Farallones del citara, Cerro san Nicolás bm

Una expedición extrema a la segunda mayor altura del departamento de Antioquia, como lo es El Cerro San Nicolás en Los Farallones del Citará, ubicados en la Cordillera Occidental, limítrofe entre Betania, Ciudad Bolívar y El Departamento del Chocó, Iniciando desde el Corregimiento San Bernardo de los Farallones perteneciente a Ciudad Bolívar, y desde allí con un ascenso de 7 horas y 30 minutos pudimos llegar al campamento Base, por un camino un poco tendido al principio el cual se va inclinando cada vez mas encontrándonos paredes de rocas que se deben escalar a través de lazos, bejucos, árboles y rocas, situación mas que difícil, extrema, mas aun cuando los morrales son mas pesados por el transporte de las carpas, colchonetas, el agua y la comida, fuera del vestuario y demás objetos necesarios. El sitio mas complicado es la Bejuquera, que como su nombre lo indica, es necesario escalar para lograr el ascenso. Al llegar al campamento base, que es una pequeña explanación como helipuerto improvisado, realizad por los rescatistas del accidente aéreo sucedido el 20 de Enero de 1972, (https://farallonesdelcitara.bioexploradores.com/historias/accidente-satena-1972-farallones-del-citara/)donde falleció además monseñor Gerardo Valencia Cano. En el campamento base, generalmente, acampamos y al día siguiente temprano, iniciamos el ascenso al cerro de san Nicolás con 4025 metros sobre el nivel del mar, camino que inicia con un leve descenso hasta tomar la base del cerro e inicia una inclinación abrupta del terreno, teniendo algunos pasos difíciles como la escalera y otros pasos sobre rocas gigantes de mucho cuidado, y ya cerca de la cima encontramos el valle de los frailejones con unos paisajes espectaculares a pesar del clima tan lluvioso y también varias imágenes que los creyentes han instalado en las rocas mas altas, como la virgen María, el ángel san Gabriel, y San Nicolás. El descenso se debe hacer con mas cuidado, y puede ser aun mas difícil, hasta el campamento base donde se descansa de esta tortuosa jornada. Al tercer día, madrugamos a desarmar carpas y cambuches y dejar todo limpio, mejor como estaba, y después de un buen desayuno emprendemos el camino nuevamente hacia el corregimiento san Bernardo de Farallones, ya un poco más livianos pero igual de duro el descenso por los terrenos antes mencionados. Llegamos a un carreteable donde nos esperaba el chivero quien nos acabo de transportar a la población y allí organizarnos y partir hacia Medellín de donde procedemos. Asistieron a esta expedición: Jaime Piedrahita, Hernado quintero, Víctor Garzón, Marisol, Luis Carlos, Juan Mauricio, Bernardo Montoya, guía de la ruta