ETAPA 2-SELVA DE OZA(LA MINA-GUARRINZA)-ACHAR DE AGUAS TUERTAS-IBON ESTANÉS-PUERTO BERNERA-REFUGIO LIZARA

Marcha realizada el miércoles 17 de julio de 2019
AVISO: Se entiende, que todo aquel que quiera realizar esta misma ruta, asume la responsabilidad que conlleva una actividad no exenta de posibles riesgos o incidentes, en un entorno en el que el sentido común y las circunstancias pueden marcar la diferencia entre pasar un buen día o todo lo contrario.
Hoy nuestra marcha recorre el valle de Guarrinza por la margen derecha del río Aragón Subordán hasta el puente de los Gitanos. Allí cruza el río para subir hasta el Achar de Aguas Tuertas y recorrer el valle hasta la Colladeta d’a Graba, donde gira y remonta el Toronez d’as Crabetas. Después baja hasta las proximidades del impresionante ibón de Estanés, para de nuevo volver a ascender hasta el puerto de Bernera, pasando por el impresionante valle de los Sarrios. Desde ahí se desciende el valle de Bernera hasta el refugio de Lizara

Hoy en vez de salir desde la Selva de Oza, para repetir los mismos tres kilómetros que hicimos ayer desde La Mina, hemos iniciado la marcha un par de kilómetros después de La Mina, a la altura del aparcamiento de Canto Blanco, que hay frente al barranco del Mallo Blanco, aún así tenemos que hacer algo más de dos kilómetros, antes de dejar la misma pista desde La Mina en un cruce bastante importante, ya que salen caminos tanto por la izquierda hacia las laderas de Riste, como hacia la derecha para pasar al otro lado del valle que traíamos.

Una vez dejamos la pista, en un cruce señalizado, la senda que ahora llevamos con cierta pendiente va dibujando unas cuantas zetas para a los cuatrocientos metros llegar a un poste informativo que nos dice que estamos junto al refugio de Aguas Tuertas y a punto de cambiar de valle y así introducirnos en el impresionante Achar de Aguas Tuertas.

En este punto rumbo sureste que traíamos ha cambiado claramente a un rumbo sur, que llevaremos a lo largo del impresionante valle/achar de Aguas Tuertas. También ha cambiado al principio de bajada a este nuevo valle el terreno que pisábamos, pues la abundante roca caliza, aquí se ha convertido, al menos en este primer tramo en conglomerados. Según avanzamos por el valle, éste se va abriendo y la humedad y los abundantes pastos permiten que estemos viendo cantidad de vacas así como un grupo de caballos, por no citar el grupo de jóvenes que tras acampar en la zona, ya están levantando el campamento.

Aguas Tuertas no sólo es un valle que impresiona por su belleza, sino que también es generoso en cuanto al tamaño, y de ahí que tras algo más de dos kilómetros, empecemos a remontarlo por su otra margen, para así poder alcanzar el Puerto de Escalé. El terreno y la oragrafía cambian en relación a lo que hemos dejado atrás, pero el ascenso a este puertecito es de lo más fácil, ya que se llega a él casi sin darse cuenta.

Desde el refugio de Aguas Tuertas el poste informativo nos indica que hasta el Ibon de Estanés nos faltaban unos seis coma ocho kilómetros. Nosotros acabamos de dejar el puerto, lo que no quiere decir que el terreno se haya suavizado, ya me más bien al contrario la senda sigue bastante empinada durante un kilómetroy medio más, antes de llegar al primer mirador sobre el citado ibon, que por cierto se encuentra totalmente tapado por nubes bajas.

Seguimos progresando desde dicho mirador, ahora en bajada y por un terreno muy rocoso y en el que nuevo hace acto de presencia la caliza, para ver como las nubes se están moviendo y nos empiezan a dejar ver, aunque sea por unos instantes casi el ibon al completo.

El reservado y vergonzoso, aunque impresionante Ibon de Estanés, casi apenas se ha dejado ver, pero nosotros lo hemos ido bordeando todo el tiempo por su margen derecho, para una vez rebasado y habiendo cambiado de valle, iniciar una fuerte subida que nos saca al no menos impresionante Valle de los Sarrios, que en su primera parte engaña un poco, ya que parece una especie de barranco con una más que inclinada torrentera de rocas y agua.

Es curioso, ya que tras caminar un rato por el margen izquierdo de dicha torrentera con gran resalte calizo a su derecha, acabemos llegando en la parte alta a lo que configura el corazón y núcleo central de este impresionante Valle de los Sarrios, que más bien parece, y también es dicho sea de paso, una hoya glaciar perfectamente circular y cerrada, salvo por la entrada que nosotros hemos hecho por su parte norte y por la parte sur a la que nos dirigimos y en la que se encuentra el Puerto de Berneda, al que llegaremos trazando una línea prácticamente recta, tras un kilómetro y medio que sería lo que tiene la citada hoya de diámetro.

En pleno puerto y tras un grupo circular de grandes rocas hemos aprovechado para recuperar las fuerzas, al resguardo de una ligera pero fresca brisa que ha sido de agradecer. Pero como el cielo amenaza tormenta y aún nos queda una importante bajada hasta el refugio, decidimos reiniciar la marcha, que en este primer tramo cambia de rumbo sur a oeste, durante el primer kilómetro y medio.

Tras recorrer dicho kilómetro y medio con rumbo oeste, hemos dejado atrás el Barranco de los Castillones, justo a la altura de la Foya de Bernera, para buscar el paso y así poder vadear el río Aragüés. Ello supone el que hemos vuelto a cambiar de valle y que ya por el margen derecho de dicho río nos encaminamos hacia el refugio de Lizara. Pero antes y al poco de vadear, pasamos por un pequeño resalte en el que se encuentra un refugio de agentes forestales. Desde aquí, y en todo momento por terreno bastante rocoso y con fuerte pendiente, continuamos siempre por el margen derecho y con el macizo de Berneda a nuestra izquierda, para llegar en algo más de un kilómetro hasta un canchal, que al medio kilómetro de pasarlo y justo cuando la bajada se suaviza bastante y el arbolado hace acto de presencia, nos indican que estamos a poco más de media hora para llegar hasta un refugio que ya empezamos a ver.