GR-145 E9 - Etapa 2: Zahara de los Atunes - Conil de la Frontera

Esta etapa va de arena. Arena blanca, arena amarilla, arena oscura. Arena basta, arena gorda, arena en polvo. Arena en la playa y en la montaña. Arena con plantas, con piedras, con agujas de pino, arena mojada. Pasarelas y carreteras cubiertas de arena. Tormentas de arena. Dunas. Caminos de arena, o con arena, e incluso sin arena. ARENA.

Salimos de Zahara de los Atunes por su paseo ¡fluvial! y enseguida llegamos a la playa. Es como la de Valdevaqueros: sin rompeolas. Las olas se extienden sobre 30 metros de arena mojada. El suelo es duro y se camina muy bien por él. Hasta un coche patrulla de la Guardia Civil recorre esta zona a primera hora ("¿Y este?", habrán pensado de mí) y las ruedas apenas dejan rastro en la orilla de lo sólido que es el sustrato playero.

He experimentado con ilusión por primera vez lo que son las tormentas de arena. Bueno, apenas eran un preludio de las que se ven en el cine, pero el caso es que al soplar el viento la arena blanca en polvo de la zona de dunas se levanta y se vuelve un hálito vaporoso que se dirige a toda velocidad al mar. Si la racha de viento es duradera, la tormenta (de 20-50cm de altura) te envuelve (y te llena de arena las zapatillas lentamente...). Es como si el agua bajo la arena hirviera y el vapor se desplazase con el viento. Muy bonito, pero evitaré ir por medio en el futuro...

Tras 4,5km de playa y sintiendo que la arena voladora se me está colando por todos lados, subo a un camino paralelo a la carretera por 2,5km, luego camino 400 metros inevitables de carretera convencional por el arcén, después pasamos la zona cenagosa de la depuradora municipal y entramos en Barbate por su puente. Es un pueblo con su tradición pesquera, su río con sus barquitos, su paseo marítimo... Un Barbate como todos los Barbates.

Salimos de Barbate por un tramo de carril bici para una ruta Eurovélo (equivalentes a nuestras rutas de largo recorrido, pero para bicicletas) que están construyendo y en el kilómetro 12,8 de la etapa giramos y tomamos el Sendero del Acantilado, que durante 6km nos llevará hasta Los Caños de Meca. Hasta el Mirador de la Torre del Tajo el sendero es precioso y perfecto para caminar: tierra blanca batida. Y a partir de la torre nos adentramos en un bosque también muy bonito con caminos que cuanto más avanzamos, más arena tienen. Como en otros bosques, lo importante es seguir la dirección general del track, así que podemos intentar caminar por donde la arena tenga mayor concentración de agujas secas de pino, que es más cómodo. Curiosamente, la arena hace que la bajada hasta Los Caños nos resulte sencilla, porque pisas, la arena cede y bajas un poco más: es como ir patinando. Para quienes hagan la ruta a la inversa subir debe ser un suplicio.

Atravesamos por aceras Los Caños de Meca y en el kilómetro 20,4 de la etapa bajamos a su playa, que aunque esté algo más inclinada que la de Zahara aún se camina bien.

Salimos a través de dunas hacia el Faro de Trafalgar. Por aquí hay una carretera que se ve diez metros sí, veinte no, porque está cubierta de arena (¡lumbreras!). Llegamos al Faro, foto, y bajamos por una pasarela de madera igualmente mediocubierta de arena a la Playa de las Plumas.

En el kilómetro 23,6 de la etapa me canso de tanta arena y subo a un camino que va elevado por la zona de dunas, pero ¡mi gozo en un pozo!, es también de arena. Estamos en Zahora y hasta llegar a El Palmar de Vejer son 3km de camino arenoso molesto. Grrr.

Atravesar El Palmar de Vejer son 3,5km de carretera y acera que se agradecen. Es una zona turística de surfistas y tal, pero con un desarrollo más desenfadado y menos sistemático que el de Málaga, con chambaos y construcciones de madera más amables.

Salimos de El Palmar bordeando un arroyo que ahora es un barrizal en el kilómetro 30,2 de la etapa y aún tenemos 3,5km más de camino... ¡Arenoso! hasta entrar en Conil de la Frontera por su puente. Qué hartura de arena.

A quien me hable en el futuro de desiertos en Almería le responderé, ¿pero tú has estado en Cádiz?