GORGES DU VERDON. Sendero L´Imbut y Sendero Martel. Provenza. FRANCIA

la ruta se realizó el 28-08-2014

Aunque la senda de Martel es moderada, recorrer la senda de l´Imbut supone dificultad para aquellas personas que nos están acostumbradas a sendas de vértigo, aunque están provistas de cables de acero para cogerse. Es imprescindible llevar frontal o linterna y pilas de recambio, dada la longitud de los túneles. También hay que llevar agua suficiente para beber.

Esta ruta ha sido dibujada sobre el mapa y no se ha obtenido con el GPS, aunque no hay ningún problema, ya que todos los senderos están perfectamente señalizados e indicados.

Aunque hemos realizado este sendero en un solo día, es mejor realizar dos rutas diferentes, ya que sólo el sendero de Martel completo supone unos 14 kilómetros y unas 6 horas.

Eran las 8:45 de la mañana, cuando estábamos en Point Sublime esperanto a tomar el autobús que nos iba a llevar al punto de inicio de nuestra ruta. Dada la cantidad de gente que había esperando para realizar la senda de Martel que transcurre por Les Gorges du Verdon, pensamos que nos podíamos quedar sin subir. De repente, otra persona que estaba esperando, en el mismo lugar, a la misma hora y en la misma situación, se nos acercó y se ofreció a compartír vehículo, con el fin de dejar uno en el inicio y otro en el fin de la ruta, y así lo hicimos, ya que cabíamos perfectamente cinco personas.

Así que nos presentamos y quisimos tener la oportunidad de hacer nuevos amigos que serían nuestros compañeros de ruta, tres ingleses magníficos.

Según se comenta, se trata de uno de los cañones más espectaculares de Europa. El río Verdón desciende por todo este tramo entre altísimas paredes de piedra caliza.

Tras dejar uno de los vehículos aparcado en la zona donde teníamos previsto finalizar la ruta, nos subimos el el otro para llegar al punto de inicio, el Chalet de la Maline a 893 m de altitud. Se trata de el punto más elevado de la ruta, ubicado en el borde del gran cañón que se ha ido modelando con las aguas del Verdón.

Comenzamos a descender por una senda muy bien equipada, hasta la parte baja, justo hasta el punto donde la senda se bifurca, tomando a la izquierda la Senda de Martel y a la derecha la senda de L´Imbut.

Una vez en este punto, tomamos la decisión de ir a la senda de L´Imbut. En poco más de un cuarto de hora, llegamos a una pasarela "Pasarelle de l´Estellié", construida en metal, que nos recuerda los puentes tipo Himalaya y que nos pasa a la otra parte del río.

Una vez allí, empezamos a caminar por la senda de L´Imbut, aunque no hay grandes dificultades, hay varios tramos en que hay que caminar con prudencia, ya que en varios tramos la senda está escavada como una cornisa en la roca y está equipada con un cable de acero para cogerse.

Una vez tomada la decisión de hacer este tramo de ida y vuelta, había que tener claro, que nos llevaría unas 5 horas que luego habría que añadir a las cinco que había que realizar por la senda de Martel.

La senda transcurre por un paisaje impresionante, donde el agua y el sonido del agua son protagonistas. Las pozas que se forman entre las rocas, adquieren diversas tonalidades que varían entre el verde y el azul. Conforme avanza el sendero van apareciendo dificultades. Caminar por este sendero requiere paso firme y seguro.

Una vez llegados al punto conocido como Le Styx, la senda ofrece la posibilidad de salir del cañón por la salida Vidal, que empalma con el sendero GR-99, una vez superado el gran desnivel.

En este tramo, la senda se aparta del cauce, ascendiendo unos metros de desnivel, para luego volver a él, y llegar hasta las entrañas del Verdón, teniendo como colofón el punto conocido como L´Imbut, donde las aguas con mucha fuerza, se filtran entre las rocas.

Una vez deshecha la senda de L´Imbut, nos pusimos a caminar por la senda de Martel, por cierto con un calor sofocante. Este tramo de la senda transcurre por bosque de robles.

Seguimos por la senda, y llegados al punto conocido como "Pré d´Issane", pudimos acceder al cauce del río para refrescarnos un poco.

Siguiendo la senda, el malestar se apoderó de mí, posiblemente se trataba de un "golpe de calor", de modo que una vez llegados al túnel de Guègues, decidimos buscar la boca. Este túnel sólo se debe utilizar en caso de mal tiempo o emergencia, ya que es muy largo y en su interior hay más de un desprendimientos. Después de caminar más de un kilómetro por este túnel, comencé con vómitos y por fin pasó el malestar.

Una vez pasado el túnel volvimos a la senda que transcurría entre árboles, con la caída de la tarde, todo se veía con más claridad y más tranquilo.

Siguiendo la senda, nos encontramos con el túnel de Trescaire y con el Túnel de Baou. En varios puntos, nos encontramos con miradores al río que va encajonado.

Una vez acabados los túneles, ascendiendo por la senda unos metros de desnivel, llegamos al parking donde habíamos dejado preparado el vehículo. Esta zona es conocida como Le Couloir Samson.