Etapa 36 del GR 11 - De Puigcerdà a Planoles

GR11: Puigcerdà - Planoles (Etapa 36)

Introducción:

Finalmente he podido completar este pequeño tramo del GR11, una senda de gran recorrido que atraviesa los Pirineos de punta a punta. Si bien los más de 800 km que separan el Cabo de Higuer del Cap de Creus resultan inalcanzables para muchos, este fragmento me llena de satisfacción, pues me acerca a ese gran sueño que es recorrer el GR11 al completo.

Logística:

La gran ventaja de esta etapa es su comodidad logística. Tanto el inicio como el final se encuentran junto a sendas estaciones de tren de la línea R3 de Rodalies de RENFE, lo que la convierte en una opción ideal para realizar travesías lineales. En esta ocasión, dejamos el coche en Planoles y tomamos el tren de las 8:42h, que nos conduce a Puigcerdà en poco más de media hora.

Puigcerdà - Age

Comenzamos la etapa en Puigcerdà, capital de la Cerdanya, rodeados de un imponente paisaje montañoso que promete una jornada inolvidable. Los primeros 4 km transcurren por asfalto, pero lejos de ser aburridos, nos obsequian con magníficas vistas de la Tosa d'Alp, la Serra del Cadí y las montañas que circundan Puigcerdà. El verde intenso de los campos, fruto de las lluvias primaverales, completa el panorama. Tras cruzar el río Segre, llegamos a la encantadora localidad de Age, donde hacemos un alto en un parque junto a la iglesia de Sant Julià d'Age, un lugar que rememora los columpios y toboganes de la infancia.

Age - Vilallobent

Continuamos por asfalto, cruzando el río La Vanera, y llegamos a Vilallobent, otra localidad con vistas espectaculares de Puigcerdà, dignas de postal. Las vacas pastan tranquilas a nuestro alrededor, indiferentes a nuestra presencia. Abandonamos Vilallobent por un tramo de pista y, finalmente, encontramos el sendero que nos conducirá al Coll de la Creu de Meians. Nos despedimos de Puigcerdà con una última mirada a su formidable estampa.

Vilallobent – Pla de les Forques

A partir de este punto, comienza una larga subida por una cómoda pero exigente pista que atraviesa un bosque legendario. En este mes de mayo, el amarillo intenso de la ginesta convierte el paisaje en un espectáculo visual. Tras 3,5 km de ascenso por el bosque, nos desviamos por un camino a la derecha y continuamos por un estrecho y magnífico sendero junto al Torrent de la Coma del Fang. Un tramo realmente bonito que nos hace sentir privilegiados de poder caminar por este lugar. La exigencia del sendero se ve recompensada por las fabulosas vistas que encontramos al llegar al Pla de les Forques.

Pla de les Forques - Coll Mercer

En el Pla de les Forques, el bosque cerrado da paso a una panorámica espectacular de la Tosa d'Alp, el Puigllançada y las montañas circundantes. Unas vistas que invitan a detenerse y contemplar la belleza del paisaje. Continuamos por pista, por el Camí del Coll Mercer, siempre en ascenso, hasta encontrar un desvío a la izquierda. Subimos por un sendero en medio de la Coma Tavenera, una subida muy inclinada pero más bonita que la pista, que nos conduce directamente al Coll Mercer.

Coll Mercer - Coll de la Creu de Meians

El Coll Mercer es un lugar mágico, un enorme espacio verde donde comenzamos a ver los primeros hitos fronterizos que delimitan el territorio catalán con Francia. Llegamos al hito 500 y disfrutamos de las espectaculares vistas del lugar. Continuamos hacia el hito 501, donde el mapa indica el punto exacto del Coll Mercer, con panorámicas extraordinarias.
Retomamos la pista y comenzamos un ligero descenso siguiendo la línea fronteriza. Ya hemos superado la mayor parte del desnivel positivo, aunque aún nos queda alguna subida traicionera. En este tramo de pista, pasaremos por 6 hitos fronterizos más, cruzaremos los primeros torrentes de agua y llegaremos al Clot de Malniu, donde nos recibe el espectacular Torrent de Saltèguer. Un poste indicador nos señala la dirección hacia el Coll de la Creu de Meians

Subida al Coll de la Creu de Meians:

Desde el hito fronterizo 501-VI en el Clot de Malniu, afrontamos una corta pero intensa subida hasta el Coll de la Creu de Meians, el punto más alto de la ruta (casi 2000 m). Esta última subida importante del día pone a prueba nuestras piernas, pero la recompensa es inigualable: las vistas de la Serra de Montgrony y del Taga son sencillamente prodigiosas. Un lugar mágico para soñar, disfrutar y vivir la montaña en estado puro.

Descenso a Planoles:

Tras alcanzar el Coll de la Creu de Meians, iniciamos el descenso hacia Planoles. El primer tramo es un poco confuso hasta llegar a una pista, que seguiremos hasta encontrar un desvío hacia un sendero paralelo unos metros más abajo. Este sendero, aunque algo incómodo, nos regala un recorrido más bonito y tranquilo. Cruzando torrentes y siguiendo las marcas blancas y rojas del GR11, llegamos a la pista principal y continuamos bajando.

Bosc de Dòrria y Dòrria:

Nos adentramos en el Bosc de Dòrria, disfrutando de la sombra de los árboles y la frescura del aire. La imponente silueta del Puig de Dòrria, todavía parcialmente nevado, se alza majestuosa ante nosotros. Continuamos el descenso, cruzando el Torrent de les Salines, donde aprovechamos para comer y refrescar nuestros pies en sus aguas.
Llegamos al pequeño pueblo de Dórria, considerado el pueblo habitado más alto de Cataluña. Entramos en el pueblo para rellenar nuestras botellas de agua en su fuente y admirar su encanto.

Continuación del descenso y llegada a Planoles:

Salimos de Dórria y continuamos bajando por sendero, cruzando innumerables torrentes como el Torrent Petit, el Torrent Gros, el Torrent Llobre y el Torrent de l'Helena. La época primaveral hace que los torrentes lleven abundante agua, creando un paisaje espectacular.
A medida que nos acercamos a Planoles, la Serra de Montgrony se muestra en todo su esplendor. Finalmente, llegamos al cruce con un poste indicador “Serrat del Mestre” y descendemos hasta cruzar la N-260. Atravesamos la pequeña localidad de Planès, pasando junto a la Ermita de Sant Marcel y bebiendo agua en la Font del Burros.

Llegada a la estación de tren de Planoles:

Continuamos bajando por las calles de Planès hasta llegar a la Font de la Serreta, que está seca. Desde aquí, iniciamos una preciosa bajada por unos anchos escalones que nos conducen directamente a la estación de tren de Planoles, donde finaliza nuestra travesía.

Reflexión final:

Hemos completado esta magnífica travesía desde Puigcerdà hasta Planoles en 8 horas y 31 minutos. Una ruta larga, dura pero fantástica, que sin duda repetiríamos mañana mismo. Un reto que todo excursionista debería afrontar al menos una vez en la vida.

Recomendaciones:

• Llevar calzado y ropa adecuados para la montaña y el clima cambiante.
• Suficiente agua y comida para todo el recorrido.
• Protección solar y gorra.
• Cámara de fotos para capturar los impresionantes paisajes.

Información adicional:

• Longitud: 27,34 km
• Desnivel positivo: 1037 m
• Desnivel negativo: 1095 m
• Dificultad física: Alta
• Dificultad técnica: Fácil
• Tipo de sendero: Lineal
• Época recomendada: Primavera, Otoño, Verano