Igantzi- Abelu - Arantza - San Juan Xar. Circular sobrevolando el Bidasoa y recorriendo caminos centenarios.

El coche puede dejarse en el acceso a las canteras de Igantzi. Por aquí pasa el sendero que une Igantzi con San Juan Xar, también señalizado como GR.
Subimos por unas escaleras que enlazan con una amplia y bonita calzada, que va cogiendo altura hasta alcanzar el pequeño valle colgado en el que se despliega la villa de Igantzi.
Desde el núcleo urbano subiremos hasta el cementerio, ya en el collado que se abre hacia Lesaka. Seguiremos una carretera asfaltada flanqueada de viviendas unifamiliares hasta encontrar la señalización y desvío hacia Xantalen. bajamos por la pista cementada entre caseríos con unas preciosas vistas de Igantzi abajo. Al llegar al pequeño hotel, la pista pierde el pavimento y prosigue entre árboles y prados.
En una zona desarbolada, nos desviamos en fortísima bajada, siempre por pista, que acaba en la carretera a la altura del barrio de Berrizaun. Ojo porque en el waypoint marcado como derrumbe, la pista se encuentra momentáneamente cortada. Nosotros pasamos por arriba con mucha precaución, imagino que una vez terminadas las obras que en mayo 2017 estaban en ejecución, se podrá pasar sin problemas.
Desde Berrizaun en el punto en el que pasa la vía verde, subiremos por otra pista cementada que asciende por encima de un aparcamiento de camiones madereros. Sube en zigzag zag, y pasa cerca de la conducción de la central hidroeléctrica. Aquí se transforma en sendero algo sucio que sube penosamente entre espinos. se trata del tramo menos agraciado de la excursión, que tenemos que superar para alcanzar el cordal de Abelu, que procura amplias vistas de la comarca del Bidasoa, a pesar de su modesta altitud. Pasada la cima, y un collado en el que se cruzan varias pistas, hay que descender un poco a la derecha, a la altura de una borda, para encontrar el arranque de un extraordinario sendero que desciende flanqueado por una hilera de hayas centenarias. El conjunto es extraordinario.
Comemos en Arantza en Pabloenea, una menestra y un cogote de merluza fantásticos.
Y en fuerte bajada por camino pavimentado de piedra llegamos hasta el río, camino de San Juan Xar. Otro lugar extraordinario, con la gruta y los carpes.
Una gran vuelta, muy variada y amena, fácil de seguir una vez resuelto el corte de la pista por el derrumbe.