Fuente Cabera y Barranco de las Salinas. Embalse de Benagéber

El término municipal de Tuéjar, en la ribera del embalse de Benagéber, tiene lugares de extraordinaria belleza, en ocasiones con una infraestructura de comunicaciones y otras instalaciones en estado de lamentable abandono. Si bien la recuperación del bosque y la progresiva degradación de las pistas y senderos puede ser buena para el ecosistema de la zona, parece una lástima que se pierdan inversiones hechas en el pasado y que no se mantengan estructuras que, con un aprovechamiento racional y respetuoso con el ecosistema, podrían ser muy valiosas para el disfrute de la población.
La ruta de hoy, sin antecedentes que hayamos encontrado en Wikiloc o en otros buscadores de rutas, aprovecha varios caminos y pistas, así como algunos trozos de sendero abandonado en una zona muy bonita, limítrofe por el norte con La Tartalona, que visitamos un par de semanas antes. Al igual que entonces, salimos de Valencia por la CV-35, hasta llegar a Tuéjar, desde donde seguimos por la CV-390 hasta el km.4; aquí la carretera hace un ángulo agudo, desde el que sale por la derecha el camino de La Tartalona, que tomamos y por el que continuamos durante aproximadamente 1 km., encontrando una salida a la izquierda por una pista de tierra, señalizada como camino de Fuente Cabera, por la que nos desviamos. Algo menos de 1 km más adelante encontramos una pista que sale por la izquierda, conocida como camino del Español, que continúa hacia la Sierra del Tramusero; nosotros seguimos recto por el camino de Fuente Cabera, atravesando diferentes zonas de cultivo y, a algo más de 1 km, llegamos a una zona donde se ven varias casas y la salida de otro camino, por la izquierda, que se corresponde con el camino de los Colladillos que hemos visto en el mapa.
A nivel de la última casa, el camino por el que hemos llegado se hace más estrecho y su suelo se deteriora mucho, por lo que decidimos aparcar aquí, e iniciar la ruta a pie desde ese punto. Tras salir del coche dos perros se acercan ladrando y casi inmediatamente un señor mayor, muy amable y buen conocedor de la zona, sale de la casa y hace callar a los perros. Naturalmente, aprovechamos para hacerle preguntas sobre la ruta que teníamos previsto hacer y la historia del lugar; él nos contó que el camino que seguíamos era conocido como camino de Castilla, mientras el auténtico camino de Fuente Cabera era la desviación que habíamos visto por la izquierda poco antes; igualmente nos dijo que no intentáramos pasar más lejos con el coche, porque el camino estaba muy deteriorado, al igual que el sendero que lo continuaba en tiempos en dirección al Refugio de Pescadores, por la ribera del embalse de Benagéber, y también nos informó de que el camino de Fuente Cabera se dividía más adelante en dos pistas, una de las cuales bajaba hacia el embalse mientras la otra subía hacia la cima de una montaña con extraordinarias vistas sobre el embalse y su entorno, recomendándonos que viésemos las dos (cosa que ya teníamos previsto hacer antes de conocerle, pero con más motivo después de hacerlo). Uno de los grandes placeres casi ocultos del caminar es tener la oportunidad de encontrar personas con ganas de hablar y buen conocimiento de la zona.
La ruta de hoy tiene dos partes, en ida y vuelta, a un lado y otro del barranco de las Salinas. Comenzamos a a andar en el lugar donde dejamos aparcado el coche, descendiendo hacia el embalse por una pista muy degradada, que rodea el lado sur de Peña Cortada y más adelante se convierte en un sendero, por el que llegamos hasta unas rocas situadas en la ribera del embalse. Aquí sabemos, por mapas viejos y las informaciones recibidas, que continuaba un sendero, en dirección al Refugio de Pescadores, por el oeste de Peña Cortada, que identificamos con cierta facilidad en algunos puntos, aunque en otros la vegetación lo ha tapado casi totalmente y en algunos sitios parece haber habido desprendimientos que contribuyen a hacerlo desaparecer. Aún así, continuamos durante un buen trecho (unos 800 metros), en algunas partes claramente monte a través, hasta ver al frente el Refugio de Pescadores, y la pequeña bahía anterior (donde hay una rampa cementada, probablemente usada para bajar embarcaciones en su momento); aquí el paso se dificulta mucho y a pesar de la agresividad montañera de mis jóvenes acompañantes decidimos que es mejor dar la vuelta sin completar el rodeo a Peña Cortada (de haberlo hecho, hubiera sido posible volver por una pista lateral del Camino de la Tartalona, que es el acceso al Refugio de Pescadores).
Las vistas en esta primera parte de la ruta son muy bonitas en algunos puntos, aunque no es fácil encontrar zonas abiertas para hacer fotos sin obstáculos, y la luz a estas horas de la mañana es poco favorable para obtener fotos de calidad. He preferido no tratar las fotos para alterar sus características de base para permitir que puedan ser apreciadas en las condiciones que probablemente son habituales en el invierno en esta zona (seguro que en verano la luminosidad es mucho mayor).
Vueltos por el mismo camino de ida hasta el lugar donde habíamos dejado el coche, seguimos unos pocos cientos de metros hasta la salida, por nuestra derecha ahora, del camino de la Fuente Cabera; encontramos la fuente a unos 400 metros, en una zona con un refugio y una pequeña área recreativa en la que también hay un depósito de la lucha contra incendios. Seguimos adelante por un camino con firme irregular, sin problemas para coches altos pero no favorable para coches bajos, y a 1 km de distancia encontramos una bifurcación, en la que la tomamos el camino de la derecha, que desciende hacia la ribera del embalse, donde hay otro refugio, en una zona con bonitas vistas, tal vez la más llamativa de las cuales es el monte que tenemos a nuestra izquierda, una preciosa mesa situada a unos 200 metros por encima de nosotros, y que es el punto al que conduce el camino que salía por la izquierda en la bifurcación anterior.
Desandamos, pues, el camino por el que llegamos, y tras alcanzar la bifurcación citada giramos para seguir subiendo hacia el monte (658 metros de altitud), cuyo nombre desconocemos, que forma la punta de una corta sierra con 9 cimas por encima de los 739 metros, justo en la ladera norte de la Sierra del Tramusero. Las vistas desde aquí son grandiosas. Desde la zona final el sendero parece continuarse por la izquierda (en los mapas que tenemos se observa que antes había un camino en esa zona) por la ladera de la montaña, aunque sin alcanzar el profundo barranco que nos separa del monte situado al otro lado, conocido como El Colladillo; a ese monte llega un camino que pensábamos podríamos alcanzar con un rato de marcha monte a través, pero tras ver la situación actual creemos que esa es una vía complicada, por la espesa vegetación y lo agreste del barranco, y preferimos no intentarlo.
En su lugar, volvemos atrás para alcanzar de nuevo la Fuente Cabera y posteriormente volver al lugar donde habíamos dejado el coche, donde termina el track de la ruta.
En conjunto, una preciosa ruta, con algunas zonas de vistas maravillosas pero en conjunto muy agradable toda ella. Buena parte transcurre por caminos de tierra bien conservados, o por pistas moderadamente degradadas; una parte (sobre todo en la zona de Peña Cortada) pasa por senderos muy degradados, no recomendables para el senderista no agresivo, pero probablemente muy apreciados por senderistas deportivos a los que este tipo de trazados suele gustar más. La parte de Fuente Cabera, y los dos puntos finales desde aquí, son muy propicios para senderismo tranquilo, en familia o con niños, e incluso pueden hacerse con cierta facilidad en un vehículo alto; en cualquier caso, no olvide que incluso en entornos muy favorables puede haber accidentes por descuidos o falta de previsión. A nosotros nos ha parecido una excursión muy bonita por una zona muy poco conocida.