Fuente y Ermita de San José, coll de La Mola, Crestas del Bartolo y descendemos por pistas tras el Bartolo. (II).

1.- Descripción e información sobre la ruta:

Comenzamos la ruta desde el complejo de San José, compuesto por la fuente y la Ermita, ambos de su mismo nombre, hacemos derecha y andamos un corto trecho por la CV-147, para, otra vez derecha, ascender por una pronunciada pista plena de roca sueltas, hasta que nos vamos a izquierda, tomando una muy estrecha y angosta senda que tras recorrerla nos lleva a otra senda que desciende casi del Bartolo. Nos vamos a izquierda y salimos a la pista asfaltada que viene de dicha cima; nosotros nos iremos a derecha e iremos cogiendo pistas y sendas que nos llevarán hasta el Coll de La Mola.
Desde el Coll de La Mola iniciamos el ascenso, prolongado y en algunos momentos duro, sobretodo, al principio, por las tres crestas que nos llevarán hacia el Bartolo: Cantal de Gros, la que más esfuerzo exige, Coll de L’Ondí, que casi no se aprecia, y Caragol de Pancha.
Cuando hemos terminado de recorrer las tres crestas, llegamos a la Cruz del Bartolo y de ahí, todo recto, reanudamos la ruta, salimos en dirección de las sendas y pistas que figuran tras el Bartolo, que no visitamos.
Tras bajar por una estrecha senda, en las inmediaciones del Bartolo, recorremos los caminos que, serpenteando, nos llevan, siempre por pista, hasta Pla de Muletes, de ahí, por senda que nos surge a la derecha bajamos, nuevo cruce a derecha, y tras seguir la senda que discurre entre algo de arbolado llegamos a la Ermita de la Virgen de Monserrat. Nos hemos tenido que desviar a izquierda. Esta Ermita es uno de nuestros sitios preferidos, no es de las construcciones que peor se encuentran, y te puedes sentar perfectamente en un banco de piedra, al sol, tampoco suele ser un lugar de los más concurridos. La panorámica que se divisa es maravillosa, al fondo el mar mediterráneo, pero también se aprecia el Convento Viejo, las ruinas, y el Nuevo, así como el complejo de la Portería Alta, y toda la parte central del Desierto de Las Palmas; pocos lugares como este. Por lo menos es lo que nosotros pensamos.
De ahí, salimos recto y enseguida vamos a izquierda, seguimos bajando, para llegar, nuevamente, a la Ermita y a la Fuente de San José.
De esta forma terminamos la ruta.
Para una mayor concreción, me remito al mapa o "ruta grafiada", donde figuran los diferentes puntos informativos, acompañados de abundantes fotografías, que considero pueden ayudar algo al senderista. Eso sí, es importante señalar que la información que se encuentra en la descripción de la ruta que se integran en éste sitio web de Wikiloc, relativa a la explicación del itinerario, como zonas, puntos de referencia, grado de dificultad, duración, etc., está basada en la única apreciación y punto de vista de quienes hemos desarrollado esta ruta, pudiendo ser diferente a la concepción que puedan tener o considerar otras personas. Ya sabemos que tratándose de descripciones de paisajes, en función de la época del año que visitemos una zona, ésta puede verse de una manera totalmente diferente.
La información de la ruta que hemos expuesto, no debe tomarse como una comunicación plena y absolutamente fiable, aconsejando siempre sean consultados planos, libros y documentos especializados siempre que decida realizar la ruta aquí descrita. Si decides realizar esta ruta, siempre será bajo tu responsabilidad.

2.- Respecto a la calificación de la ruta:

Es una ruta que he calificado como como moderada.
Exige algo de esfuerzo en los ascensos que hay, sobre todo, el que transcurre por las crestas del Bartolo, fundamentalmente, en la primera de ellas, el Cantal de Gros.
Ya sabemos que el tema de la calificación de la ruta es profundamente subjetivo, si estás en forma, físicamente, te parecerá más fácil, y sino lo estás, considerarás que es verdaderamente difícil. En cualquier caso, la calificación se refiere a personas habituadas al senderismo.
El sufrimiento o esfuerzo de una ruta es el resultado del estado de forma físico, del ritmo con que la realizas, de las condiciones climatológicas y, como no, de tu edad biológica, que, a veces, coincide con tu verdadera edad, pero otras no.
En cualquier caso, seguidamente detallo alguna explicación respecto a este tema de la calificación de la rutas, por si puede orientar algo, al dar unas pautas más regladas, y con carácter menos subjetivo:

Fácil: Apta para cualquier persona.
Moderada: Aconsejable tener algo de experiencia y cierto entrenamiento.
Difícil: Requiere buen nivel físico ya que conlleva algún riesgo.
Muy difícil: Implica que se debe tener experiencia y excelente estado de forma.
Sólo expertos: La propia calificación la define.

3.- Localización, climatología y accesos del Parque Natural del Desierto de las Palmas:

El Desierto de las Palmas es un Parque Natural de la provincia de Castellón, perteneciente a la Comarca de La Plana Alta. Comprende los Municipios de Benicasim, Borriol, Cabanes, Castellón de la Plana y Puebla Tornesa.
Está situado en la zona suroriental de la provincia de Castellón, tiene como altura máxima el pico Bartolo con 729 metros. El parque forma parte junto a la cercana sierra de Les Santes de un pliegue anticlinal de materiales del paleozoico. En ella abundan las rocas de rodeno y es uno de los dos únicos lugares de la provincia de Castellón donde aparecen las pizarras, lo que le otorga una carácter singular dentro de la Comunidad Valenciana.
Al estar situado tan cerca de la capital provincial, su acceso es muy sencillo. Para ello es recomendable la carretera CV-147, que se interna en el Parque, a la que se puede llegar a partir de la AP-7 y la N-340 a la altura de Benicassim, dos importantes ejes que recorren la provincia de Norte a Sur, de forma paralela al mar Mediterráneo.
Presenta un típico clima mediterráneo, con un fuerte período de sequía en verano y con un máximo en otoño.
Las rutas senderistas que figuran en el Desierto de Las Palmas, en mi subjetiva opinión, las clasifico, "a grossso modo", en tres sectores diferenciados. El primero, sería el más proximo a la costa, por el lado de Benicassim, su límite estaría entre la Vía Verde Benicassim-Oropesa del Mar y el camino de Miravet. Destacaríamos dentro de él Las Agujas y el Coll de Santa Agueda y el Castillo de Miravet. También los barrancos de Los Corvachos, Las Agujas y La Comba. Destaca, asimismo, el Juvellus. El segundo sector figuraría entre el referido camino y la pista Matadora y su prolongación hacia arriba, que nos podría llevar hasta el Coll del Portell o de Las Contiendas. En su interior destacaríamos los entornos del Pico Bartolo y sus tres crestas, "Cantal de Gros", "Coll de L,Ondí" y "El Cargol de Pancha"; La Mola del Morico, Les Santes y todo su entorno, Antiguo y nuevo Convento, el Complejo de “La Portería Alta” y la “Casa de Oración Santa Teresa”, el Castillo de Montornés, la Fuente del Roc...y el tercer sector abarcaría desde el límite anterior hasta el área de descanso de La Magdalena, estando en su interior, entre otros lugares, las cimas de la Raca y Roca Blanca, Tossal de Ribalta, “Cima de La Seda”, Ermita de La Magdalena y Castillo "Vell", Mas de La Xiva y la Fuente de La Salud y su ermita, estatua o figura del Dios “Íbero "Andobeles"....
La descripción anterior, no coincide en su literalidad con la estricta consideración de lo que es propia y geográficamente el Desierto de Las Palmas, pero cuando te hallas recoriendo una ruta no te importa si ese concreto trozo de camino, senda o pista que estás pisando, se encuentra o no formalmente en el citado Desierto, con que esté en su entorno o figure próximo al mismo, nos vale.

4.- Diversas consideraciones sobre la historia y cultura del Parque Natural del Desierto de Las Palmas y del Monasterio de los Carmelitas Descalzos:

El Parque Natural del Desierto de las Palmas debe su nombre a la concurrencia de dos factores, el primero, a la existencia de un lugar de retiro espiritual de una de las órdenes mendicantes, los Carmelitas Descalzos, y, en segundo lugar, a la abundancia de palmitos en la zona.
Este paraje de 3.293 hectáreas fue declarado paraje natural por el gobierno valenciano el 16 de octubre de 1989. Ha resultado quemado en diversas ocasiones, 1985 y 1992, quedando, como es evidente, por lo menos, en mi opinión, un "bosque un poco salvaje".
Llama la atención el elevado número de construcciones que se dispersan por el paraje en las laderas orientales. Algunas de ellas son ermitas, otras son fuentes, algunas parecen oratorios.
El bosque mediterráneo y el rodeno de la zona nos aseguran bonitos senderos y apacibles caminos, y las construcciones que vemos desde la lejanía aportan, sin lugar a dudas, un plus de belleza e interés cultural, que puede convertir nuestro camino en una ruta muy interesante. La mayoría de ellas, por desgracia, figuran en "ruinas". Ello es debido, por lo menos eso opino yo, a dos circunstancias, la primera, el absoluto abandono del medio rural por parte del ser humano y, la segunda, por la omisión y negligente falta de actuación de las administraciones públicas.
Respecto al Monasterio tenemos, de un lado, el Monasterio Antiguo, en ruinas, y aspecto de muy antiguo, aunque fue construido en el siglo XVII, y, de otro lado, el Monasterio Nuevo, aunque en realidad es del siglo XVIII.
El Monasterio está habitado por frailes dedicados a la oración y pertenecientes a la orden de los Carmelitas Descalzos, fundada por Santa Teresa de Jesús, por lo que también se le conoce como Carmelo Teresiano. Un primer Monasterio se inicio en 1694, en la Masía de Gavarrell, pero fue abandonado y pocos años más tarde se inició una nueva construcción en el Bancal de la Colada, que fue habitada a partir de 1709, aunque la iglesia no se terminó hasta 1733. Esas edificaciones, correspondientes al Convento Viejo, sufrieron un severo deterioro por las lluvias de 1783, que ocasionaron diversos movimientos de tierras y obligaron a la sustitución del Convento, desde 1784, por otro situado en el Bancal de la Portería, a un nivel más alto. Durante la invasión francesa los monjes escondieron, salvándolos así del robo por las tropas invasoras, algunos de los bienes del Monasterio. Tras la desamortización el pueblo de Benicassim pidió la supresión de esa orden, aunque esta mantuvo su existencia. Más tarde, para mantenerse, los monjes empezaron a recolectar hierbas aromáticas con las que se fabricaba el licor carmelitano, primero en el propio convento y luego en una fábrica de Benicassim. Durante la guerra civil fueron asesinados 16 monjes de la Comunidad.
Cerca del Monasterio se encuentra la Casa de Oración, atendida por hermanas Carmelitas Misioneras.
Una de las características más notables de este lugar, es la gran cantidad de ermitas y otras construcciones a las que se retiraban los monjes durante largos períodos de tiempo, para dedicarse a la vida contemplativa. Ello era resultado de su norma de vida, regida por la Regla de San Alberto, Patriarca de Jerusalén, que sigue la tradición eremítica y en la que se destacan la soledad, el silencio, el ayuno, la abstinencia de carne y la vida retirada. Por ello construían sus conventos en lugares alejados de las ciudades, y de ahí el calificativo de Desiertos.
El acceso a las ruina del Monasterio viejo, está impedido por una valla metálica, que en un punto ha sido derribada, aunque un sendero algo cubierto por la vegetación recorre el contorno norte del Monasterio. En la zona veremos múltiples construcciones que consideramos oratorios o eremitorios, desgraciadamente, casi todas en estado de ruina.