Fortaleza del Sol, Cejo de los Enamorados y Altos de la Peña Rubia (927 m)

Ruta muy completa y variada junto a la ciudad de Lorca con visita al castillo, paseo hasta el pie del Cejo de los Enamorados y subida al vértice geodésico de los Altos de la Peñarrubia, toda por senderos y con la única dificultad de superar el desnivel, en algunos casos por pendientes bastante pronunciadas con terreno suelto propicio para resbalones.

Probablemente sea más conveniente hacerla en el sentido en que está en este track, pues se va disfrutando mejor de las vistas, primero hacia el Cejo y después hacia la ciudad de Lorca y toda la inmensa extensión del municipio a norte y sur durante la bajada.

La ruta no es larga y puede combinarse muy bien con la visita previa a los jardines y a todo el recinto del castillo, que es gratuita. Si se quieren visitar los distintos monumentos que hay en él (torre del espolón, torre alfonsina, aljibes y sinagoga), como son visitas guiadas y están programadas sucesivamente a distintas horas, habría que echar ya todo el día solo con esa actividad. El castillo es sin duda un paraje monumental que merece mucho la pena y está muy bien acondicionado y organizado.

Por lo que respecta a la ruta en sí, la primera parte es un paseo por senda siguiendo la falda de la sierra a lo largo del cual se disfruta de grandes vistas sobre los llanos de las tierras altas de Lorca y de los cortados del Cejo de los Enamorados. En algunos tramos hay instalada barandilla lateral y hay que cruzar por encima de varios puentecillos para salvar las ramblas que caen de la sierra, aunque sin riesgo ni dificultad alguna (casi todos los puentes pueden vadearse por senda dando un pequeño rodeo), y a lo largo de este tramo nos vamos cruzando con numerosas fuentes que manan del subsuelo, hasta llegar a la última y más destacada, la fuente del Cejo, al pie del mismo, donde se toma desvío de subida por senda con fuerte pendiente camino de la cumbre.

El Cejo, con su leyenda de amor tipo Romeo y Julieta, forma unos cortados muy verticales y de un color claro que llama mucho la atención cada vez que se nos aparece de frente entre los árboles. La subida, una vez que llegamos al pie del mismo, es fuerte y por terreno pedregoso. Desde la cumbre hay grandes vistas sobre ambas vertientes norte y sur y sobre toda la vega lorquina hasta Puerto Lumbreras, al igual que en todo el camino de regreso siguiendo la cresta de la montaña. En las proximidades de la cumbre hay una gran cueva con valla perimetral, aunque por un lado la han roto y se puede entrar. La bajada hasta el punto de inicio es bastante directa y por buenos senderos, aunque con alguna pendiente bastante pronunciada, y en ella se disfruta todo el tiempo de grandes vistas sobre la ciudad y el castillo.