Fuerte, Ermita, Dolmen y Cascada de Santa Elena. Valle de Tena.
near Polituara, Aragón (España)
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Itinerary description
Hay lugares que irradian un magnetismo especial, uno de ellos es el entorno de Santa Elena. La magia y el misterio rodean esta zona estratégica del alto Gallego. Junto a la carretera A-136, en pleno desfiladero del Río Gallego en la localidad de Biescas, se encuentra esta ruta que asciende a un promontorio que se asoma a la llamada Foz de Santa Elena, congosto excavado por las aguas del río Gállego entre las sierras de Telera y Tendeñera, y que abre paso al pirenaico Valle de Tena en su parte más meridional.
Desde el aparcamiento, donde hay situados algunos paneles informativos, cruzamos el profundo RÍO GALLEGO sobre un PUENTE que se yergue 24 m por encima del cauce fluvial. Tomamos una pista y a unos 200 m nos desviamos a la derecha para aproximarnos hasta el DOLMEN DE SANTA ELENA. El dolmen que se conoce no es la formación original, ya que hasta que llegó la guerra civil a tierras aragonesas, el conjunto contaba con dos dólmenes. Durante la contienda, éstos fueron destruidos y en la década de los setenta se reconstruyó el que ahora se puede contemplar.
Son numerosas y variadas las huellas de megalitismo en el ALTO GÁLLEGO, ubicadas en zonas abrigadas y bien comunicadas, situándose en ocasiones al final de un congosto o junto a caminos que son rutas de trashumancia o vías de comunicación transitadas.
Elementos como los dólmenes neolíticos encontrados en Biescas, Ibirque y distintos megalitos en el valle de Tena atestiguan que la historia del hombre sobre estas tierras, que ahora llamamos Alto Gállego, arranca desde ya muy antiguo.
Al lado del Dolmen descubrimos un calendario celta, con 12 meses y 13 especies de árboles distintas. Los celtas pensaban que un árbol regía tu vida en función del mes de nacimiento. La explicación de que haya 13 tipos de árboles es porque en esta cultura, hay un árbol muy representativo al que le corresponde un solo día, que es el tejo.
Junto al dolmen y al calendario también encontramos el ZOQUE DE SANTA ELENA. Es una construcción de mampostería de pequeño tamaño, con planta rectangular. Se cubre con losa a cuatro aguas. Es una capilla de tránsito que tenía como misión congregar a los fieles que desde la villa acudían a la ermita.¬¬ Una pequeña construcción que quedó desvalijada y enterrada y que se recuperó gracias al empeño de los vecinos. El zoque se ubica sobre un doble yacimiento arqueológico como son los dólmenes y megalitos y los restos del despoblado medieval conocido como Santa Engracia.
Desandamos un tramo de camino para volver a la pista, que en ascenso zigzagueante; y tras pasar un TÚNEL y el MIRADOR DE SANTA ELENA nos lleva hasta el FUERTE DE SANTA ELENA. El fuerte de Santa Elena es una enorme estructura militar situada sobre el monte Santa Elena dominando la carretera A-136 y el paso a Francia por el Portalet. Su construcción se inició en la época de Felipe II como parte del sistema defensivo de la frontera con Francia y fue ampliado en la época de Carlos III. Durante la Guerra de la Independencia fue parcialmente destruido y se volvió a reconstruir entre 1884 y 1889 a la vez que el Fuerte de Rapitán y el Fuerte de Coll de Ladrones. En 1905 se vuelve a reconstruir y desde 1926 se usa para fines civiles. En 2004 fue vendido por el ministerio de defensa a un inversor privado, Corporación Aragonesa Grupo Octopus.
Proseguimos por una preciosa senda sin desnivel que se adentra en un frondoso pinar y nos conduce hasta la ERMITA DE SANTA ELENA. Estamos en un paraje muy hermoso situado en la cota 1.125, con una construcción religiosa que data del siglo XIII con reformas posteriores. Es uno de los enclaves religiosos más destacados de la comarca aragonesa del Alto Gállego y está dedicado a Elena de Constantinopla, santa patrona de la Tierra de Biescas y de todo el Valle de Tena.
Historia y leyenda:
Ocupa un lugar sacralizado desde la Prehistoria, como demuestra la existencia de dólmenes en sus proximidades. Junto a la iglesia brota una fuente llamada La Gloriosa, cuyas aguas se precipitan al vacío en airosa cascada desde la explanada del templo. De caudal intermitente, el manantial constituye el germen de una tradición que sitúa en este lugar a la emperatriz Elena allá por el siglo IV y que explica la erección de este santuario en su honor.
Cuenta la leyenda que, viéndose perseguida por los infieles, la emperatriz Elena, hoy santa, vino a parar a estas montañas huyendo de la persecución de los moros por su influencia cristiana en su hijo, el emperador Constantino, quien finalmente promulgó el Edicto de Milán, que prohibía la persecución de los cristianos y fue precursor de los posteriores edictos que terminaron con el culto a los dioses romanos. La santa buscó refugio en una cueva abierta donde hoy se levanta la ermita y cuyo acceso quedó de inmediato oculto por una gran tela de araña. Elena abandonaría su escondite pasado el peligro, lugar del que brotó milagrosamente la fuente y en cuyas piedras quedaron grabadas sus plantas como si de barro se tratara. Desde entonces la creencia popular mantiene, entre otros prodigios, que el caudal crece y decrece presagiando calamidades o periodos de prosperidad; también se dice que sus aguas proceden del sagrado río Jordán, desde que un peregrino llegado a la ermita en el medievo descubriera flotando en ellas el bastón que había perdido tiempo atrás en Tierra Santa.
El templo tiene su origen en la fundación realizada por el rey Jaime I de Aragón en 1221, erigiéndose una primera capilla mozárabe de la que todavía subsisten algunas columnas empotradas en los muros del edificio actual. Fernando el Católico y Carlos I ratificaron su protección sobre la ermita. En los siglos XVII y XVIII fue objeto de importantes ampliaciones, adquiriendo finalmente el aspecto que hoy presenta.
De una sola nave dividida en tres tramos y cubierta con bóveda de lunetos, cuenta en la cabecera con ábside pentagonal nervado. La torre campanario se eleva a los pies, sobre el pequeño atrio de entrada. El retablo, en estilo barroco y presidido por la imagen de la santa, está fechado en 1693. Desde el presbiterio, una puerta abre paso a la pequeña cueva en la que se enmarca la leyenda.
Desde el aparcamiento, donde hay situados algunos paneles informativos, cruzamos el profundo RÍO GALLEGO sobre un PUENTE que se yergue 24 m por encima del cauce fluvial. Tomamos una pista y a unos 200 m nos desviamos a la derecha para aproximarnos hasta el DOLMEN DE SANTA ELENA. El dolmen que se conoce no es la formación original, ya que hasta que llegó la guerra civil a tierras aragonesas, el conjunto contaba con dos dólmenes. Durante la contienda, éstos fueron destruidos y en la década de los setenta se reconstruyó el que ahora se puede contemplar.
Son numerosas y variadas las huellas de megalitismo en el ALTO GÁLLEGO, ubicadas en zonas abrigadas y bien comunicadas, situándose en ocasiones al final de un congosto o junto a caminos que son rutas de trashumancia o vías de comunicación transitadas.
Elementos como los dólmenes neolíticos encontrados en Biescas, Ibirque y distintos megalitos en el valle de Tena atestiguan que la historia del hombre sobre estas tierras, que ahora llamamos Alto Gállego, arranca desde ya muy antiguo.
Al lado del Dolmen descubrimos un calendario celta, con 12 meses y 13 especies de árboles distintas. Los celtas pensaban que un árbol regía tu vida en función del mes de nacimiento. La explicación de que haya 13 tipos de árboles es porque en esta cultura, hay un árbol muy representativo al que le corresponde un solo día, que es el tejo.
Junto al dolmen y al calendario también encontramos el ZOQUE DE SANTA ELENA. Es una construcción de mampostería de pequeño tamaño, con planta rectangular. Se cubre con losa a cuatro aguas. Es una capilla de tránsito que tenía como misión congregar a los fieles que desde la villa acudían a la ermita.¬¬ Una pequeña construcción que quedó desvalijada y enterrada y que se recuperó gracias al empeño de los vecinos. El zoque se ubica sobre un doble yacimiento arqueológico como son los dólmenes y megalitos y los restos del despoblado medieval conocido como Santa Engracia.
Desandamos un tramo de camino para volver a la pista, que en ascenso zigzagueante; y tras pasar un TÚNEL y el MIRADOR DE SANTA ELENA nos lleva hasta el FUERTE DE SANTA ELENA. El fuerte de Santa Elena es una enorme estructura militar situada sobre el monte Santa Elena dominando la carretera A-136 y el paso a Francia por el Portalet. Su construcción se inició en la época de Felipe II como parte del sistema defensivo de la frontera con Francia y fue ampliado en la época de Carlos III. Durante la Guerra de la Independencia fue parcialmente destruido y se volvió a reconstruir entre 1884 y 1889 a la vez que el Fuerte de Rapitán y el Fuerte de Coll de Ladrones. En 1905 se vuelve a reconstruir y desde 1926 se usa para fines civiles. En 2004 fue vendido por el ministerio de defensa a un inversor privado, Corporación Aragonesa Grupo Octopus.
Proseguimos por una preciosa senda sin desnivel que se adentra en un frondoso pinar y nos conduce hasta la ERMITA DE SANTA ELENA. Estamos en un paraje muy hermoso situado en la cota 1.125, con una construcción religiosa que data del siglo XIII con reformas posteriores. Es uno de los enclaves religiosos más destacados de la comarca aragonesa del Alto Gállego y está dedicado a Elena de Constantinopla, santa patrona de la Tierra de Biescas y de todo el Valle de Tena.
Historia y leyenda:
Ocupa un lugar sacralizado desde la Prehistoria, como demuestra la existencia de dólmenes en sus proximidades. Junto a la iglesia brota una fuente llamada La Gloriosa, cuyas aguas se precipitan al vacío en airosa cascada desde la explanada del templo. De caudal intermitente, el manantial constituye el germen de una tradición que sitúa en este lugar a la emperatriz Elena allá por el siglo IV y que explica la erección de este santuario en su honor.
Cuenta la leyenda que, viéndose perseguida por los infieles, la emperatriz Elena, hoy santa, vino a parar a estas montañas huyendo de la persecución de los moros por su influencia cristiana en su hijo, el emperador Constantino, quien finalmente promulgó el Edicto de Milán, que prohibía la persecución de los cristianos y fue precursor de los posteriores edictos que terminaron con el culto a los dioses romanos. La santa buscó refugio en una cueva abierta donde hoy se levanta la ermita y cuyo acceso quedó de inmediato oculto por una gran tela de araña. Elena abandonaría su escondite pasado el peligro, lugar del que brotó milagrosamente la fuente y en cuyas piedras quedaron grabadas sus plantas como si de barro se tratara. Desde entonces la creencia popular mantiene, entre otros prodigios, que el caudal crece y decrece presagiando calamidades o periodos de prosperidad; también se dice que sus aguas proceden del sagrado río Jordán, desde que un peregrino llegado a la ermita en el medievo descubriera flotando en ellas el bastón que había perdido tiempo atrás en Tierra Santa.
El templo tiene su origen en la fundación realizada por el rey Jaime I de Aragón en 1221, erigiéndose una primera capilla mozárabe de la que todavía subsisten algunas columnas empotradas en los muros del edificio actual. Fernando el Católico y Carlos I ratificaron su protección sobre la ermita. En los siglos XVII y XVIII fue objeto de importantes ampliaciones, adquiriendo finalmente el aspecto que hoy presenta.
De una sola nave dividida en tres tramos y cubierta con bóveda de lunetos, cuenta en la cabecera con ábside pentagonal nervado. La torre campanario se eleva a los pies, sobre el pequeño atrio de entrada. El retablo, en estilo barroco y presidido por la imagen de la santa, está fechado en 1693. Desde el presbiterio, una puerta abre paso a la pequeña cueva en la que se enmarca la leyenda.
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Comments (9)
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hola, me gustaría hacer ésta ruta éstas vacaciones y quisiera saber si es muy difícil, ya que la valoras como moderado. Y si si puede subir en coche hasta el fuerte. Muchas gracias,
Hola Gloria1912, la ruta es apta para todos los públicos, con paciencia incluidos los peques. Creemoss que no se podía subir al fuerte en coche, ya que hay una cadena que nosotros encontramos cerrada.
Saludos y si la hacéis esperamos que lo paséis muy bien.
Muchas gracias!!
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Ruta corta pero interesante, la ermita muy chula y el dolmen muy instructivo.
La hemos realizado hace unos dias y nos ha gustado mucho, sobretodo las vistas y la cascada, Es sencilla y es verdad que no se puede llegar hasta arriba con coche ya que hay una cadena. Recomiendo aparcar en el segundo parking y así te ahorras un trozo andando
Muchas gracias por tus comentarios y si añades valoración ya lo bordas :) un cordial saludo
A harjhuna también muchas gracias por la valoración y comentarios. Un saludo
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Valorada :)
Gloria1912, muchas gracias
🙏💕