GR-J1 - Etapa 8: Villanueva del Arzobispo - Puente de Génave

Etapa de carretera y de intentar evitar carreteras pero sin arriesgarnos a perderlas de vista. Mayormente plana, con subidas y bajadas suaves. Parecida a la de ayer, pero con posibilidades más claras de caminar sin compartir vía con el cocherío. Que además, como se acabó la autovía, circula por la carretera nacional y nos ahúma la caminata.

Salimos de Villanueva del Arzobispo por la N-322a y no la dejamos: en vez de tomar la N-322 tras la planta de biomasa permaneceremos en la comarcal y así no sólo ahorraremos kilómetros sino que veremos Gútar. Tiene un imponente puente ferroviario para un proyecto de tren Baeza-Utiel que nunca llegó a ponerse en funcionamiento, aunque llegó a completarse gran parte de su recorrido. ¡Menuda inversión! Al menos está bonito y por lo que voy investigando todo el trazado de dicho tren es ahora una Vía Verde que nos va a ayudar a evitar la carretera los próximos días. It's something!

Después de Gútar sí que nos metemos en la N-322; la misma de ayer. He indicado con fotos y comentarios varias zonas en las que podemos descansar del asfalto yendo por caminos alternativos cercanos. En 15km llegamos a Arroyo del Ojanco. Atravesamos el pueblo por sus aceras, quizás nos abastecemos en sus supermercados y seguimos.

Pero antes quiero dejar aquí por escrito lo molestísimos que son los insectos voladores para los caminantes. Ayer ya me molestaron, pero hoy debe haber sido el pico de la campana de Gauss del nacimiento explosivo-cámbrico-primaveral de insectos porculeros. Estos no pican porque no deben ser mosquitos (no lo parecen), pero me vienen de frente disparados, se chocan en mis gafas, a veces me entran en los ojos, se quedan pegados a mi cara gracias a la argamasilla mezcla de sudor y crema solar que la recubre, se me meten por la nariz y como acto reflejo me sueno al viento, se me ponen a corretear bajo la visera de la gorra obligándome a golpearla secamente con un dedo para espantarlos, me chocan en la boca y si se me olvida que están pululando y la abro, me los trago... Son insoportables. Tengo un proyecto pendiente para colocarle a la gorra un velo-mosquitera por delante que deje correr el viento pero no deje entrar a estos indeseables... Bueno, sigamos.

La carretera de Arroyo del Ojanco a Puente de Génave es igual a lo que ya conocemos. En el kilómetro 25,5 de la etapa tenemos el inicio de la Vía Verde del Segura. La buena señalización y el cuidado del camino auguran un recorrido cómodo y libre de humos de vehículos para mañana, puesto que esta Vía Verde nos va a llevar justo a nuestro siguiente destino: Reolid.

Poco antes del final de esta etapa hay una gasolinera abandonada, y al lado un "Club" de carretera... ¡Operativo! Aunque con una imagen horrible. En fin, que había tres chicas (más) jóvenes (que yo) sentadas al borde de una piscina vacía en el recinto de este Don Pepe ponteño pegadas a sus móviles. Una me ve caminando por la carretera y pone cara rara. Supongo que no está acostumbrada a que la potencial clientela se le presente sin sus cuatro ruedas. Avisa a las otras. "¡Eh! ¿No estás cansado?". "La verdad es que no mucho". Y vuelta al móvil.