Etapa 23. Camino de Santiago. Rabanal del Camino - Molinaseca
near Rabanal del Camino, Castilla y León (España)
Viewed 2447 times, downloaded 53 times
Trail photos
Itinerary description
Etapa 23. Camino de Santiago. Rabanal del Camino - Molinaseca
Salimos de nuestro albergue y superamos la cuesta de la calle principal de Rabanal del Camino para llegar junto a un lavadero, donde tomamos una pista entre los piornos. Un kilómetro más adelante cruzamos la carretera y seguimos por el camino de la izquierda. Llegamos junto a una fuente abrevadero y subimos un breve tramo hasta la carretera LE-142, buena atalaya para reconocer a lo lejos la silueta de Astorga y las tierras de la maragatería. Un camino que progresa por encima de la carretera, fotocopiando su trazado, nos deja tres kilómetros y medio más adelante en el centro de Foncebadón, pueblo arruinado y asentado sobre el monte Irago resucitado por el paso del camino, la subida ha sido dura, pues el camino estaba con mucha nieve y nos ha costado cruzar. La carretera hubiera sido más fácil como nos aconsejaron.
Cruzamos Foncebadón calle arriba, entre muros caídos y la iglesia, cuya espadaña y dos campanas reciben siempre las primeras luces del día. A la salida tomamos el camino de la izquierda, que en suave pendiente nos acerca hasta la carretera LE-142, nuestra guía en la etapa de hoy. Por una senda paralela a la carretera y a veces por la carretera, que avanza junto a algún bosquete de repoblación, llegamos hasta la Cruz de Ferro. Situada a unos exactos 1500 metros de altitud (el techo del Camino Francés), no es más que una pequeña cruz de hierro aupada por un desproporcionado mástil de madera. De espaldas a la cruz es tradición arrojar una piedra al montón ya levantado. Un gesto calcado al que hacían los segadores gallegos cuando se desplazaban a Castilla para trabajar en los campos de cereal y también los arrieros y los pastores trashumantes
Junto a la cruz se erigió en 1982 una capilla consagrada a Santiago Apóstol. Desde este punto retomamos la marcha por la carreta LE-142 pues la senda tiene unos 50 cm. de nieve. Dos kilómetros y trescientos metros después de la Cruz de Ferro nos plantamos en el refugio de Manjarín, el albergue más peculiar del Camino gestionado por Tomás Martínez, el hospitalero templario. El ambiente de puertas adentro es mejor descubrirlo por uno mismo. Hay que entrar a tomar un café. En la entrada, unos tablones decorados informan sobre las distancias desde Manjarín a diferentes puntos como Santiago de Compostela, Jerusalén, Roma, etc. En el interior de la cabaña se despliega un pequeño bazar donde comprar algún recuerdo que mantenga vivo Manjarín. Mientras algunos curiosean los objetos o se sirven café del termo, Tomás se encarga de sellar credenciales bajo una atmósfera cargada del humo de la hoguera. También, una pizarra en el interior de la cabaña muestra los diferentes trabajos que se llevan a cabo desde su apertura hasta el cierre y silencio: oración, limpieza, recogida de leña, etc.
Algo más de 7 kilómetros separan el refugio de Manjarín de El Acebo. Hemos continuado por la carretera. En los primeros 3,5 kilómetros se llanea e incluso se sube levemente. En ellos dejamos a un lado la Base militar de Transmisiones, situada bajo Peña Llabaya y abandonada en 1990. Un kilómetro más adelante de la Base comienza realmente el descenso con vistas a Ponferrada (desde la distancia se distingue en ella una mancha negra que corresponde a la torre de la Rosaleda de más de 100 metros). A falta de 1, 5 km. del Acebo hemos retomado la senda, hemos evitado la nieve y una fuerte pendiente pedregosa.
Entramos en El Acebo, la primera localidad de El Bierzo. Documenta Juan Uría que los vecinos de esta localidad estuvieron libres de impuestos a cambio de colocar ochocientas estacas para indicar el camino a los viajeros. En este núcleo berciano rodeado de piornos y pastos, hemos comido en un mesón el menú del peregrino. El Acebo es un estético pueblo cuya arquitectura popular de tejados de pizarra y el acento de sus habitantes indican que ya estamos plenamente en El Bierzo. La Calle Real es de las más pintorescas de León. Saliendo de El Acebo nos topamos con una gráfica escultura realizada por Eulogio Pisabarros en memoria de Heinrich Krausse, peregrino alemán que falleció realizando el Camino en bicicleta. En lugar de transitar por el camino seguimos por la propia carretera durante casi dos kilómetros. Después retomamos la senda paralela para llegar a Riego de Ambrós. Atravesamos Riego de punta a punta (esta población del municipio de Molinaseca tiene unos 600 metros de largo), pasando junto a la plaza San Sebastián, Tejados de pizarra y balconadas de madera dan paso a una senda, que desciende bajo los castaños. Ya en campo abierto llegamos de nuevo junto a la carretera que volvemos a dejar para iniciar un descenso tortuoso que dejará su impronta en nuestros músculos, sobre todo del cuádriceps. A la vera de algunos chopos, alimentados por el arroyo de la Pretadura, desembocamos en la LE-142 y continuamos por ella. Al pie de la carretera está el Santuario de la Virgen de las Angustias, de finales del XVII y que cede el paso al puente medieval sobre el río Meruelo, por el que entramos en Molinaseca, el puente tiene siete arcos y su anchura varía entre los 2,6 y los 4 metros. Cruzamos la localidad por la calle Real o del Camino de Santiago que desemboca en la avenida de Fraga Iribarne, junto a la LE-142. Hemos continuado por la carretera no hemos visto el camino que va cerca del rio Meruelo, nosotros hemos continuado por urbanización Patricia acercándonos rápidamente a Ponferrada. La última gran ciudad -casi 69.000 habitantes en 2009- antes de llegar a Santiago. La capital del Bierzo está emplazada en un antiguo castro y sufrió diferentes invasiones y destrucciones. Durante la ocupación romana fueron famosas sus minas de oro. En 1082, el puente de madera sobre el río Sil es reforzado con hierro, material muy abundante, dando el nombre de Pons Ferrata a la ciudad. El Castillo de los Templarios es un testimonio soberbio de lo que significó esta controvertida orden de monjes guerreros en Ponferrada. Es uno de los ejemplos más bellos de la arquitectura militar en España. Se ha convertido en la meca de los amantes de los templarios y de sus ritos de iniciación. La Basílica de Nuestra Señora de la Encina, patrona del Bierzo, es de transición gótico renacentista, tiene una elevada torre y el interior consta de una sola nave.
Nos hemos alojado en el Hotel los Templarios y cenado muy bien en Ponferrada, luego nos hemos tomado nuestro habitual Gintonic, aunque he descubierto la Tónica Bliss, en Marita Gin en Ponferrada.
Salimos de nuestro albergue y superamos la cuesta de la calle principal de Rabanal del Camino para llegar junto a un lavadero, donde tomamos una pista entre los piornos. Un kilómetro más adelante cruzamos la carretera y seguimos por el camino de la izquierda. Llegamos junto a una fuente abrevadero y subimos un breve tramo hasta la carretera LE-142, buena atalaya para reconocer a lo lejos la silueta de Astorga y las tierras de la maragatería. Un camino que progresa por encima de la carretera, fotocopiando su trazado, nos deja tres kilómetros y medio más adelante en el centro de Foncebadón, pueblo arruinado y asentado sobre el monte Irago resucitado por el paso del camino, la subida ha sido dura, pues el camino estaba con mucha nieve y nos ha costado cruzar. La carretera hubiera sido más fácil como nos aconsejaron.
Cruzamos Foncebadón calle arriba, entre muros caídos y la iglesia, cuya espadaña y dos campanas reciben siempre las primeras luces del día. A la salida tomamos el camino de la izquierda, que en suave pendiente nos acerca hasta la carretera LE-142, nuestra guía en la etapa de hoy. Por una senda paralela a la carretera y a veces por la carretera, que avanza junto a algún bosquete de repoblación, llegamos hasta la Cruz de Ferro. Situada a unos exactos 1500 metros de altitud (el techo del Camino Francés), no es más que una pequeña cruz de hierro aupada por un desproporcionado mástil de madera. De espaldas a la cruz es tradición arrojar una piedra al montón ya levantado. Un gesto calcado al que hacían los segadores gallegos cuando se desplazaban a Castilla para trabajar en los campos de cereal y también los arrieros y los pastores trashumantes
Junto a la cruz se erigió en 1982 una capilla consagrada a Santiago Apóstol. Desde este punto retomamos la marcha por la carreta LE-142 pues la senda tiene unos 50 cm. de nieve. Dos kilómetros y trescientos metros después de la Cruz de Ferro nos plantamos en el refugio de Manjarín, el albergue más peculiar del Camino gestionado por Tomás Martínez, el hospitalero templario. El ambiente de puertas adentro es mejor descubrirlo por uno mismo. Hay que entrar a tomar un café. En la entrada, unos tablones decorados informan sobre las distancias desde Manjarín a diferentes puntos como Santiago de Compostela, Jerusalén, Roma, etc. En el interior de la cabaña se despliega un pequeño bazar donde comprar algún recuerdo que mantenga vivo Manjarín. Mientras algunos curiosean los objetos o se sirven café del termo, Tomás se encarga de sellar credenciales bajo una atmósfera cargada del humo de la hoguera. También, una pizarra en el interior de la cabaña muestra los diferentes trabajos que se llevan a cabo desde su apertura hasta el cierre y silencio: oración, limpieza, recogida de leña, etc.
Algo más de 7 kilómetros separan el refugio de Manjarín de El Acebo. Hemos continuado por la carretera. En los primeros 3,5 kilómetros se llanea e incluso se sube levemente. En ellos dejamos a un lado la Base militar de Transmisiones, situada bajo Peña Llabaya y abandonada en 1990. Un kilómetro más adelante de la Base comienza realmente el descenso con vistas a Ponferrada (desde la distancia se distingue en ella una mancha negra que corresponde a la torre de la Rosaleda de más de 100 metros). A falta de 1, 5 km. del Acebo hemos retomado la senda, hemos evitado la nieve y una fuerte pendiente pedregosa.
Entramos en El Acebo, la primera localidad de El Bierzo. Documenta Juan Uría que los vecinos de esta localidad estuvieron libres de impuestos a cambio de colocar ochocientas estacas para indicar el camino a los viajeros. En este núcleo berciano rodeado de piornos y pastos, hemos comido en un mesón el menú del peregrino. El Acebo es un estético pueblo cuya arquitectura popular de tejados de pizarra y el acento de sus habitantes indican que ya estamos plenamente en El Bierzo. La Calle Real es de las más pintorescas de León. Saliendo de El Acebo nos topamos con una gráfica escultura realizada por Eulogio Pisabarros en memoria de Heinrich Krausse, peregrino alemán que falleció realizando el Camino en bicicleta. En lugar de transitar por el camino seguimos por la propia carretera durante casi dos kilómetros. Después retomamos la senda paralela para llegar a Riego de Ambrós. Atravesamos Riego de punta a punta (esta población del municipio de Molinaseca tiene unos 600 metros de largo), pasando junto a la plaza San Sebastián, Tejados de pizarra y balconadas de madera dan paso a una senda, que desciende bajo los castaños. Ya en campo abierto llegamos de nuevo junto a la carretera que volvemos a dejar para iniciar un descenso tortuoso que dejará su impronta en nuestros músculos, sobre todo del cuádriceps. A la vera de algunos chopos, alimentados por el arroyo de la Pretadura, desembocamos en la LE-142 y continuamos por ella. Al pie de la carretera está el Santuario de la Virgen de las Angustias, de finales del XVII y que cede el paso al puente medieval sobre el río Meruelo, por el que entramos en Molinaseca, el puente tiene siete arcos y su anchura varía entre los 2,6 y los 4 metros. Cruzamos la localidad por la calle Real o del Camino de Santiago que desemboca en la avenida de Fraga Iribarne, junto a la LE-142. Hemos continuado por la carretera no hemos visto el camino que va cerca del rio Meruelo, nosotros hemos continuado por urbanización Patricia acercándonos rápidamente a Ponferrada. La última gran ciudad -casi 69.000 habitantes en 2009- antes de llegar a Santiago. La capital del Bierzo está emplazada en un antiguo castro y sufrió diferentes invasiones y destrucciones. Durante la ocupación romana fueron famosas sus minas de oro. En 1082, el puente de madera sobre el río Sil es reforzado con hierro, material muy abundante, dando el nombre de Pons Ferrata a la ciudad. El Castillo de los Templarios es un testimonio soberbio de lo que significó esta controvertida orden de monjes guerreros en Ponferrada. Es uno de los ejemplos más bellos de la arquitectura militar en España. Se ha convertido en la meca de los amantes de los templarios y de sus ritos de iniciación. La Basílica de Nuestra Señora de la Encina, patrona del Bierzo, es de transición gótico renacentista, tiene una elevada torre y el interior consta de una sola nave.
Nos hemos alojado en el Hotel los Templarios y cenado muy bien en Ponferrada, luego nos hemos tomado nuestro habitual Gintonic, aunque he descubierto la Tónica Bliss, en Marita Gin en Ponferrada.
Waypoints
Photo
7,561 ft
El Acebo
El Acebo. Escultura realizada por Eulogio Pisabarros en memoria de Heinrich Krausse, peregrino alemán que falleció realizando el Camino en bicicleta.
Photo
5,802 ft
Molinaseca, puente medieval sobre el río Meruelo
Molinaseca, puente medieval sobre el río Meruelo
You can add a comment or review this trail
Comments