Cabo de Gata. Corralete. Collado de Vela Blanca. Calas Rajá, Arena y Sirenas. Arrecifes Dedo y Sirenas. Faro de Gata

Una de las grandes rutas por el Cabo de Gata, con inicio en la playa del Corralete, desde la que nos dirigimos hacia el Faro del Cabo de Gata para ver el Arrecife de las Sirenas y decidir el sentido en que haríamos la ruta, al no tener claro que la ALP-901, asfaltada, fuese lo más adecuado para hacer una ruta circular. Al final decidimos recorrer ese camino, con abundantes baches y muy escasa circulación (está prohibido circular por ella con vehículos, aunque alguno se salta la prohibición ocasionalmente), para rodear la base del Cerro de Enmedio y llegar, a la altura del Barranco del Negro, al lugar donde sale una pista que baja hacia Cala Rajá. No seguiremos inicialmente por esta pista, en su lugar continuamos ascendiendo por la ladera del Cerro de Vela Blanca, hasta llegar a la parte superior, al Collado de Vela Blanca. Pocos más adelante una puerta metálica impide la continuación de vehículos a motor por la ALP-901 hacia la playa de Mónsul; no ocurre lo mismo con las bicicletas, que utilizan esta carretera con total libertad, y buen consumo energético si no llevan un modelo eléctrico. Las vistas desde el collado son impresionantes.
Desde aqui volvemos atrás, hasta la pista de Calá Rajá, por la que esta vez nos acercamos hacia la línea costera, en busca de una de las grandes referencias paisajísticas de la ruta: el Arrecife del Dedo. Y la verdad es que el Arrecife es muy notable, pero todo el conjunto de la costa en esta zona, a los pies del Cerro de Vela Blanca, lo es. Y no sólo la parte más próxima, algo más lejos, con las Puntas Negra, Colorada, Redonda, del Mónsul y de la Peineta, en una impresionante sucesión de calas que supera El Barronal para llegar al Morrón de Genoveses, formando la que con toda probabilidad es la parte más bonita de la costa del Cabo de Gata. A juzgar por lo que vimos una visita en barco debe ofrecer recuerdos inolvidables.
Pero bueno, estamos frente al Dedo, y hay que volver hacia el coche, así que lo haremos, aunque sea ligeramente más complicado, por senderos no marcados y calas, igualmente bellísimas, que nos llevan a pasar por Cala Rajada, la Piedra del Agujero, Cala Arena, Punta Baja, la Cala de las Sirenas y la Calilla, frente al Arrecife de las Sirenas. Esta parte final es una zona volcánica, donde las rocas han formado notables formaciones columnares (conocidas como disyunciones columnares) y el propio arrecife es un resto de antiguas chimeneas volcánicas. Y, por cierto, el nombre se debe a que en el arrecife anidó una colonia de focas monje, desparecida ya hace años (se dice que fue la última en la zona), que emitían ruidos que se homologaban al canto de las sirenas.
Al final llegamos de nuevo al Faro, construído en 1863 sobre las ruinas de un castillo defensivo (el castillo de San Francisco de Paula, destruido durante la Guerra de la Independencia), y que avisa sobre todo de la ubicación de la Laja del Cabo, ubicada a 1 milla de la costa y responsable de varios hundimientos en el pasado.
Aquí termina la grabación, aprovechando que Julio sube el coche desde la playa, y es momento de partir hacia otra construcción defensiva la Torre de San Miguel, al lado del cual tenemos cita en un excelente chiringuito playero, el Chiribus, en el que nos dan una excelente comida a muy buen precio. ¡Dos buenos pájaros de un tiro!.