Integral de los Cantiles semilineal

Al sureste de la Comunidad de Madrid se localiza este espacio que alberga áreas y enclaves que constituyen algunas de las entidades biogeográficas más ricas e interesantes de la región, con formaciones vegetales y poblaciones de fauna de gran diversidad y riqueza de especies, entre las que destaca la avifauna asociada a cortados y cantiles, sotos fluviales y lagunas, o aquellas otras especies que habitan en las singulares estepas de yesos y cereales de secano.

En este entorno tan peculiar, es el agua el elemento natural omnipresente y dominante, el río Jarama y sus tres afluentes, Manzanares, Henares y Tajuña, unen sus aguas en territorio del Parque, además, la existencia de numerosas lagunas, artificiales en su gran mayoría, también contribuye a ese protagonismo. El origen de estas lagunas se debe a la antigua explotación de áridos (gravas) que durante años se llevó a cabo en esta parte del río Jarama, se excavó por debajo del nivel freático y al cesar la actividad y restaurar el entorno ha surgido este espacio natural. El agua ha vuelto a reclamar su espacio y ahora las lagunas inundan las zonas explotadas. Las aves migratorias hacen parada en ellas para coger fuerzas y continuar camino, mientras que otras tienen su residencia establecida en ellas.

En nuestro caso, vamos a recorrer una zona de reserva natural del Parque Regional del Sureste junto al río Jarama y a la desembocadura del Manzanares en el mismo. En su recorrido podremos avistar otras lagunas como la de Canales y la laguna del Raso, los cortados yesíferos que limitan el valle, así como algunos de los ecosistemas por cuya conservación se declaró el Parque Regional, con especies de flora y fauna de gran singularidad.

Partiendo desde un aparcamiento a las afueras de la localidad en el Paseo de las Provincias, nos dirigimos hasta tomar a la derecha la senda de la que parte la ruta de los Cantiles hasta llevarnos al otro punto de la ciudad, junto a la laguna del Campillo.

El primer punto fuerte de la jornada consistirá en subir el Cerro del Telégrafo y tomar buena cuenta del paisaje del entorno. Descendidos del cerro y retomando la senda, llegaremos a una zona de urbanizaciones que comunica con la Avenida de Pilar Miró. Bordeamos tales urbanizaciones por la izquierda y ya nos adentramos en el corazón de la ruta.

La ruta la clasifico como semilineal (solo recorremos unos 5-6 km dos veces en toda la ruta), ya que esta primera parte consistirá en divisar desde diferentes enclaves las lagunas de Canales y del Raso, los impresionantes cortados que se alzan sobre el valle y el monolito que se encuentra en el cerro del Piul hasta enlazar con la senda principal conocida como camino del Monte. Durante este recorrido de la zona de los miradores y antes de alcanzar el Camino del Monte es muy fácil salirse del track puesto que, o no hay una senda perfectamente delimitada o, habiéndola, hay otras muchas sendas que se cruzan. Sugiero seguir el track en todo momento dentro de esta zona y mantenerlo con una ampliación baja para evitar confusiones y salidas de ruta.

Ya en el camino del Monte, lo recorreremos en toda su extensión hasta llegar a la última laguna y más grande, la del Campillo. Bajaremos hasta ella y la recorreremos por su margen izquierda sin entrar en la zona vallada. Siguiendo por la zona delimitada, llegaremos hasta un área recreativa donde, de haber mesas disponibles, se puede parar para comer, pues ya llevaremos casi 14 km de andadura. Es justo atravesando este área que hallaremos una pequeña senda de ascenso que nos devolverá al punto del track cercano a la Laguna del Campillo II, no sin antes sorprendernos con las formaciones rocosas y cuevas que nos iremos encontrando en la subida.

Desde este punto, ya solo tenemos que desandar todo lo caminado (casi 10 km más) sin salirnos de la senda principal de la ruta de los Cantiles hasta llegar al punto de partida.

Es una ruta bastante larga y con un desnivel acumulado nada desdeñable, con constantes subidas y bajadas en el regreso, cuando nuestras piernas pesan más y nos percatamos de todo lo caminado en la ida. Mi recomendación es realizar esta ruta completa entre los meses de noviembre y marzo, evitando las épocas de lluvia por el tipo de terreno que pisamos y, principalmente, las épocas de calor.

Índice IBP de la ruta