Fuente de Lezkairu (Ujué)

Seguimos con el blog de Mikel Burgui, concretamente con el artículo en el que trata de la Fuente de Lezkairu.
http://ujue-uxue.blogspot.com.es/2012/07/aguas-milagrosas-de-ujue.html
Fuente cuyas aguas se decía que tenían propiedades curativas, y en la que desde la antigüedad se seguía la tradición de Sanjuanarse. (La gente bajaba a ella la noche de San Juan a lavarse la cara y manos para curar enfermedades cutáneas).

Según el blog: "Su fama era tal que en el Diccionario Geográfico de España de la Real Academia de la Historia del año 1802 se menciona esta fuente, diciendo que produce buenos efectos en varias enfermedades".

Esta era la tercera vez que intentaba localizar la fuente (las dos primeras en 2015), ya que se encuentra al lado del barranco y desde que ya no vive nadie en el cercano Corral de José Marín, la zona se encuentra llena de carrizos y zarzas y era casi impenetrable.
Sin embargo hoy, debido al tiempo tan seco, y a que alguien más se ha acercado a la fuente, hemos conseguido localizarla y probar sus aguas.

Hemos dejado el coche un poco antes del Km 16 de la carretera de Ujué a Murillo el Fruto.
Los primeros metros del recorrido los realizamos sobre el trazado del antiguo SL-NA 179 A Tres Mugas. (Totalmente abandonado, casi sin marcas y con parte de la senda completamente cerrada).

Pasamos por el Corral de la Oliveta, el de Joaquín Arana, y un poco más tarde bajamos al de José Marín. En este corral hay unas curiosas abejeras de piedra, y un carro de los que se arrastraban con animales.

Para llegar a la fuente, tomamos por la senda junto al barranco, aunque casi al final desaparece y tenemos que ir atravesando carrizos.
La fuente aparece junto al barranco, marcada por unas piedras, y mana por un oscuro agujero del que sale un agua limpia y fresca. Aporta al barranco unos 10 ó 20 l/m, que son los que hacen que corra un poco aguas abajo.
Antes el manantial brotaba por otro sitio, en el que había un murete de piedra y una gran losa de piedra con un agujero.
Este sitio no lo hemos visto. Seguro que está, pero en medio de la maraña de juncos y zarzas.

Para volver al Corral de José Marín, subimos hasta el sembrado cercano, que orillamos, ya que es mucho más fácil andar por aquí.

Después de cruzar el barranco de Lakumatalu, ascendemos por la ladera de Lerbeltz, hasta el Corral de Domingo Ibáñez.
De aquí se llega al coche en unos 20 minutos.