Hiendelaencina: (1) reto y (2) disfrutes

NO HAGAS la primera parte de esta marcha (waypoints 2-3-4-5-6-2) sin saber antes sus dificultades.

PARTE 1: El reto
En tiempos anteriores al GPS, este explorador intentó un día bajar al río por el camino que indica el mapa del IGN. En algún lugar tal como el de la fotografía 1, divisó el puente que en ella se ve, lo que aumentó sus ansias de llegar. Pero perdió el camino, encontró dificultades y, solo y sin cobertura de móvil, tuvo miedo de continuar por tales andurriales. Se le quedó, sin embargo, un deseo macarthiano de volver y lograrlo. Este día, con abnegada compañía, el valioso track de Carlinios (id=10385992) y contando con el fuerte estiaje del río, le pareció tener todas las circunstancias a favor para hacerlo. Lo logró, pero con mucho esfuerzo, como él mismo dice a continuación.

Al enhebrar en el waypoint 2 el camino de descenso, un colega explorador que por él subía nos dijo que el camino era difícil por las muchas jaras. Incorrecto: la jara ofrece pocas dificultades en comparación con las de los majuelos, los rosales silvestres y las zarzas de calibre hasta 39 mm parabellum que pueblan la parte baja del barranco; plantas espinosas que muchas veces no podían doblegar los enfurecidos golpes de nuestras aguijadas. Carlinios (a quien agradecemos su track sobremanera) también dice que su marcha es difícil (y pensamos que él no llegó a bajar al cauce).

En el waypoint 3 nos surge la duda de si seguir el track de Carlinios o el del mapa del IGN, que allí difieren. Optamos por el de Carlinios porque, como la vez anterior, el camino del IGN ni está ni se barrunta. Por el camino de Carlinios, que fue en tiempos una buena calzada enlosada, se llega con dificultad a las proximidades del puente, que nos queda más abajo. Ahora las plantas pinchosas están por doquier y una fuerte pendiente complica aún más el descenso, que realizamos penosamente.

Valía la pena. Las fotos describen la magia de las ruinas de este olvidado lugar.

Para la vuelta descubrimos el otro extremo del camino del IGN, desaparecido antes. Es un camino casi horizontal (waypoints 4 a 6), lo que queda de otra calzada que en su día estuvo enlosada; y preferimos explorarlo que subir de nuevo hasta el de Carlinios. No fue un error; nos costó llegar al waypoint 6, donde el camino desaparece otra vez, pero desde allí, sin plantas pinchosas, con sólo los obstáculos de la pendiente y las benévolas jaras, regresamos al waypoint 3 con entusiasmo. El resto, hasta el waypoint 2, como a la ida.

Nuestros planes originales eran hacer seguidamente la marcha de Brolick (id=4282950) por el fondo del barranco, que él también califica de difícil. Pero, conocido el aspecto del cauce del Bornova, desistimos de ello no sólo por esta vez sino para siempre jamás; sin intención alguna de intentarlo otro día. Así pues, rediseñamos nuestra marcha con los conocimientos de otras anteriores (id=17977345, 11586601 y 4554697) y con el nuevo objetivo de disfrutar al máximo de los campos de Hiendelaencina con la abnegada compañera.

PARTE 2: Disfrute por huertas, barranco de Cal y calzada del molino

Regresados al waypoint 2, nos acercamos a las ruinas de la mina de Santa Teresa (waypoint 7) , para enseguida bajar al barranco de Cal (waypoint 8) por un vallecito parcheado de pequeños prados (que en antes fueron huertas), perfectamente adaptados al terreno y separados por recias tapias, cuyo bucolismo sólo Virgilio sabría describir acertadamente.

El barranco de Cal es muy atractivo, adusto pero fácil de andar por el fondo. Recorremos por él un trecho hasta que nos cansamos de la necesidad de decidir en cada paso dónde poner el pie. En un cierto punto subimos por la ladera hasta encontrar la maravillosa calzada enlosada, con tanto esmero como las romanas, que baja al molino y luego continúa a Zarzuela de Jadraque.

El entorno del molino de Zarzuela es un interesante lugar con muchas construcciones, seguramente más antiguas que las de la central eléctrica y las minas, pero al contrario que aquéllas, un lugar poco siniestro por estar muerto, inundado periódicamente por el embalse de Alcorlo. Destacan el artesanal azud, hoy roto, un puente arco de piedra y las ruinas de otro puente de vigas de madera del que quedan la pila central y los estribos, todos en muy mal estado (ver las fotos). Un pastor nos contó que Hiendelaencina ponía las vigas de su tramo y Zarzuela, las del suyo. En este día de otoño destacaba la ladera de enfrente, policromada por árboles de colores diversos, probablemente fresnos y arces; y el río, que por aquí ha quedado despejado.

El regreso a Hiendelaencina lo hacemos por la misma calzada enlosada, que nos lleva de vuelta a la mina Santa Teresa.