Wikiloc | Alta Ruta Pirenaica (HRP) 2021 | Día 4/22 | Mirador de Teilary

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Photo ofAlta Ruta Pirenaica (HRP) 2021 | Día 4/22 | Mirador de Teilary - Bizkarrotxe Iturburua (Errozaté)

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Stamen Miroslavov

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Trail stats

Distance: 19.75 mi
Elevation gain: 4,157 ft
Technical difficulty: Difficult
Elevation loss: 4,065 ft
Max elevation: 4,661 ft
TrailRank: 54
Min elevation: 4,661 ft
Trail type: One Way

Time: 12 hours 35 minutes
Coordinates: 45317
Uploaded: September 5, 2021
Recorded: August 2021

1 Clap

near Gaineko Karrika, Nouvelle-Aquitaine (France)

Viewed 180 times, downloaded 12 times

Trail photos

Itinerary description

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Alta Ruta Pirenaica (HRP) 2021 | Día 4/22 | Mirador de Teilary - Bizkarrotxe Iturburua (Errozaté)
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Esta entrada de Wikiloc trata sobre el cuarto día (de 22) de la Alta Ruta Pirenaica (HRP), recorrida de Cabo Higuer a Vielha en verano del año 2021.

El día anterior (tercer día) se puede ver aquí: Alta Ruta Pirenaica (HRP) 2021 | Día 3/22 | Elizondo - Mirador de Teilary.

El día siguiente (quinto día) se puede ver aquí: Alta Ruta Pirenaica (HRP) 2021 | Día 5/22 | Bizkarrotxe Iturburua (Errozate) - Les Chalets d'Iraty.
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Definitivamente y sin duda alguna el peor día y el más difícil de toda la travesía de 22 días. Popurrí sublime y mayestático de vendavales huracánicos, dormir mal, un bochorno infernal larguísimo, jadeos, pies dolorosos con las plantas en quemazón, picos bellísimos, nieblas espesas y perdedoras, mucha humedad y lluvia, empapamiento absoluto y fatiga general. Obra maestra de la naturaleza en su estado más salvaje, todo comprimido en un solo día. Es una experiencia muy intensa, y aunque no del todo disfrutada en el momento (en especial en su ultimísima parte), es indudablemente enriquecedora y queda como un buen recuerdo.

Igualmente, la dificultad sube sobre todo por esta meteorología tan adversa y contradictoria. La da esta jornada no es una ruta fácil.
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RUTA:
Consultar los waypoints para más información.

Partimos del Mirador de Teilary y, tras pasar por el Col de Teilary en sí, seguimos con todo hacia el Sur, siempre por la carretera asfaltada. Pasamos por el Col d'Hauzay y llegamos al Collado Bundinkurutx, donde tomamos las indicaciones del Sendero de los Contrabandistas - viramos hacia el Este y rodeamos el pico Lindus para ir a parar al Collado de Lindus. Desde allí, continuamos por carretera hacia el Este-Sureste, hasta llegar al Puerto de Ibañeta.

En el Puerto de Ibañeta nos reincorporamos al GR-11, el cual sube con mucha intensidad al Nordeste. Subimos hasta el Collado de Lepoeder (Port de Cize), donde nos unimos también al Camino de Santiago francés, giramos al Norte y vamos a buscar el Collado de Izandorre, y tras eso giramos al Nordeste, hacia el Collado de Bentarte. En Bentarte, antes de proseguir con la ruta, damos un pequeño rodeo al Norte para pasar por la Fuente de Roland.

Dejamos el Camino de Santiago (Saint-Jacques) y seguimos todo recto al Este, aún por el GR-11, hasta llegar al Collado de Arnostegi, desde el cual tenemos una subida directa al pico Urkulu, cosa que no desaprovechamos para nada. Una vez hecha la cima, bajamos de nuevo al Collado de Arnostegi y seguimos hacia el Sureste y por el GR-11 alrededor de 1 kilómetro más, hasta que llegamos a un punto en el que el GR se va para Azpegi, cosa que no nos interesa, por lo que cambiamos al Este y luego al Nordeste, siguiendo los caminos secundarios que llevan al Col de Orgambidé. Estos caminos no son nada precisos ni están bien marcados, por lo que nos desorientamos durante un rato, pero buscando el Este, eventualmente acabamos encontrando la carretera que lleva al Collado de Orgambidé.

Una vez llegados a Orgambidé, giramos a la derecha (al Sureste) y seguimos también sobre carretera asfaltada a lo largo de 3 kilómetros (bastante exactos), hasta que pasamos por delante de dos cabañas de pastor seguidas. Justo después de la segunda, bajamos a la izquierda por un sendero medio-borrado (pero existente), y vamos al Norte para ir a cruzar el río Errobi por encima del Puente Xubina.

Tras cruzar por el puente seguimos unos 500 metros más hacia el Norte y luego el sendero gira bruscamente al Sureste, para completar la durísima subida al Collado de Erozaté. A partir de este último collado, seguimos alrededor de un kilómetro más hacia el Sureste, hasta que encontramos un buen sitio donde montar la tienda, cerca de Bizkarrotxe Iturburua.
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GUÍA Y ORIENTACIÓN:
En este cuarto día pasamos a depender enteramente del mapa Nº2 de Rando Éditions, ya que la totalidad de la ruta queda cubierta por este.

02. PAYS BASQUE EST. Barétous/Soule/Basse-Navarre. 1:50.000. Rando Éditions 2015

Cabe destacar que el mapa es en escala 1:50.000, el doble de lo que suelen tener los mapas de montaña más usados, por lo que hay que acostumbrarse a interpretar las distancias bien (cada cuadrado es de 2km por 2km).

Para guiarnos, también usamos el que creemos que es el libro más completo sobre la HRP:

THE PYRENEAN HAUTE ROUTE. The HRP high-level trail, por Tom Martens. Cicerone 2019

La guía contiene información valiosísima sobre cada una de las etapas, y aunque no sigamos las etapas y la ruta a rajatabla, nos viene de perlas para saber dónde encontrar agua o comida, y dónde pasar la noche. En esta ocasión, seguimos el camino de la guía a rajatabla a lo largo de todo el día.

Finalmente, también nos vamos ayudando con el GPS Aventura 2 de TwoNav, con el que se han grabado todas las rutas de esta travesía. El GPS lleva varios mapas incorporados, y en caso de duda nos ayuda a situarnos bien y a evaluar mejor la situación.
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TIEMPOS:

Mirador de Teilary: 8:41
Derecha: 9:08
Col d'Hauzay: 9:18
Burdinkurutxeta Lepoa: 9:50
Col de Lindus: 10:09 y nos quedamos hasta las 10:55.
Asundegiko erreka: 11:29
Puerto de Ibañeta: 11:37
Collado de Lepoeder: 13:09
Cabaña de Izandorre: 13:33
Parada para comer: 14:08 y comemos hasta las 15:55.
Bentarteko lepoa: 15:58
Fontaine de Roland: 16:02 y estamos hasta las 16:13.
Col d'Arnosteguy: 16:38
Urkulu - Sur: 16:56
Torre-Trofeo de Urkulu: 17:03
Urkulu: 17:09
Col d'Arnosteguy: 17:23
Abandonamos el GR-11: 17:42
Nos incorporamos en la carretera: 18:16
Col d'Orgambidé: 18:34
Puente Xubina y Río Errobi: 19:47
Col d'Errozaté: 20:49
Bizkarrotxe Iturburua: 21:25
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METEO:
Condiciones climáticas muy adversas durante la jornada entera - vendaval fuertísimo durante la noche anterior, calor ultra-intenso durante el día, y una humedad muy elevada combinada con niebla espesa y lluvia durante el atardecer y la noche siguiente. Esta viene a ser la etapa más dura de todas, debido al conjunto de factores meteorológicos.
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AGUA:
Fuente de cuatro grifos en le punto inicial - el Mirador de Teilary. Muy poco después, hay una fuente similar en el Col d'Hauzay.

En el Collado de Bundinkurutx posiblemente haya una fuente, aunque cuando pasamos nosotros ésta no funcionaba.

Pequeño manantial en la zona de Asundegiko Erreka, al lado de la carretera. Justo antes del Puerto de Ibañeta.

La Fuente de Roland, a 200 metros al Norte del Collado de Bentarte. Punto imprescindible para llenar agua.

En el río Errobi también se puede llenar algo de agua. Está justo debajo del Col d'Errozaté, al Oeste de este.

Finalmente, en la zona de acampada, hay agua en el manantial de Bizkarrotxe, aunque es muy, pero que muy recomendable usar filtro, ya que es zona de pasto de todo tipo de animales.
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ABASTECIMIENTO:
En esta etapa no hay ningún punto de abastecimiento, por lo que tendremos que depender enteramente de la comida que ya cargamos con nosotros.
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MOCHILA:
Mochila muy pesada durante todo el día - no baja de los 21 kg.
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PERNOCTAR:
La noche anterior la hemos pasado en el mirador que hay al lado del Col de Teilary. El mirador tiene unas vistas impresionantes y mucha llanura donde poner una tienda. Suelen concentrarse caravanas allí.

El lugar de pernoctación de esta jornada acaba resultando completamente improvisado - montamos la tienda en una pequeña zona verde pegada a la carretera, justo por encima del manantial de Bizkarrotxe (Bizkarrotxe Iturburua). El punto se sitúa alrededor de 1 kilómetro al Sureste del collado de Errozaté y acaba siendo ideal por su planicie.

Waypoints

Mirador de Teilary

Nos despertamos en medio de la noche a causa de una ráfagas de viento terribles. El viento es ultra fuerte, tanto, ¡¡que resulta que ha sacado una de las piquetas de la tienda de campaña!! Así, el extremo de la tienda se ve sacudido por la rachas y va bailoteando a toda pastilla. El ruido fuera es tan masivo, que durante un buen rato nos pensamos que fuera está cayendo un diluvio torrencial, pero al asomarnos vemos que no hay lluvia y que lo único que ruge es el brutal vendaval.

Yo y Francesc salimos y nos ponemos manos a la obra - debemos encontrar la piqueta que ha salido volando. A todo esto, las chancletas de Francesc también se han ido volando, así que tarda un buen rato en calzarse. Nos pegamos un buen rato buscando - claro, son las 3 de la mañana y todo está oscuro, y lo único que tenemos para iluminar el suelo son las frontales. Mientras buscamos, ¡otra piqueta se sale también! Al menos esta la encontramos con facilidad. El viento es realmente bestial... Nos ponemos a recoger troncos de madera y piedras, y las amontonamos para tapar todas las piquetas clavadas, para que así no salgan volando.

Después de 45 minutos de buscar casi a tientas y con un viento pegando con fuerza, y con la piqueta que no aparece y no aparece, ¡¡finalmente la encontramos dentro de la tienda!! No tenemos ni idea de cómo ha llegado allí, pero con toda seguridad la habrá sacudido el viento varias veces, hasta introducirla por completo azar por alguna hendidura de la puerta de la tienda. Nos vamos a dormir otra vez, aunque Francesc ha encontrado sólo una de las chancletas, a unos 5 metros de la tienda...

Por la mañana nos levantamos completamente destrozados, como si nos hubieran dado una paliza. Por suerte, no estamos mojados, ni la tienda, ni nosotros. Sólo hubiese faltado con lloviera... Nos tomamos un laaaargo rato para desayunar y para prepararnos para el día. Lo necesitamos.

Antes de partir, Francesc emprende otra búsqueda para encontrar la chancleta perdida. Un rato más tarde, la encuentra ni más ni menos que ¡a 30 metros de la tienda!, al otro lado de la carretera y abajo por el bosque... ¡Es alucinante!

Derecha

Seguimos con el plan del día anterior y proseguimos al Sur, ahora sí pasando por el Col de Teilary (o de Nahala). En todo momento nos mantenemos por la carretera de asfalto. En un momento dado, nuestro paso se ve obstruido por un rebaño de ovejas - por un instante tenemos dudas de si pasar y nos quedamos pensativos delante de las ovejas y los corderos, pero finalmente pisamos con firmeza y cruzamos el rebaño. Los animales se van apartando a nuestro paso, son más temerosos de lo que parece.

Carretera abajo, llegamos a una bifurcación - hay que tomar la derecha, ahora hacia arriba.

Col d'Hauzay

La carretera nos lleva al collado donde pretendíamos pasar la noche y al cual no llegamos en el día anterior. Es el Col d'Hauzay y ofrece igualmente zonas verdes y llanas, así como otra fuente con 4 grifos - también es buen sitio para pernoctar. Seguimos por la carretera principal, a la izquierda.

Burdinkurutxeta Lepoa

La carretera nos lleva directo al siguiente collado, sin desvíos. En el collado hay una especia de búnker extraño y varias vallas. Parece que hay una fuente en el búnker, aunque ahora no funciona.

Aquí también vemos un poste señalizador. Seguimos por la carretera.

Col de Lindus

De nuevo, la carretera nos lleva al siguiente punto, sin desvíos. Este collado es más amplio y lleva a más confusión. Cruzamos la pradera que hay justo en la entrada del collado y pasamos por la puerta y al otro lado del cercado. Nos sentamos un rato para hacer el segundo desayuno y para comprobar qué camino debemos tomar. Nos aseguramos bien - necesitamos seguir hacia la izquierda, justo al pasar por el portón, hacia donde marca Gabarbide. Es el camino que sigue la valla en dirección el Este y es el que también está terriblemente embarrado.

Asundegiko Erreka

Subimos una pequeña colina y emergimos de nuevo en la carretera. Vamos toooodo recto, ahora de bajada. Otra vez, la carretera es incuestionable - no hay extravíos que valgan. Al cabo de unos casi dos kilómetros y medio, llegamos a la zona por donde pasa el río Asundegi (Asundegiko Erreka). Justo en ese punto, al lado de la carretera brota agua de un conjunto de tres tuberías pequeñas. El flujo es muy ligero, pero es lo suficientemente potente como para llenar la cantimplora.

Puerto de Ibañeta

Unos pocos minutos más tarde salimos del bosque y vamos a parar en el Puerto de Ibañeta. Este collado es un punto clave de acceso a Roncesvalles (Orreaga/Roncevaux), pues el castillo se encuentra a tan sólo 1'5 km de aquí, al Sur. No tenemos pensado visitar Roncesvalles, así que aunque esté relativamente cerca, decidimos no dar ese rodeo.

En el Puerto de Ibañeta hay una especia de cripta, donde nos paramos a descansar durante unos minutos, y donde ¡Lu se encuentra una gorra! Ya es la segunda cosa que se encuentra en este viaje, ¡vaya suerte!

En la zona también hay un aparcamiento y alguna zona de pícnic, pero no hay ninguna fuente. También hay un monumento curioso (Monumento a Roldán) por el que paso antes de continuar - consiste en una lápida enorme con varias inscripciones.

Para seguir, tomamos el Este, por el GR-12 (en conjunto con el GR-11), señalizado hacia Azpegi.

Aquí y a esta hora ya hace un calor muy intenso.

Collado de Lepoeder

La subida se nos viene encima instantáneamente. El camino no es difícil de leer - hay que mantener el Este, y luego cambiar al Noreste, siguiendo las marcas de rojo y blanco del GR. No obstante, la subida es fuerte y se intensifica aún más debido al calor. Durante la mayor parte de este tramo vamos siguiendo una pista de tierra, sin embargo, en las curvas vamos acortando por los senderos o directamente campo a través. Acabamos subiendo unos 360 metros en menos de 3 kilómetros, no es ninguna broma el ascenso. Por el camino nos vamos encontrando a muchísimas personas, está muy masificado, aunque todas ellas parce sufrir de igual forma del combo fatídico entre la pendiente y el bochorno.

Así, alrededor de 1 hora más tarde, por fin llegamos debajo del Collado de Lepoeder (o también llamado Port de Cize). Justo debajo hay una zona de bosque, así que nos paramos un buen rato a descansar en la sombra. Es muy, pero que muy necesario. Comemos algo, nos hidratamos potentemente y cuando nos sentimos preparados, salimos otra vez bajo el sol. Subimos en el collado, el cual curiosamente será el punto más alto por el que pasaremos en todo el día [1430 m], y donde también hay un banco-cabina con una forma curiosa, y el cual alberga un punto de socorro (llamada de urgencia). Aquí nos unimos al Camino de Santiago Francés (Chemin de Saint-Jaques de Compostelle), tomando la pista que va hacia el Norte.

Cabaña de Izandorre

Vamos bajando por un trecho ultra incómodo y lleno de piedras. Nuestros pies sufren lo indescriptible, ya que prácticamente no hay forma de pisar bien, y con cada paso la presión en la planta de los pies aumenta más y más. A todo esto, el calor es monstruoso e incluso cuesta respirar debidamente... ¡Menudo panorama!

Unos 25 minutos más tarde y 1'8 km más allá, salimos en otro collado extenso (Izandorreko lepoa), en medio del cual hay una pequeña cabaña. La cabaña está cerrada (debido al Covid), así que no puede usarse libremente, aunque igual eso cambia en el futuro. Continuamos recto al Noreste.

Parada para comer

Poco a poco vamos entrando en una zona boscosa y nos vamos calmando más, ya que al menos nos encontramos protegidos de los machacadores rayos solares. Desesperadamente intentamos buscar fuentes por el camino, pero no hay suerte y se nos acaba el agua... A ver si un poco más adelante podremos encontrar cualquier cosa.

Caminamos en ritmo de sube-baja. Unos 2 kilómetros más adelante, muy cerca del Collado de Bentarte, el bosque se termina y decidimos que es el punto ideal para parar a comer, y así seguir escapándonos de las horas de sol más terribles. Así pues, dejamos las mochilas al lado del camino, donde casi no hay sitio para poner el culo, pero es un asiento mínimamente digno y al menos está ensombrecido. ¡A comer! (Y luego a dormir bien, necesitamos una buena siesta.)

Bentarteko lepoa

Nos quedamos un largo rato en ese punto, al lado del camino. Sobre las cuatro de la tarde, vemos que ya es la hora de emprender la marcha de nuevo - aunque estemos en suma comodidad allí tumbados, queda un buen trozo de camino hasta la meta que nos hemos propuesto para el día.

Salimos de nuevo del bosque para caer directamente en las brasas, ya que el sol sigue siendo súper intenso. Recorremos unos pocos metros y ya nos encontramos en el Col de Bentarte. Justo aquí, la guía de Tom Martens nos salva de nuevo, ya que estamos en mínimos de agua - muy cerca hay una fuente, la cual por alguna razón no sale en casi ningún mapa, pero sí en la guía. Nos desviamos hacia Norte, aún sobre el Camino de Santiago Francés.

Fontaine de Roland

La fuente que buscamos se encuentra a unos 200 metros al Norte del collado anterior. Llegamos en un santiamén. La fuente tiene un par de bancos de piedra en los lados. Aquí también hay otro punto SOS. El agua fluye con un chorro gélido, que contrasta sobremanera con el ambiente que hace afuera. Llenamos las cantimploras y las bolsas de agua todo lo que podemos, ya que no sabemos cuándo volveremos a encontrar agua. Tras eso, subimos en la pista de tierra que hay justo por encima de la fuente y la seguimos al Sur.

Col d'Arnosteguy

Muy rápidamente volvemos al Col de Bentarte, esta vez en su otro costado, y aquí viramos para continuar al Este. Aquí seguimos estando sobre el GR-12 y el GR-11. Ahora vamos de bajada por un senda relativamente cómoda - una rasura amplia que atraviesa los prados. Estamos completamente al descubierto, aún friéndonos bajo el achicharrante sol. El camino se sitúa paralelo a una valla y tan sólo vamos siguiendo su extensión, a momentos encontrándonos a algún bebedero para animales, o a alguna vaca. Este tramo también coincide con la frontera franco-española.

Alrededor de un kilómetro y medio más allá, salimos en el Col d'Arnosteguy (Arnostegiko lepoa), un collado con una extensión amplísima y también el cruce de múltiples rutas concurridas. Aquí incluso hay un aparcamiento, ya que hay una carretera que viene del lado francés. En el lado francés ya vemos a unos cuantos nubarrones bajos...

Al Noreste se alzan las torres del pico Urkulu, completamente majestuosas. ¡Qué ganas tenemos de subir allí! Es uno de los picos más importantes de la zona, ¡y ya venimos con muchas ganas para conquistarlo! Así pues, dejamos las mochilas pesadas en unas piedras no muy lejos del párking y nos llevamos sólo lo más esencial. Ahora sí, ¡emprendemos la subida con muchas ganas!

Urkulu - Sur [1415 m]

El ascenso es muy fácil y muy bien marcado. Nos vamos encontrando a muchísimos senderistas, pero vamos con todo el turbo y vamos adelantando al resto de personas sin muchos miramientos. Realmente llevamos un ritmo tremendo y tenemos muchas ganas de subir arriba - subimos los 170 metros entre el collado y el extremo Sur de Urkulu ¡en sólo 15 minutos! Este no es el punto más alto de la cima, pero realmente puede tratarse como un pico secundario separado. Además, desde aquí se ven mejor todas las zonas al Sur del pico, aunque en este momento no sea exactamente así, ya que unas densas nubes van cubriendo el terreno de abajo. Aquí el espectáculo se ve magnífico, aunque a ver cómo será cuando nos lo encontremos allí abajo, ya que tendremos que pasar sí o sí por alguno de esos mares de niebla...

Torre-Trofeo de Urkulu [1423 m]

Cruzamos de nuevo la caldera que hay entre el conjunto de picos y ahora vamos al Norte, a por el plato principal. Subir resulta divertido, ya que en algún momento tenemos que trepar y todo por las piedras.

Salimos en la Torre-Trofeo de Urkulu, la cual se compone por unos muros un pelín derruidos. Es aquí donde se concentra la mayoría de la gente. Al girarnos hacia atrás, el pico Sur se nos ilustra como si fuera la proa de un barco, atravesando un denso mar de nubes. ¡Qué chulo es el Urkulu!

Urkulu [1423 m]

Antes de bajar, yo y Francesc nos escapamos un momento para completar el círculo, subiendo también al pico principal de Urkulu, allí donde está el hito de piedras. Así, nos sentimos completamente satisfechos de haber subido en todos los puntos más altos del macizo.

Abandonamos el GR-11

Bajamos por el mismo camino hasta reencontrarnos con las mochilas, las cuales por suerte están intactas. No obstante, la niebla ya ha dominado completamente el terreno, así que no se ve casi nada. Incluso las vacas empiezan a dar un poco de miedo, ya que escuchamos sus mugidos y los tintineos de sus campanas, pero sin saber situarlas bien. Es un escenario muy a lo "Silent Hill"...

Retomamos el GR con una bajada suave hacia el Sureste, y rodeando el Urkulu. Alrededor de 1'2 km más adelante, el camino se separa en dos. Debido a la intensa niebla, nos acabamos pasando por unos metros, pero rápidamente retrocedemos y abandonamos el GR, el cual se va hacia el Sur, para irnos hacia el Este. Que conste que aquí hay que ir por el sendero que está señalado por la cruz de rojo y blanco. No obstante, en caso de pasarse de largo, según se puede ver sobre el mapa, el camino se puede recuperar con facilidad más adelante, en la carretera de Azpegi (Azpegiko bidea).

Photo ofNos incorporamos en la carretera

Nos incorporamos en la carretera

El sendero está bastante desdibujado y se confunde con facilidad con la multitud de pisadas y caminitos de vaca que hay por toda la zona. De este forma, y con el efecto de la densa niebla, cuando no han transcurrido ni tan sólo 5 minutos, nos acabamos dando cuenta que hemos perdido el trazado original. Así, cortamos campo a través como podemos, y durante un buen rato nos sentimos un poco perdidos. A lo largo de un kilómetro entero, improvisamos el camino en función del terreno que podemos percibir con la mínima visibilidad que nos ofrece la espesa bruma, y ayudándonos constantemente con el GPS. Cuesta creerlo, pero la niebla empeora las cosas de una forma drástica, ya que se pierde la noción general y la imagen completa del terreno envolvente. Además, la niebla también aumenta el sofoco, ya que el aire aún está caliente. Finalmente, el GPS acaba jugando el mayor papel para sacarnos del apuro, y tras deambular durante media hora, por fin salimos en la carretera (Azpegiko bidea). Aquí debemos seguir a la izquierda, hacia el Nordeste.

Col d'Orgambidé

Una vez sobre el asfalto, la orientación deja de ser un problema, aunque sí lo son los esporádicos coches que aparecen de tanto en tanto - debemos estar atentos, ya que la visibilidad es mínima. Cruzamos un pequeño bosquecillo, y luego la carretera se vuelve muy recta. A medida que avanzamos hacia el lado francés, la niebla se hace más y más espesa, más húmeda, y más fría y penetrante. Es una verdadera lástima, ya que se supone que estamos en una zona repleta de cromlechs y dolmens, pero no vemos prácticamente nada a más de 5 metros en la redonda, como para ver las formaciones de piedra...

No tardamos en llegar en una bifurcación muy importante, en la cual ambos lados de la carretera marchan en direcciones opuestas. Se trata del Col d'Orgambidé, punto de inflexión y frontera entre Francia y España. La ruta original HRP aquí se va a la izquierda (tal y como sale en el mapa de Rando), pero nosotros tenemos claro que queremos seguir la guía de Tom Martens, según la cual hay que tomar la derecha.

La niebla aquí ya es alucinante y además empieza a caer una débil lluvia, pero bastante mojadora. Nos tomamos un momento para ponernos tanto las chaquetas impermeables como las fundas de las mochilas. Ahora ya hace bastante frío ya la sensación empieza a ser desagradable.

Puente Xubina y Río Errobi

Seguimos todo recto por la carretera. El camino no es precisamente interesante, ya que sólo hay niebla, lluvia y un paisaje repetitivo. Nos centramos en avanzar y avanzar como podemos. Unos 2'4 km más adelante, justo donde la carretera describe una curva marcada, hay una cabaña de pastor - es la primera de la dos cabañas que por la zona (Elhursaroko Etxolak). Hay un perro ladrando con mucha fuerza, seguro que nos ha notado. No nos acercamos demasiado a la cabaña, y por el contrario cruzamos la ladera, saliendo de la pista durante un instante.

Nos reincorporamos, y muy poco después (300 metros más), llegamos a la zona de la segunda de las dos cabañas. Antes de llegar del todo, a nuestro encuentro sale un perro de montaña enorme. Se queda en medio de la carretera, ladrando y barriendo nuestro paso. Durante un buen rato eso nos asusta y no nos atrevemos a dar ni un paso. Al final, empezamos a movernos con tranquilidad, muy suavemente, y eventualmente el perro se aparta. Continúa ladrando y siguiéndonos en todo momento, pero tampoco se atreve a acercarse demasiado. Con los perros de montaña hay que tener mucha tranquilidad, para que no acaben tomándonos por personas hostiles.

Seguimos, pasamos por delante de la segunda cabaña, y sin bajar por la pista que lleva al edificio en sí, continuamos unos pocos metros adelante, hasta ver un pequeño sendero bajar por la ladera a la izquierda. Lo tomamos y vamos descendiendo a través de los campos repletos de hierbas altas. Todo está muy mojado y resbala mogollón. Puede parecer que no hay camino, pero en todo momento acabamos encontrando el sendero y así bajamos en zigzag y hacia el Norte, aproximándonos al río Errobi (o también la Nive). En las cercanías del mismo, el terreno se vuelve especialmente barroso y resbaladizo, vamos muy concentrados y prestando atención en cada paso que damos - ¡¡para nada, pero para nada querríamos una lesión justo aquí y ahora!!

Finalmente, llegamos abajo del todo y cruzamos el río por el puente Xubina (Pont de Chubigne), el cual consiste en una palanca de madera. Tras eso, el camino es único al otro lado. Como dato curioso, este es el punto más bajo de toda la ruta de este cuarto día.

Col d'Errozaté

Seguimos por el sendero a lo largo de unos 500 metros (al Norte), casi en plano, hasta que éste pega una vuelta muy cerrada y se va hacia arriba y al Sureste. Aquí el curso cambia de una forma totalmente dramática - la pendiente se intensifica de una manera brutal, y aunque el sendero es muy claro de leer en todo momento, se hace interminablemente largo, pesado y mortífero. Lo pero y lo más horrible de todo es que el sendero es recubierto por hierbas altas en todo momento, por lo que es imposible no tocarlas o zarandearlas a nuestro paso. Las hierbas están muy, pero que muy impregnadas de agua, ya sea por la lluvia o por la niebla condensada, así que, con cada paso que damos, más y más se mojan nuestras piernas y nuestros pies, pues el agua acaba colándose por la caña de las botas y luego acaba inundando todo el interior. Cada paso es como tener los pies en una piscina. La subida se nos hace agónica.

Con los últimos esfuerzos, completamente empapados tanto por la lluvia y niebla, como por el sudor; agotadísimos del todo y con una sensación de frío en incremento; con el cuerpo entero dolorido y en especial los pies y la cabeza; por fin acabamos emergiendo en el Collado de Errozaté, tras 300 metros infernales de subida. La vista es desoladora, ya que no hay prácticamente nada aquí, y tampoco tenemos ánimos suficientes como para celebrar el logro, pero aquí estamos. Sólo queda encontrar dónde dormir.

Bizkarrotxe Iturburua

Justo debajo del collado, en la banda Este, hay una especia de caseta. Nos acercamos para mirar, pero aunque tiene techo, con desilusión descubrimos que por dentro está enteramente cubierta de excrementos de vaca. Claro, la puerta está abierta, las vacas irán entrando y saliendo a sus anchas. No nos queda otra que seguir un poco más, a ver qué encontramos. A muy malas podemos intentar llegar hasta Nekez-Egina, como nos habíamos propuesto como objetivo del día, pero se está haciendo de noche ya...

Seguimos por la carretera hacia el Sureste. Alrededor de 1 kilómetro más adelante, la carretera pega una vuelta grande hacia la izquierda, y justo en este punto vemos una pequeña zona plana y cubierta de hierba, de unos 4-5 metros por otros 4-5 metros, pegada a la carretera y dando a un pequeño precipicio sin mucho peligro. Será un apartadero normal y corriente para los coches. En la foto se puede apreciar bien. Nos lo pensamos sólo un par de minutos, y finalmente tomamos la decisión definitiva de pasar la noche aquí. Estamos justo por encima del manantial de Bizkarrotxe (Bizkarrotxe Iturburua).

Montamos la tienda, mientras nos helamos de frío, pero al menos las piquetas se clavan con suma facilidad. Cenamos escasamente, mientras los ánimos ya están por los suelos, y decayendo aún más. Necesitaremos recuperarnos bien de esta jornada...

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