2024 Filos del cordón Portillo

Cada vez que viajo por la ruta 3 al norte miro el cordón Portillo que se ubica frente al monte Olivia y su figura siempre se me hace interesante. La promesa de subir estuvo presente en dos oportunidades, hace muchos años cuando Wikiloc aún no tenía rutas marcadas. Intenté dos veces hacerme del manto vegetal pero el bosque marcó su presencia impidiéndolo.

Hace unos días di con varias rutas en la aplicación y elegí una, al menos para hacerme del límite de bosque y poder subir. Asi, seguí el track del perfil “Montañas del fin del Mundo” que grabaron en 2022, pero al contrario de ellos opté por girar a la derecha en el valle de altura y bordear el arroyo que baja del Portillo. El acarreo de piedras se me hizo muy familiar a la zona de Turquesa o el paso Olum, unos cuantos kilómetros al norte.

Una vez llegué a la pared que está sobre la derecha, comencé a subir despacio pero constante. Las rocas varían de grises a coloradas y amarillas y el imponente Olivia siempre mirando desde el sur. La ruta 3 y el serpenteante río con sus lagunas, a medida que se sube van adquiriendo una panorámica increíble. Similar a la que se aprecia desde el mirador del cerro Carbajal.

Una vez llegué al filo, no pude creer el paisaje y el sonido de la naturaleza ahí arriba. En frente, en la sierra Alvear se aprecian la laguna Ceniza y la Ceniza superior y otra más, laguna Lola en un valle al oeste pero más arriba, siempre frente al cordón Portillo y su filo, que es muy similar al filo de Turquesa.

Luego de ahí, comencé a caminar en dirección oeste y alcancé varias cumbres menores pero tengo que admitir que caminar por ahí es muy peligroso. Abajo está el acantilado, la ladera del filo que desemboca en el valle Carbajal. De todos modos, las panorámicas ahí son únicas.

Finalmente di con un morro altísimo y muy vertical por lo que, culipatin de por medio opté por bajar un poco y continuar por el acarreo de piedras hasta una canaleta. Acá la cosa se puso complicada porque la piedra es pequeña y al avanzar se derrapa fácilmente. Aun asi, alcancé la roca más firme y subí por esa hasta alcanzar la cima. Me trepé con las dos manos hasta una cumbre negra donde, por suerte, habían rastros de otros caminante y hasta un refugio hecho con piedras lajas. Del otro lado, se ven el valle del río Chico, el hotel Arakur y la bahía Ushuaia con la ciudad.

Luego de alcanzar varias cumbres menores y por la hora, cerca de las 20, decidí bajar hasta la laguna de altura que hay ahí y retomar el sendero marcado por Montañas del Fin del Mundo.

Dejar el manto vegetal se me hizo complicado porque días atrás en Ushuaia llovió mucho, lo que dio lugar a que me resbale varias veces. Entiendo que una parte ínfima (0,01%) del trayecto, ahora serian de mi propiedad (compré varios lotes) pero caídas sin importancia.