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Gastronomía centenaria de Madrid II : Cafés, bares y restaurantes.

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Trail stats

Distance
6.5 mi
Elevation gain
148 ft
Technical difficulty
Easy
Elevation loss
174 ft
Max elevation
2,205 ft
TrailRank 
37 5
Min elevation
2,023 ft
Trail type
One Way
Coordinates
883
Uploaded
February 5, 2022
Recorded
February 2022
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  •   5 1 review
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near Sol, Madrid (España)

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Itinerary description

Un paseo por los cafés, bares y restaurantes más antiguos de la ciudad de Madrid. Historia, arquitectura singular y ricas viandas todo en la misma ruta. :) Faltaría la Chocolatería San Ginés (Pasadizo de San Ginés, 5) como última parada, que no está subida porque la ruta no admite más de 25 waypoints. Información extraída de https://comercioscentenariosdemadrid.es/

Waypoints

PictographWaypoint Altitude 2,156 ft

Casa Labra

En el número 12 de la calle Tetuán, en las inmediaciones de la Puerta del Sol, fue fundada en 1860 esta antigua casa de comidas. Su mayor reclamo lo constituyen las tapas, fundamentalmente de bacalao en tajadas recién fritas y en croquetas. El local conserva su decoración original, con una fachada curva adaptada a la estructura del edificio y un curioso cartel de cristal con el rótulo del establecimiento. En su interior, además de su mostrador de cinc y las tradicionales mesas de mármol, el visitante puede recrear la vista en las pintadas y numerosos refranes que hacen alusión a la historia del local. Y es que, este restaurante ha pasado a la historia de Madrid, porque en él fundó Pablo Iglesias, en la clandestinidad, el Partido Socialista Obrero Español, concretamente el 2 de mayo de 1879. Su evolución ha llevado a sus actuales regentes, la familia Molina, a abrir un pequeño restaurante.

PictographWaypoint Altitude 2,149 ft

Varela Café

El Café Varela es uno de los históricos cafés madrileños que nacen a finales del siglo diecinueve. De hecho, se sabe del café Varela en la calle de Preciados desde 1884, fecha en la que Silvestre Díaz Varela abrió las puertas de un establecimiento que ofrecería más tarde escaparates no solo a la calle Preciados, sino también a la calle Veneras, y terminaría por convertirse en un acogedor espacio donde la flor y nata de varias generaciones de escritores y artistas se darían cita. En sus famosas tertulias participaron los hermanos Machado, Pío Baroja, Miguel de Unamuno o el poeta Emilio Carrere, que escribió gran parte de su obra en las mesas del café, y que recibe el merecido homenaje de una placa conmemorativa en el café actual. Tras un breve paréntesis durante la Guerra Civil, volverían allí las tertulias con personajes como Antonio Mingote, Rafael Azcona y Gloria Fuertes. La música tendría también su lugar en el café Varela, donde a finales de los años cuarenta y durante los cincuenta eran frecuentes las actuaciones en directo: la voz de Olga Ramos, por ejemplo, era común en el local. En esas décadas la propiedad del café estuvo en manos de José del Valle. El antiguo café Varela cerró como tal a finales de los años cincuenta, pero hace poco ha reabierto sus puertas como cafetería y restaurante, con esa mezcla de recuerdos, de sabor a antiguo y a moderno, con el que deleitar a los clientes que cruzan su entrada.

PictographWaypoint Altitude 2,136 ft

La Bola

En 1870, Cándida Santos, una asturiana conocida como “La Rayúa”, convirtió una vieja botillería en un restaurante famoso por su cocido. Se dice que era el preferido de la Familia Real, guisado sobre un fogón de ascuas de encina. Sus famosos cocidos eran de tres tipos (de más a menos barato): el de obreros y empleados era el más sencillo y el más temprano. El de estudiantes, a media mañana, incluía carne de gallina y el de las dos de la tarde, especial para políticos y periodistas, era el más completo, ya que llevaba carne y tocino. Por este restaurante, donde la 6ª Generación, sigue sirviendo el cocido en el tradicional puchero de barro, han pasado personajes como Ava Gardner, José Antonio Primo de Rivera o Manuel Azaña, y sirvió de escenario para, al menos, una docena de películas.

PictographWaypoint Altitude 2,198 ft

Bodega de la Ardosa

En 1892 Rafael Fernández abrió varias tabernas con el nombre de “La Ardosa”, en recuerdo del pueblo del mismo nombre de la provincia de Toledo. La de la calle Colón 13 conserva todavía elementos de su decoración original como el rótulo de cristal grabado, el zócalo de azulejos y el ventilador. Ofrecen una gran variedad de cervezas irlandesas a precios muy asequibles, vermut de grifo, cervezas rubias, buenos vinos de la Ribera y de Rioja. Para picar ofrecen canapés variados, salmorejo, salazones, cecina de León, jamón de pato y tortilla de patatas, entre otras cosas. “La Ardosa” se ha convertido en un lugar único donde durante estos años han ido enseñando a muchos aficionados a degustar cerveza de forma diferente y a muchos camareros a darle importancia a la forma de servirla.

PictographWaypoint Altitude 2,193 ft

Cervecería Santa Bárbara

Se abre, según licencia de apertura firmada por el Conde de Moctezuma de Tula y de Tulengo, el 17 de octubre de 1815 como despacho de cerveza; la fábrica se establece, también en el mismo año, en la calle Hortaleza. Aunque la fábrica sufre diferentes cambios de dueños y ubicación, el despacho de cerveza siempre fue Santa Bárbara, conocida por su cerveza bien tirada y por sus tapas y raciones, sobre todo de gambas. Es citada por Benito Pérez Galdós en uno de sus Episodios Nacionales, en la Primera República. Desde la década de los cincuenta del siglo XX, se convierte en un lugar asiduo de tertulia de estudiantes, políticos e intelectuales.

PictographWaypoint Altitude 2,176 ft

La Tasca Suprema

Fundada por Doroteo Yagüe como la taberna típica donde se jugaba la partida de cartas mientras se saboreaba un chato de vino sobre sus mesitas de mármol, la taberna ocupaba la parte exterior del actual establecimiento, y lo que actualmente es el comedor, era la vivienda de la familia. La Tasca se sigue decantando por la comida casera, la tradicional de toda la vida: lentejas, judías, cocido, callos, fabada, bacalao, ternera, etc. En el año 1996 se reforma respetando sus elementos primigenios, los azulejos del interior o su portada de madera roja- granate, y se arregla la parte de atrás donde está instalado el comedor.

PictographWaypoint Altitude 2,137 ft

Gran Café Gijón

Cuando en 1888 el asturiano Gurmensindo Gómez regresó de Cuba, se instaló en Madrid, invirtiendo el fruto de su trabajo en un café que inauguró el 15 de mayo como “Gran Café Gijón” en honor a su ciudad natal. Tampoco imaginaba Gurmensindo que su café acabaría considerándose como “el último café literario de Madrid”. En su sala han disertado personajes de la talla de Canalejas, Ramón y Cajal, Pérez Galdós, Romero de Torres, Ramón María del Valle-Inclán, Cossío, Cañabate, Gerardo Diego, Torrente Ballester, Sastre, Cela y un interminable etcétera. En 1914 vende el local al barbero Benigno López Jabato, con tres condiciones: un precio de 240.000 reales (más de diez mil duros), que no dejase de ser café y que no le cambiase el nombre. Al morir Don Benigno López, la viuda Doña Encarnación Fernández se hizo cargo del negocio hasta su muerte en 1970. En 1997 el Gijón cambió pasó a manos de Don Gregorio Escamilla Saceda y sus hijos continúan al frente del Gran Café de Gijón.

PictographWaypoint Altitude 2,172 ft

Tienda de Vinos

Restaurante de comida casera que abre sus puertas de madera, pintadas de rojo, dos veces al día: comida y cena. Todo preparado con sabor a puchero del ama de casa. Francisca Gómez y Jacinto Pinto abrieron el local bajo el nombre “Tienda de Vinos”, ya que vendían vino de “pellejo” procedente de Valdepeñas. Con el tiempo, adquiere varios sobrenombres: “Taberna del Guitarrista”, por la afición de Vicente Gómez, músico y tabernero que deleitaba a los clientes con su música en los años 30, “El Comunista”, por tener parroquianos de la vecina Casa del Pueblo que realizaban allí sus tertulias, o “Casa Ángel”, por el padre del actual dueño, llamado también Ángel, cuarta generación de la familia de Miguel. Entre los parroquianos destacan los hermanos Manuel y Antonio Machado, Azorín, Alberti o Jacinto Benavente

PictographWaypoint Altitude 2,165 ft

Lhardy Restaurante

Creada en 1832 como pastelería de productos típicos suizos, por Eugenio Huguemei, es en 1839 cuando se amplía su uso a restaurante. Situado en la Carrera de San Jerónimo 8, es el primer comedor elegante de Madrid. En sus salones se reunían políticos e intelectuales, convirtiéndolo en el restaurante más veces citado en la literatura española. Su propietario tomó el nombre del café Hardy, de París. El secreto de sus platos era, y es, la combinación perfecta entre europeísmo y tradición. Actualmente, ir a Lhardy es como hacer un viaje al pasado. Todo permanece inalterable al paso del tiempo, con su decoración original, así como la calidad de sus platos y servicio, incluido el samovar de plata en el que aún se mantiene el caldo caliente.

PictographWaypoint Altitude 2,147 ft

La Casa del Abuelo

Esta tasca, fundada en 1906 por el toledano Tomás, debe su nombre al vino dulzón que vende, llamado “el abuelo”, procedente de Alicante. Comenzó bajo el nombre de “La Alicantina” y se dedicaba sobre todo a la venta de bocadillos de sobrasada y anchoas, rosquillas, vinos y licores. La mayoría de sus parroquianos procedían del mundo del toro ya que se encuentra en zona de venta y reventa de entradas para los toros de la plaza de las Ventas. Al finalizar la Guerra Civil, y ante la dificultad de encontrar pan o cualquier otro alimento, Patricio Ruiz compró aquello que había en ese momento en el mercado: gambas, producto barato y abundante en ese momento. La ración se vendía a 1,60 pesetas y el éxito fue tal que se llegaron a vender 350 kg. en un solo día. Hoy la cuarta generación sigue vendiendo vino con gambas y langostinos al ajillo, en gabardina o a la plancha.

PictographWaypoint Altitude 2,157 ft

Viva Madrid

Fundada en 1856 como taberna y convertida en la actualidad en un bar de copas, es la antigua Casa de Guadalajara de la que se conserva todavía la fachada de cerámica con vivos colores y soporte para publicidad, propia o ajena. La portada de azulejos de tonos amarillentos lleva, además del nombre del establecimiento, el anuncio de “vinos y finos” y una imagen de la muy madrileña fuente de la diosa Cibeles. El interior conserva algunos de los elementos como el alicatado de azulejos pintados a mano por casa Mensaque, el techo artesonado con Arpías y la barra de estaño. En la actualidad se puede disfrutar de este establecimiento de dos maneras diferentes: de noche, como bar de copas, y de día, como taberna con aperitivos, cafés y bebidas.

PictographWaypoint Altitude 2,149 ft

Cervecería Alemana

La decoración actual de la Cervecería Alemana se mantiene hoy en día casi igual que como la conoció, a principios del siglo XX, el político y erudito Menéndez Pelayo, asiduo de este local de la Plaza de Santa Ana. Esta cervecería nace en 1904 con la original idea de un grupo de industriales alemanes de crear un local con el mismo ambiente de una cervecería de Baviera en la que se despachara cerveza exclusivamente como bebida (el vino era mucho más popular entonces): sin embargo, como anunciaba su primer anuncio en prensa (El Imparcial, del 30 de marzo de 1904), allí se podían degustar bocadillos de pasta de salmón, langostinos, anchoas y sardinas, té, chocolate y licores, además de la cerveza El Águila. Eso sí, en los primeros nueve meses despacharon 91.683 litros de cerveza. La Alemana pasa en 1924 a manos de Ramón González, asturiano que con pocos años había llegado a Madrid y que desarrolló un negocio familiar que convirtió a la cervecería en un lugar de encuentro imprescindible: Valle Inclán, Jardiel Poncela, Luis Miguel Dominguín, Ava Gardner y, no podía faltar, Hemingway, fueron algunos de los personajes asiduos al local a través de los años. ¡Hasta los hippies lo eligieron como lugar de concentración en los años 70! Y hoy, tras dos generaciones, los descendientes de don Ramón continúan con la tradición de mantener La Alemana como un referente entre los locales clásicos de Madrid.

PictographWaypoint Altitude 2,147 ft

Casa Alberto

Taberna fundada en 1827 en el mismo edificio en el que Miguel de Cervantes vivió y escribió sus dos obras maestras: la segunda parte de “El Quijote” y “Los trabajos de Persiles y Segismunda”. De aquella época todavía conserva recuerdos de Cervantes, expuestos en la segunda planta de la taberna, junto a otros más actuales: su librillo de zinc junto a la hermosa barra de ónice y madera, su botellero, su manómetro de fabricación de agua de Seltz, su antiguo y valorado grifo, la caja registradora, las columnas y unas taquillas donde se vendían entradas para la clá de los teatros. En tiempos de Fernando VII, los madrileños acudían a Casa Alberto a tomar un chato de vino con un huevo duro y un trozo de bacalao. En la actualidad, los clientes pueden degustar platos típicos como callos a la madrileña y bacalao. La especialidad es el rabo de toro estofado, considerado uno de los mejores de todo Madrid.

PictographWaypoint Altitude 2,114 ft

Café Barbieri

El Café de la Unión abre sus puertas en 1901 en la calle de la Primavera, en el castizo barrio de Lavapiés, pero no es hasta 1902, fecha en la que el industrial Ángel Orejas Fernández lo adquiere, cuando pasa a llamarse Café Barbieri. Toma su nombre del teatro Barbieri, antiguo Teatro Madrid, con el que compartía calle; éste era escenario de zarzuelas, varietés y más tarde salón de baile popular y cabaret. En 1906 el café se traslada a su ubicación definitiva en la calle del Ave María, a un local que había sido tienda de vinos, más amplio, con permiso para tostar café en la acera de enfrente, y que abre como Nuevo Café Barbieri. Comienza sirviendo comidas, y pronto se convierte además en un acogedor punto de encuentro para jugar a las cartas, al billar o para conversar en animadas tertulias. Se sabe que en el café se reunían los supervivientes de la sublevación republicana del general Villacampa, y también un variado grupo de intelectuales. El Café Barbieri de hoy ha sabido conservar el encanto de tiempos pasados con su elegante decoración de principios del siglo veinte: techos altos con ventiladores y molduras decoradas, enormes espejos, suelo ajedrezado, columnas de hierro forjado y mesas de mármol. En la actualidad, además de en un lugar tradicional para tapear, tomar cerveza, café o cócteles, se ha convertido en un espacio de intercambio cultural, con actividades y conciertos de música en directo de todos los estilos.

PictographWaypoint Altitude 2,032 ft

Bar Restaurante Casa Pepe 1899

Podemos encontrar la Taberna Pepe en la Ronda de Valencia, pared con pared con una de las dos únicas casas de baños que siguen funcionando hoy en Madrid. Ramón García Rodríguez, iniciador de la saga familiar que llega hasta nuestros días, se hizo cargo en 1899 de un negocio que ya llevaba tiempo funcionando como tienda de vinos y que convirtió en taberna, formalizando su traspaso por 48 duros. En 1940 Ramón García pasó el establecimiento a su hijo José, que se mantuvo al frente de la taberna durante veinte años, hasta que su hijo y nieto del fundador, José García García, se hizo cargo del negocio en 1961. Se amplió la actividad del negocio adquiriendo y reformando la planta que se encontraba sobre la taberna, dedicándola a bodas, bautizos, comuniones y demás eventos. En los años noventa del pasado siglo la taberna volvería a ocupar su espacio original, la planta baja del edificio, dedicándose ya hasta la actualidad a mantener la tradición de los bares de tapas y restaurantes de comida casera. Ya en el siglo veintiuno la cuarta generación de la familia, los dos hijos del matrimonio García, se unirían a sus padres en el negocio, formando los cuatro la sociedad que gestionaría la empresa y que aseguraría hasta la actualidad la continuidad de la línea familiar directa con el lejano fundador de la taberna original.

PictographWaypoint Altitude 2,043 ft

Bar El Pescador

El que crea que la Plaza Mayor de Madrid es el único enclave castizo para consumir los típicos bocadillos de calamares es porque no conoce el bar El Pescador. Para comprobarlo, basta acudir cualquier domingo, día de Rastro, para confirmar que no cabe un alfiler en el local. Situado en plena Puerta de Toledo, El Pescador lo funda en 1892 Domingo Mollejo, frente al entonces antiguo matadero de ganado vacuno. Este matadero fue demolido en 1930 y sustituido por el Mercado Central de Pescado de Madrid, hoy convertido en el Centro Puerta de Toledo. Tras Mollejo, pasa a regentar el bar Arturo Torregrosa, que lo conserva hasta 1947, fecha en que lo adquiere Cruz Benito, abuelo de la tercera generación de la familia Benito que regenta el negocio en la actualidad: de 1960 hasta el año 2000 dirigió el establecimiento José Benito padre, mientras el siglo veintiuno entraría con José Benito hijo al frente de El Pescador. Bar clásico de raciones (de los ya nombrados calamares, de bravas, de caracoles, de callos…), de cañas bien tiradas, de vermú de grifo, de vinos de Rioja o de Ribera, de barra castiza, de terraza todo el año, de trato cordial y saber hacer. Así es El Pescador.

PictographWaypoint Altitude 2,081 ft

Viuda de Vacas

Viuda de Vacas tiene su origen en 1887, cuando Antonio Gabino Butragueño abre las puertas de una tienda de vinos y posada en el número 19 de la calle Cava Alta, que cambiaría en los años treinta al número 23 actual. Era un local tradicional del barrio de posadas y ventas, con plaza de caballería propia. En 1941, Segundo Vacas, abuelo de los actuales propietarios, adquiere el establecimiento. El negocio actual proviene de la que siempre fue la taberna de la Posada de San Antonio hasta que falleció Segundo Vacas, en 1946, cuando su viuda Victoria Sastre se hace cargo del establecimiento y éste pasa a denominarse “Viuda de Vacas”. El local se encontraba abierto al público durante todo el día, y entre comidas se jugaba al dominó y a las cartas. Desde su creación y hasta la reforma llevada a cabo en 2006 emplearon la cocina de carbón y la decoración familiar, con mostrador de estaño y azulejos de Talavera. Su especialidad son los platos de la cocina tradicional. El negocio ha sido gestionado por la familia Vacas desde los años cuarenta, excepto durante el tiempo que lo dirigió la familia De Francisco-Gómez. A partir de los años setenta, son tres de los nietos de los fundadores los que se hacen cargo del negocio, aunque en el presente sólo continúan dos de ellos al frente. En 2006, y a causa de la rehabilitación del edificio original, se trasladan a su ubicación actual en la calle del Águila, número 2.

PictographWaypoint Altitude 2,113 ft

Malacatín

La taberna fue fundada en 1895, simplemente con el nombre en el exterior de Vinos. En 1893 llega a Madrid Julián Díaz García, oriundo de un pueblo de Cuenca con intención de trabajar, como tantos otros que venían a la capital, como chico de los recados en un pequeño negocio de bebidas. Dos años después decide montar su propio negocio y abre una taberna en un encierro de la calle de la Ruda, que rotula como Vinos. Los comienzos son difíciles, no hay ni lo básico: agua, luz y gas. La tiendita abre a las seis de la mañana, alumbrándose con candiles de aceite para ofrecer aguardiente de hierbas, de limón y el “suave” a gente sencilla como albañiles, panaderos, traperos y faroleros. En los años cincuenta se introduce freiduría y cocina, destacando el Cocido madrileño. Un mendigo solía tocar allí la guitarra y el tabernero salió a increparle diciendo que dejara ya su constante “ma-la-ca-tín” y de ahí su nombre.

PictographWaypoint Altitude 2,133 ft

Taberna Antonio Sánchez - 1787 - La Taberna más antigua de Madrid

LA TABERNA ANTONIO SÁNCHEZ es la taberna más antigua de Madrid. Aunque se desconoce la fecha exacta de su fundación, se sabe que es anterior a febrero de 1787 cuando se publica en el «Diario Curioso, Erudito, Económico y Comercial” su traspaso como negocio dedicado al despacho de vinos. La planimetría catastral, realizada en 1749 bajo el reinado de Felipe VI, demuestra que el edificio actual sigue siendo el mismo y que el espacio que ocupa la taberna en él no ha cambiado. Se sabe poco sobre los albores de su existencia, solo algunos datos que confirman que su actividad como taberna y despacho de vinos no ha cesado desde su inicio. En el siglo XIX la Taberna comienza a adquirir fama y protagonismo convirtiéndose en un lugar de encuentro de tertulianos e intelectuales del mundo taurino, de las letras y del arte. En 1884 es comprada por Antonio Sánchez Ruiz, hijo de conocidos taberneros y de quien recibe su nombre actual. Su hijo, el torero Antonio Sánchez Ugarte, hereda la Taberna convirtiéndola en un lugar de referencia en Madrid y punto habitual de encuentro de personalidades como Pío Baroja, Sorolla, Marañón Camba, Cossío, Juan Cristóbal Vázquez Díaz y Antonio Díaz Cañabate acogiendo la última exposición del afamado pintor Ignacio Zuloaga del cual fue gran amigo y alumno Antonio Sánchez. La decoración de la Taberna destaca por su antigüedad convirtiéndola en un verdadero museo. Nunca ha sido renovada por lo que mantiene intactos como ninguna otra frisos y decoraciones de madera tallada, lámparas de gas con las que se iluminaba el local, el elevador manual de frascas y frescos con los rostros de los toreros, Frascuelo, Lagartijo y Cara Ancha, que en siglo XIX acudían con frecuencia a tomarse más de un vaso de vino con su torrija. También son originales las cabezas de los toros de las alternativas de Vicente Pastor de 1902 y la de Antonio Sánchez de 1922. El escritor y periodista A. Díaz Cañabate dedicó su libro “Historia de una Taberna” a describir la historia de este lugar, nuestro Nóbel Camilo José Cela nos incluye en su libro “Torerías” y a Gloria Fuertes le gustaba venir a escribir aquí sus relatos y sus poesías.

PictographWaypoint Altitude 2,133 ft

Restaurante Oliveros

Tasca familiar fundada por asturianos en los aledaños del Rastro, en 1857, fue lugar de reunión de los asentadores de pescado de los mercados próximos y una de las tabernas más antiguas de Madrid. Las reformas efectuadas se han hecho para restituir detalles originales que se habían perdido, así que podríamos decir que está conservada tal como era entonces, con los azulejos en relieve realizados en 1922 y su famoso eslogan: “Para comer bien y barato San Millán 4”. El interior también mantiene el aspecto tradicional con su cava de ladrillo, fotografías del antiguo Madrid, reliquias de las primeras radios de España y otras muestras de la época.

PictographWaypoint Altitude 2,133 ft

Posada de la Villa

La Posada del Peine es probablemente uno de los hoteles más antiguos de España y el más antiguo de Madrid. Fue fundada a principios del siglo XVII con intención de dedicarse a dar alojamiento a los huéspedes y forasteros que llegaban a la Corte, aprovechando la ubicación, ya que allí estaba la parada principal de las diligencias. En el siglo XIX, se amplía con la casa contigua que daba a la calle de Postas, de ahí la dirección actual y su gran tamaño. La ubicación del cuarto a alquilar dependía del poder adquisitivo de los inquilinos. Así, las habitaciones que daban a la calle eran más caras, pero más espaciosas, cómodas y ventiladas que las del interior. Tras numerosas reformas, se hace cargo de ella la cadena High Tech, que reabrió a finales del verano de 2005 con el nombre de Hotel Petit Palace Posada del Peine.

PictographWaypoint Altitude 2,124 ft

Restaurante Casa Paco

Fue fundada en 1890 como la clásica taberna de vino, cartas y dominó. En los años 30, se refundó y reformó por Francisco Morales, Paco, que la convirtió en lugar de encuentro popular de tratantes de ganado, joyeros, carboneros, fontaneros, toreros, escritores y anticuarios del rastro. Estos últimos son los responsables de que saliese de aquí el tradicional “Entierro de la Sardina” hacia San Antonio de la Florida. Visitantes famosos: Ava Gardner, Ernest Hemingway, Samuel Bronston, Palomo Linares, Conchita Montes, Francisco Rabal, Fernando Fernán Gomez… Cerró durante la Guerra Civil y tras la contienda se comenzó a servir el cocido en pucheros individuales a 25 céntimos, tradición que ha llegado a la actualidad: los martes hay cocido en Casa Paco, célebre además por la carne a la francesa servida sobre piedra caliente.

PictographWaypoint Altitude 2,129 ft

Restaurante Botin

Establecimiento fundado en 1725 y considerado como el restaurante más antiguo del mundo, razón por la cual su nombre figura inscrito en el libro Guiness, donde también se relata que, hacía 1765, trabajó como lavaplatos un joven Francisco de Goya. En 1725, un cocinero francés, Jean Botín, y su esposa, de origen asturiano, abren una pequeña posada. De esta fecha data el horno de leña de la casa, que aún hoy en día sigue asando cochinillos y corderos en el domicilio de Cuchilleros, al que se trasladan en los años 40. Cuando fallece el matrimonio, se hace cargo del negocio un sobrino de la esposa de Botín. Actualmente vamos por la cuarta generación de la familia González, sucesora de la familia fundadora. El restaurante ocupa las cuatro plantas y conserva el ambiente de posada original, pese a las reformas de acondicionamiento.

PictographWaypoint Altitude 2,137 ft

Restaurante Los Galayos

En el corazón madrileño que es la Plaza Mayor, se encuentra este restaurante centenario que nace como Casa Rojo, llamado así por su fundador Urbano Rojo, del que hasta hoy llega la cuarta generación de su familia. Comienza como lugar de tapas y aperitivos, evolucionando hasta el actual restaurante donde se mezcla la cocina castellana con la cocina actual. En el local se reunía para sus tertulias la Generación del 27. De aquéllas ha quedado constancia fotográfica en el homenaje a Luis Cernuda, celebrado con un banquete con motivo de la publicación de su obra “La realidad y el deseo”, justo antes de la Guerra Civil. Fue en este lugar donde comía Tierno Galván, o donde la pluma de Pérez Reverte imaginó la figura del conocido Capitán Alatristre. Tres salones en su interior se complementan con dos barras y dos terrazas desde las que se puede contemplar una parte de la historia de Madrid.

PictographWaypoint Altitude 2,107 ft

Casa Ciriaco

En 1917 Ciriaco Muñoz cedió su nombre a una antigua botillería, situada en la calle Mayor, número 84, y la convirtió en taberna-restaurante. Sobre sus paredes se pueden contemplar recuerdos taurinos, además de cuadros, carteles y fotografías que recuerdan a sus clientes más famosos como Ortega y Gasset, Caro Baroja, Alfonso XIII y la actual Familia Real. En la taberna se continuó con la tradición literaria del pasado, ya que entre sus paredes se reunía mensualmente el Club de Amigos del escritor Julio Camba,. En la taberna sirven un plato con más de 100 años de tradición: la pepitoria de gallina. Sólo los martes preparan el cocido completo, que sirven en dos vuelcos. Destacan también sus bodegas, con una colección de vinos que datan de 1917 y coñacs, de 1892.Tras un breve paréntesis en su actividad, provocado por su cierre en 2018, el restaurante reabrió sus puestas en 2019 conservando en sus imágenes y recuerdos de su larga trayectoria dedicada a la restauración.

Comments  (1)

  • Photo of jarquero
    jarquero Nov 20, 2023

    I have followed this trail  verified  View more

    Excelente ruta!!

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