenso nos adentramos en la Dehesa del Cortijo Vichira, dejamos atrás una casona de ganado y enfilamos nuestros acomodados pasos hacia las ruinas del Cortijo Vichira, punto de inflexión en nuestro recorrido.
Tras la amplia aproximación por el poniente de la sierra y con el Cortijo Vichira como referencia, volcamos ahora la marcha, en paulatino ascenso, encarando las verticales que cierran a la cañada del Arroyo de las Labores.
No tardamos en adentrarnos en la pequeña garganta re roca viva que nos abre las puertas a la amplia cañada del Arroyo de las Labores. Nuestro primer objetivo se levanta sobre el espolón que despunta a nuestra izquierda.
Nos encontramos ahora bajo la vertical del imponente enclave del Jardín del Moro, nos asaltan distintas opciones de subida según remontemos la cañada. Nosotros nos quedamos con la directa, la más pronunciada y la que nos brindará un ascenso más visual. Dejando de lado el lecho del arroyo nada más salimos de la garganta, nos pegamos a la base del tajo y subimos por la diagonal que nos lleva a la cota del Jardín del Moro tras un acusado ascenso, incluido unas trepadas en el tramo final.
Nuestra vía desemboca ante los mismos restos de sillería del cerramiento, aunque tendremos que completar el ascenso a su parte alta, junto a los restos del aljibe, para tener la panorámica completa desde el Jardín del Moro, 1.103m.
Retomamos la marcha, ahora hacia el enlace con la trocha que remonta junto a la arista sur del pico Bermejo. Antes tendremos que recorrer la cuerda que nos separa del macizo del Bermejo, intuimos nuestro camino según avanzamos. Sobrepasamos un primer cerrillo que nos amplía la visión del recorrido a llevar, la escueta senda que seguimos se mueve ahora a media ladera sin complicación alguna hasta dejarnos en el pequeño collado de la Aguja, divisorio de aguas entre las cañadas del arroyo de las Labores y la que se precipita al oeste sobre el arroyo de la Fuente de las Cañas.
Tras el collado, y de nuevo en ascenso, enlazamos con la trocha que sube por al sur al Bermejo a pocos metros paralelos a la arista. Vereda evidente, con magníficas vistas a la aproximación a cumbre y al camino recorrido desde el Jardín del Moro. No tardamos en hacer cumbre en el vértice geodésico del pico Bermejo, 1.474m y continuar la marcha.
A fin de variar en lo posible el recorrido de subida, para el enlace hacia el Puerto del Cerezo nos decidimos a caminar sobre la arista hasta que adivinemos la vía de escape hacia el puerto.
Y es cuando parece que pronto daremos con su perfil más alomado, y que nos permite su abandono, cuando ascendemos al morrón de la arista, 1.444m, donde la línea de descenso se interrumpe verticalmente. Tendremos que flanquearlo para encarar la bajada directa y situarnos al fin en el Puerto del Cerezo, 1.286m.
En el puerto tenemos una vía de escape por la vereda que recorta directamente hacia el Cortijo del Puerto del Cerezo a pocos metros de nuestro punto de partida. Nosotros nos aventuramos desde este punto a entrar de lleno en la travesía integral de la arista de Sierra de Alhucema.
Dejamos de lado la entrada a media arista desde el mismo puerto y ponemos rumbo al sur hacia el collado de la Loma de las Chozas, 1.233m por la clara vereda que parte a pies del Puerto del Cerezo.
Alcanzamos la amplia collada que sesga la sierra para encarar el espolón sur de la arista de Alhucema. Esta vez marcaremos el ascenso directo por el mismo espolón, con alguna que otra trepada vertical, aérea y con algo de patio según ganamos metros.
Pasado el trecho más vertical la arista se suaviza sobre la cota de 1.400m, y aunque seguiremos con tendencia al ascenso, éste se vuelve imperceptible al avanzar ya sobre la afilada dorsal de la sierra. A la vez, por la derecha se incorpora una vía más asequible de ascenso que partiría igualmente desde el mismo collado.
El avance se reduce a caminar sobre la dorsal de roca viva, con muy buen agarre en seco, y que en esta primera parte carece de puntos críticos o a tener en especial cuidado.
Así será hasta alcanzar una primera cota de 1.425m, justo antes del enlace de la vía de entrada directa desde el Puerto del Cerezo y del primer hito a referir en el cresteo. Un corto paso de roca, aéreo pero con el ancho suficiente para sobrepasarlo sin objeciones. Tras este paso, una trepada algo más expuesta y algunos metros más cómodos hasta tocar la cota alta de Sierra de Alhucema, 1.431m.
Seguimos avanzando sobre la arista, en la misma línea de nivel, por delante el tramo de arista más expuesto y trabajado. Será debido a que en esta segunda parte la arista se afila, la roca es menos homogénea y encontraremos distintos puntos de inflexión de arista rota, escalonada y con patio a ambos lados.
Hemos conseguido sobrepasar cada uno de ellos sin perder altura, eso sí, en tres pasos clave será necesario asegurar bien el paso y los agarres ya que el obstáculo es en descenso dificultando la maniobra.
Hay que decir que, en todos los pasos críticos, siempre tendremos una vía de escape por la izquierda donde tendremos buenos agarres y posibilidad de un avance lateral. Por el flanco derecho la vertical anula cualquier opción.
Vamos tocando el fin del tramo aéreo cuando en nuestro camino se acentúa un leve descenso, será un pequeño resalto en bajada que esquivaremos por lo práctico el que lo de por finalizado.
Aún tendremos que ganar algunos metros sobre la ya alomada dorsal para poder echar la mirada atrás y disfrutar del sorprendente último tramo recorrido.
Poco a poco nos enfrentamos al macizo de Sierra Horconera y del pico de la Tiñosa. Como nuestro fin no es otro que buscar la salida al norte de Alhucema, y ya la apaciguada dorsal no nos ofrece reto alguno, nos decidimos por seguir la traza que se dibuja de forma óptima sin tener que sumar los cerros que se anteponen a la marcha.
Unas veces hemos bajado hacia Puerto Mahina para la vuelta, otras por la pedrera de los tajos de Alhucema hacia el Cortijo del Puerto del Cerezo. En esta ocasión queremos redondear la integral con el descenso hacia al Manantial del Arrimadizo.
Así, llegados al cerro alto de la Peñuela, viramos al oeste con el bosquete que esconde el manantial como referencia. Será un descenso largo y no muy cómodo. Hasta el bosquete un canchal escalonado de roca y tierra nos obligará a movernos de un lado a otro para buscar el mejor descenso.
Una vez en el bosquete, y avanzando paralelos a la barranquera que va a para al manantial, una fuerte rampa de tierra y matorral sumará dureza física tras la dura jornada que llevamos.
Pero será un descenso rápido, con un salto de valla fácil cuando alcanzamos el olivar y que nos deja junto el mismo Manantial del Arrimadizo, hoy con un buen caño de agua.
Y por fin pisamos tierra firma en los caminos del Cortijo del Arrimadizo, cae la tarde y trazamos el cierre directo más cómodo a nuestro punto de partida. Enlazando rodadas sobrepasamos la pequeña loma que nos separa de los dominios del Cortijo del Puerto del Cerezo y por consecuencia del lugar donde partimos en la mañana.
Nos vemos en las montañas.
***Nuestras rutas en Facebook***
Nos movemos por el Parque Natural de la Sierra Subbética de Córdoba.
Como en las habituales entradas a esta parte de la sierra, marcamos nuestro punto de partida en la carretera de acceso a la aldea de Los Villares desde Priego de Córdoba. Utilizaremos el pequeño ensanche de entrada al Cortijo del Puerto del Cerezo para dejar el coche.
Avanzamos unos pocos metros por la carretera en dirección a Los Villares y nos desviamos por una rodada a la izquierda que hace las veces de vereda coincidente con el Sendero de Gran Recorrido GR7. Caminamos en tierra de olivos, rodada que pone rumbo sur a media ladera, a veces convertida en senda, donde aún resisten algunas balizas y marcas del GR7.
Con amplias vistas a la vecina Sierra Gallinera nuestro camino se acerca al Cortijo de los Arraiganes. Será a pocos metros donde prestamos atención a una vira que se aparta remontando a nuestra izquierda, será nuestro camino útil para flanquear la umbría, tajos y pedreras de la mole del pico Bermejo.
Durante unos metros la vereda pierde importancia, en nuestro caso la pasamos por alto unos metros y el denso matorral nos obliga a reencontrarnos con su traza, de aquí en adelanta algo más definida.
A la altura de la gran cañada que vuelca al este desde el Bermejo pasamos junto a la casilla del Cortijo de Soto Bajo y la Fuente de los Terneros. En leve descenso nos adentramos en la Dehesa del Cortijo Vichira, dejamos atrás una casona de ganado y enfilamos nuestros acomodados pasos hacia las ruinas del Cortijo Vichira, punto de inflexión en nuestro recorrido.
Tras la amplia aproximación por el poniente de la sierra y con el Cortijo Vichira como referencia, volcamos ahora la marcha, en paulatino ascenso, encarando las verticales que cierran a la cañada del Arroyo de las Labores.
No tardamos en adentrarnos en la pequeña garganta re roca viva que nos abre las puertas a la amplia cañada del Arroyo de las Labores. Nuestro primer objetivo se levanta sobre el espolón que despunta a nuestra izquierda.
Nos encontramos ahora bajo la vertical del imponente enclave del Jardín del Moro, nos asaltan distintas opciones de subida según remontemos la cañada. Nosotros nos quedamos con la directa, la más pronunciada y la que nos brindará un ascenso más visual. Dejando de lado el lecho del arroyo nada más salimos de la garganta, nos pegamos a la base del tajo y subimos por la diagonal que nos lleva a la cota del Jardín del Moro tras un acusado ascenso, incluido unas trepadas en el tramo final.
Nuestra vía desemboca ante los mismos restos de sillería del cerramiento, aunque tendremos que completar el ascenso a su parte alta, junto a los restos del aljibe, para tener la panorámica completa desde el Jardín del Moro, 1.103m.
Retomamos la marcha, ahora hacia el enlace con la trocha que remonta junto a la arista sur del pico Bermejo. Antes tendremos que recorrer la cuerda que nos separa del macizo del Bermejo, intuimos nuestro camino según avanzamos. Sobrepasamos un primer cerrillo que nos amplía la visión del recorrido a llevar, la escueta senda que seguimos se mueve ahora a media ladera sin complicación alguna hasta dejarnos en el pequeño collado de la Aguja, divisorio de aguas entre las cañadas del arroyo de las Labores y la que se precipita al oeste sobre el arroyo de la Fuente de las Cañas.
Tras el collado, y de nuevo en ascenso, enlazamos con la trocha que sube por al sur al Bermejo a pocos metros paralelos a la arista. Vereda evidente, con magníficas vistas a la aproximación a cumbre y al camino recorrido desde el Jardín del Moro. No tardamos en hacer cumbre en el vértice geodésico del pico Bermejo, 1.474m y continuar la marcha.
A fin de variar en lo posible el recorrido de subida, para el enlace hacia el Puerto del Cerezo nos decidimos a caminar sobre la arista hasta que adivinemos la vía de escape hacia el puerto.
Y es cuando parece que pronto daremos con su perfil más alomado, y que nos permite su abandono, cuando ascendemos al morrón de la arista, 1.444m, donde la línea de descenso se interrumpe verticalmente. Tendremos que flanquearlo para encarar la bajada directa y situarnos al fin en el Puerto del Cerezo, 1.286m.
En el puerto tenemos una vía de escape por la vereda que recorta directamente hacia el Cortijo del Puerto del Cerezo a pocos metros de nuestro punto de partida. Nosotros nos aventuramos desde este punto a entrar de lleno en la travesía integral de la arista de Sierra de Alhucema.
Dejamos de lado la entrada a media arista desde el mismo puerto y ponemos rumbo al sur hacia el collado de la Loma de las Chozas, 1.233m por la clara vereda que parte a pies del Puerto del Cerezo.
Alcanzamos la amplia collada que sesga la sierra para encarar el espolón sur de la arista de Alhucema. Esta vez marcaremos el ascenso directo por el mismo espolón, con alguna que otra trepada vertical, aérea y con algo de patio según ganamos metros.
Pasado el trecho más vertical la arista se suaviza sobre la cota de 1.400m, y aunque seguiremos con tendencia al ascenso, éste se vuelve imperceptible al avanzar ya sobre la afilada dorsal de la sierra. A la vez, por la derecha se incorpora una vía más asequible de ascenso que partiría igualmente desde el mismo collado.
El avance se reduce a caminar sobre la dorsal de roca viva, con muy buen agarre en seco, y que en esta primera parte carece de puntos críticos o a tener en especial cuidado.
Así será hasta alcanzar una primera cota de 1.425m, justo antes del enlace de la vía de entrada directa desde el Puerto del Cerezo y del primer hito a referir en el cresteo. Un corto paso de roca, aéreo pero con el ancho suficiente para sobrepasarlo sin objeciones. Tras este paso, una trepada algo más expuesta y algunos metros más cómodos hasta tocar la cota alta de Sierra de Alhucema, 1.431m.
Seguimos avanzando sobre la arista, en la misma línea de nivel, por delante el tramo de arista más expuesto y trabajado. Será debido a que en esta segunda parte la arista se afila, la roca es menos homogénea y encontraremos distintos puntos de inflexión de arista rota, escalonada y con patio a ambos lados.
Hemos conseguido sobrepasar cada uno de ellos sin perder altura, eso sí, en tres pasos clave será necesario asegurar bien el paso y los agarres ya que el obstáculo es en descenso dificultando la maniobra.
Hay que decir que, en todos los pasos críticos, siempre tendremos una vía de escape por la izquierda donde tendremos buenos agarres y posibilidad de un avance lateral. Por el flanco derecho la vertical anula cualquier opción.
Vamos tocando el fin del tramo aéreo cuando en nuestro camino se acentúa un leve descenso, será un pequeño resalto en bajada que esquivaremos por lo práctico el que lo de por finalizado.
Aún tendremos que ganar algunos metros sobre la ya alomada dorsal para poder echar la mirada atrás y disfrutar del sorprendente último tramo recorrido.
Poco a poco nos enfrentamos al macizo de Sierra Horconera y del pico de la Tiñosa. Como nuestro fin no es otro que buscar la salida al norte de Alhucema, y ya la apaciguada dorsal no nos ofrece reto alguno, nos decidimos por seguir la traza que se dibuja de forma óptima sin tener que sumar los cerros que se anteponen a la marcha.
Unas veces hemos bajado hacia Puerto Mahina para la vuelta, otras por la pedrera de los tajos de Alhucema hacia el Cortijo del Puerto del Cerezo. En esta ocasión queremos redondear la integral con el descenso hacia al Manantial del Arrimadizo.
Así, llegados al cerro alto de la Peñuela, viramos al oeste con el bosquete que esconde el manantial como referencia. Será un descenso largo y no muy cómodo. Hasta el bosquete un canchal escalonado de roca y tierra nos obligará a movernos de un lado a otro para buscar el mejor descenso.
Una vez en el bosquete, y avanzando paralelos a la barranquera que va a para al manantial, una fuerte rampa de tierra y matorral sumará dureza física tras la dura jornada que llevamos.
Pero será un descenso rápido, con un salto de valla fácil cuando alcanzamos el olivar y que nos deja junto el mismo Manantial del Arrimadizo, hoy con un buen caño de agua.
Y por fin pisamos tierra firma en los caminos del Cortijo del Arrimadizo, cae la tarde y trazamos el cierre directo más cómodo a nuestro punto de partida. Enlazando rodadas sobrepasamos la pequeña loma que nos separa de los dominios del Cortijo del Puerto del Cerezo y por consecuencia del lugar donde partimos en la mañana.
Nos vemos en las montañas.
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